El cura párroco de la ciudad de La Calera fue encontrado asesinado ayer a la madrugada con dos heridas de arma blanca, en la casa parroquial de la iglesia Nuestra Señora del Rosario. El sacerdote muerto es Luis Montenegro, de 77 años, quien presentaba dos heridas de cuchillo en el cuello y tórax, según precisó la fiscal de Instrucción Dolores Romero Díaz. El caso conmovió a la población de esa localidad cordobesa, ubicada a 18 kilómetros de la capital provincial.

El cuerpo fue encontrado maniatado a la 1.30 de ayer, pero el crimen “habría ocurrido unas horas antes”, comentó la fiscal. Los investigadores suponen que la víctima habría conocido al autor del asesinato, porque “no hay puertas ni ventanas forzadas en la casa parroquial”, dijeron.

La policía local, con instrucciones de la fiscal, realizó varios allanamientos en viviendas de La Calera, en el Gran Córdoba, en poblaciones vecinas y en un domicilio de la ciudad capital.

Fuentes de la investigación dejaron trascender que un joven de unos 25 años, que sería un empleado de limpieza de la parroquia, estaría demorado en el marco de la causa, aunque la información no fue corroborada por la fiscalía actuante. “Aparentemente la víctima le habría permitido el acceso a su vivienda, ya que se encontró sin llave la puerta principal de ingreso”, señaló la fiscal.

Romero Díaz comentó que, de acuerdo con las primeras investigaciones, “cuando encontraron el cuerpo sin vida en la cama del dormitorio del sacerdote, el lugar estaba todo revuelto, aunque todavía no se puede afirmar que el móvil del crimen haya sido el robo”. Todo indica que el autor del hecho “buscaba plata”, pero aparentemente el sacerdote sólo cobraba una magra jubilación. “Lo mataron por unas moneditas”, especularon los vecinos. El sacerdote recibió un corte a la altura del cuello y otro cerca del tórax, de unos 20 centímetros de largo.