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Sábado, 13 de enero de 2007

TEATRO › FABIO ALBERTI Y DIEGO CAPUSOTTO

“Las vacaciones son como una ficción, se nota en el público”

El dúo está presentando Qué noche Bariloche! en una gira que sale de Mar del Plata, los lleva por toda la costa y retorna a La Feliz cada semana. “Es un trajín largo y duro... cuando lo planeás parece fácil, pero cuando llega el momento de hacerlo es pesadito”, dicen.

 Por Karina Micheletto
Desde Mar del Plata

En plena ¡¡¡gira por la costa atlántica!!! –así, con tres signos de admiración, como corresponde a la estética Todo x 2 pesos–, Fabio Alberti y Diego Capusotto llegan a Mar del Plata en visita de médico: arribarán cada lunes de la temporada a bordo de un micro que transporta a toda la troupe, con el equipo técnico incluido. Y partirán en ese micro loco, suena Tremendo al final de cada función de Qué noche Bariloche!, para seguir por Villa Gesell, Pinamar, San Bernardo, San Clemente, Necochea, Miramar, Santa Teresita, Buenos Aires, y de vuelta a Mar del Plata, semana tras semana. El cartel que los anuncia en el teatro Mar del Plata, con la foto de los actores en frac descorchando un champán, no desentona para nada con el resto de la cartelera veraniega de la avenida Luro. Hay poco tiempo y la pregunta obligada de la previa a la primera función es: ¿cómo serán los camarines? O, mejor: ¿habrá camarines?

El tour de rigor por bambalinas tranquiliza: los camarines alcanzan para albergar con comodidad el traje de Teletubbie, la corona de flores que le mandarán de regalo a Boluda Total, el calzoncillo con el que Peperino Pómoro recolectará limosnas, entre una cantidad de elementos que ya están dispuestos. Entonces Alberti y Capusotto se disponen a reflexionar sobre lo que definen como “la ficción necesaria de las vacaciones”, y sobre este lugar tan Todo x 2 pesos que es Mar del Plata.

“Esta gira es un trajín largo y duro –advierte Alberti–. Cuando lo planeás te lo muestran dibujado en un papelito y parece fácil: primero acá, después allá, de ahí a más allá. Después, cuando llega el momento de hacerlo, hay que subirse al micro y andar y desandar kilómetros. Es pesadito, sobre todo para los técnicos. Nosotros llegamos, laburamos, descansamos y volvemos, pero los técnicos tienen que armar y desarmar estenografía todos los días”.

–Suena como que ya se están arrepintiendo.

Fabio Alberti: –No, porque nos va bien. Pero forma parte del trabajo. En cada lugar básicamente hacemos la función, nos vamos a cenar, esperamos a que los técnicos desarmen y cenen, y pegamos la vuelta. O nos quedamos a dormir, pero a las diez de la mañana del día siguiente te sacan del hotel. En San Bernardo, por ejemplo, a las 9 suena una corneta y tenés que dejar el hotel Luz y Fuerza, no se sabe si se está prendiendo fuego o es que te avisan que tenés que irte a otro lugar.

–¿Problemas con el Operativo Sol?

Diego Capusotto: –No, siempre llevamos la coima. Forma parte de la caja.

–¿En vacaciones el público es distinto, lo notan más relajado, que se ríe más o aplaude otras cosas, o es el mismo código?

F. A.: –Hay un público del 10 de enero, que vos les ves la cara y decís: éstos son del 10 de enero. Después está el de la segunda quincena, es un perfil distinto: siente un merecido descanso. El de la primera quincena empieza a deprimirse cuando va llegando el quince, sabe que tiene la segunda en Buenos Aires y que va a sentir que no tuvo vacaciones.

D. C.: –Las vacaciones son como una ficción, y esa ficción se nota en el público: el de la segunda de enero es un público más efusivo. Inclusive a veces hay pica entre la de segunda de enero y la primera de febrero, que se cruzan y se pelean entre ellos, el que llega lo goza al que se va... En fin, todo forma parte de la ficción del verano.

–¿Qué es lo más lindo y lo más feo que tiene Mar del Plata?

F. A.: –Esta vez estamos sólo una vez a la semana y eso es mejor, porque quizás acá hay demasiados espectáculos.

–No les pregunto como artistas, sino como civiles.

D. C.: –Sí, claro. ¡Como artistas no tenemos nada que decir!

F. A.: –Para mí lo más feo que tiene Mar del Pata es Hanglin en pelotas. Y lo más lindo, Martita.

D. C.: –Yo tengo un vínculo afectivo porque veraneaba acá de chico, teníamos un departamento en Arenales y Falucho. Después, en la adolescencia, dejé de venir. Quizá no vendría realmente de veraneo, pero esta ciudad tiene lugares muy lindos, y aunque sea un lugar común, de toda la costa éste es el lugar para venir en invierno. En el verano podés ir para el lado de La Serena, pasando el faro, si te alejás podés estar. Pero al centro yo, particularmente, le evito. Y también levito: si puedo me elevo, para tener algo de libertad de movimiento.

F. A.: –Mar del Pata es como una gran terminal, con gente de todo el país que viene y se va, viene y se va, todo el tiempo.

D. C.: –¡Es como el programa de Badía! Un estudio abierto...

F. A.: –Y si te quedás unos días, empezás a entender a Alfonsina Storni.

–¿Ventajas y desventajas comparativas entre Mar del Plata y Punta del Este?

F. A.: –La ventaja para mí es que Punta del Este es más barato. No sé si me vieron la cara, pero hoy pagué cinco pesos con cincuenta un sandwich de miga en la ruta. En Buquebús te sale más barato.

–Ustedes que están recorriendo la costa deben saber cuál es el boom del verano.

F. A.: –Lo que se viene fuerte es el shampoo de petróleo. Hay gente que lo usa, te “engrosa” el pelo y te lo mantiene fuerte. En un momento se usó la uva o el aloe vera: ahora se viene el shampoo de petróleo. Viene con olor a humo y olor a caca, podés elegir.

D. C.: –El dermatólogo Delgado anda en la costa vendiéndolo. El explica que cualquiera de las dos fragancias alejan iraquíes.

–¿Irma Jusid daría algún consejo para este verano?

D. C.: –Que hay que pasar el invierno.

–Muchos famosos son convocados por marcas para que pongan su cara a sus productos. ¿A ustedes los convocó alguna marca?

D.C.: –Nos convocaron por merca, pero ya no queremos saber nada con la droga. También nos convocó la gente de Soy Cuyano, pero no llegamos a un acuerdo. Y el pantalón Opus Dei, que es un pantalón holgado y muy hasta arriba de la cintura.

F. A.: –Ese es un pantalón de alta marca, así que quizá cerremos con eso.

–¿Un deseo para este 2007?

F. A.: –Tiene que estar preso. El y el hermano. Los dos.

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“Mar del Pata es como una gran terminal, con gente de todo el país que viene y se va todo el tiempo.”
 
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