SOCIEDAD › UNO DE CADA DIEZ LOCALES DE LA ZONA NORTE ROBA LA LUZ

Los enganchados de categoría

 Por Carlos Rodríguez

Cerca del diez por ciento de los comercios de la zona norte de la Capital Federal, y del norte y oeste del Gran Buenos Aires, roban la electricidad como cualquier hijo de vecino, de acuerdo con una denuncia pública realizada por la empresa Edenor. Los casos paradigmáticos fueron los de dos restaurantes de categoría “internacional”, uno instalado en pleno Palermo Hollywood y el otro en el barrio de Belgrano. En uno de esos lujosos restaurantes tenían un mecanismo para disminuir la velocidad del medidor, mientras que en el otro contaban –ni más ni menos– con una conexión clandestina y subterránea, como si se tratara de uno de esos lugares de la ciudad donde el trabajo es una quimera, tanto como reunir el dinero necesario para pagar la factura de la luz cada bimestre. En los barrios carenciados, el número de evasores fue de 8576, lo que significa el 3,7 por ciento del total inspeccionado, mientras que los evasores VIP llegaron a 3047, es decir un 8,6 por ciento de la totalidad. Entre ellos figuraron los propietarios de 33 grandes comercios del área metropolitana. El monto anual de la energía impaga es de 40 millones de pesos, según estimó un vocero de la firma distribuidora de energía eléctrica.

Las inspecciones comprendieron también a los countries. En nueve operativos fueron verificadas las instalaciones de 737 clientes. Se detectó la existencia de un medidor que tenía un funcionamiento anormal provocado por el usuario y se encontraron seis conexiones directas. El encargado de prensa de Edenor, Alberto Lippi, recordó que “la clandestinidad en los countries bajó en los últimos años debido a la condena social que surgió luego de los operativos en los cuales se había comprobado que personas de alto poder adquisitivo robaban energía eléctrica”. Uno de los casos notorios fue el del country Boca Ratón, en Pilar, donde 34 de los 150 clientes tenían conexiones clandestinas.

Entre los 33 comercios sancionados en los primeros cuatro meses del año, se destaca el restaurante y confitería New Jonathan, en Lidoro Quinteros 1200, a tres cuadras del estadio de River. En este caso, el medidor había sido adulterado, motivo por el cual se lo cambió. A partir de la primera factura “correcta” que se extienda, “se hará una comparación entre el consumo real y el consumo ficticio que se acreditaba antes”, explicó Lippi. “El pago de la diferencia que se compruebe se reclamará desde esta fecha hasta cuatro años atrás, más una multa del 40 por ciento de esa suma, más intereses y punitorios”, precisó el vocero de Edenor.

El otro caso, de los 33, en los que se pudo conocer el nombre del infractor, es el del restaurante Osaka, de Soler 5608, esquina Fitz Roy. El lugar fusiona las cocinas peruana, china, japonesa y tailandesa. Allí existía “una conexión subterránea que pudo ser descubierta con un instrumental especial con el que cuenta la empresa que, sin necesidad de romper una baldosa, detecta cualquier paso de energía eléctrica; después se rompe sólo el lugar que corresponda”. En los casos de Osaka y New Jonathan, además de la sanción tendrán que afrontar causas judiciales porque en esos casos hubo “robo de energía”, un delito federal penado con prisión de un mes a dos años que ahora es investigado por la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal.

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