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Domingo, 17 de febrero de 2008

EL MERCADO DE CELULARES, EN ASCENSO CONTINUO

Bocado telefónico

La telefonía celular vive un boom de consumo. Con cantidad de líneas casi al tope, crecen los servicios, como los mensajes de textos.

 Por Diego Rubinzal

Las estadísticas del Indec ratifican el fuerte crecimiento en el consumo de los servicios públicos. En particular, la telefonía celular lidera esta tendencia. Comparado con el año pasado, los teléfonos celulares se incrementaron un 40,4 por ciento, al pasar de 27.646.000 a 37.454.000 unidades y el consumo avanzó un 29,4 por ciento. En 1991, los celulares hicieron su ingreso a la Argentina. En ese momento, acceder a un teléfono móvil constituía un símbolo de prestigio y diferenciación social. Sin embargo, eso fue cambiando. A mediados de los noventa, un relevamiento del consumo realizado por el Indec registraba una gran cantidad de productos y servicios que algunos argentinos habían incorporado a su cotidianidad: kiwis, arroz integral, hornos de microondas, tiempos compartidos, computadoras personales, cementerios privados y telefonía celular.

En abril de 1997 se iba a producir un punto de inflexión en la utilización de los móviles. En esa fecha, la Secretaría de Comunicaciones puso en marcha un nuevo sistema conocido con el nombre Calling Party Pays: “el que llama paga”.

Es decir, el que llamaba se hacía cargo del costo. Hasta ese momento, los abonados a los móviles debían pagar el precio del minuto cuando recibían llamadas. Con el nuevo sistema, las personas sintieron que podían controlar su consumo y fue el comienzo del boom. Así, las empresas telefónicas ampliaron significativamente su red comercial multiplicando los locales de venta oficiales. Además, la comercialización se diversificó hacia canales masivos como, por ejemplo, los supermercados y las cadenas de electrodomésticos. A finales de 1997, la cifra de abonados llegaba a los 2 millones. Apenas un año después, el número había subido un 50 por ciento. Al comenzar el siglo, los celulares alcanzaban las 5,3 millones de unidades. Un año después, los usuarios bordeaban los 7 millones.

La explosión en el consumo se combinó con una nueva costumbre de los usuarios: no contar con telefonía básica en su domicilio. Se calcula que el 25 por ciento de los usuarios de celulares no tiene teléfono en sus casas. El crecimiento en la utilización del servicio fue acompañado con un incremento de las quejas de los consumidores. Así, según datos de la Subsecretaría de Defensa del Consumidor, los usuarios de telefonía celular lideran el listado de reclamos. Sobrefacturación, abusos en la venta domiciliaria, problemas con los abonos, deficiente prestación del servicio y problemas para la rescisión del contrato, son algunas de las quejas más usuales.

La crisis del 2002 produjo un ligero retroceso: medio millón de abonados dieron de baja sus líneas. Sin embargo, fue un corto repliegue porque el consumo recuperó su carrera ascendente con la recuperación económica. En 2004, las líneas celulares lograron un nuevo record: superaban en un 35 por ciento a la telefonía fija. La Argentina es uno de los países con la mayor tasa de densidad de población por teléfono móvil del continente. La cantidad de celulares en el mercado alcanzó en agosto los 37.454.000 aparatos. Para algunos, el mercado está cerca de alcanzar su techo. Un indicio estaría dado por la disminución de la avalancha importadora. De acuerdo con los datos aportados por el Sistema María de la Aduana, la consultora Carrier y Asociados determinó que entre enero y septiembre de este año se importaron 5 por ciento menos de aparatos que durante el mismo período de 2006. Ese dato es relevante ya que el 90 por ciento de los celulares utilizados en la Argentina son importados, fundamentalmente desde Brasil y México. Sin embargo, los actores del sector señalan que la migración hacia nuevas prestaciones tecnológicas seguirá apuntalando el crecimiento del mercado.

Por ejemplo, un documento de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales vaticina que crecerá la demanda de celulares de tercera generación y de los teléfonos “inteligentes” (conocidos como Blackberrys). También es esperable que se incremente la facturación de las telefónicas por el mayor consumo de servicios (mail, SMS, descargas). Particularmente, los mensajes de texto (SMS) han tenido un crecimiento espectacular. En tres años, su utilización pasó del 7 al 92 por ciento de los usuarios. Un estudio de la consultora Prince & Cooke reveló que en días normales se envían unos 170 millones de SMS.

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