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Sábado, 10 de enero de 2015

CHICOS › 54º FESTIVAL DE TEATRO INFANTIL DE NECOCHEA

Todos los niños van al Parque

El encuentro organizado por el Ministerio de Educación, junto con Pakapaka y el municipio local, se desarrolla hasta mañana en el bellísimo parque Miguel Lillo. Hay teatro, circo, mimo, títeres, clown, música y una sala de cine al aire libre, además de espacios recreativos.

 Por María Luz Carmona

Desde Necochea

Cae el sol en la ciudad y las familias regresan de la playa. El cielo está cubierto de nubes grises y se siente el viento caluroso, pesado. A metros del mar, en el bosque energético, las luces de colores se encienden y los banderines flamean. Ya están listos los escenarios, los artistas, las canciones, los retablos. La magia está por comenzar. Pero las primeras gotas caen del cielo, cada vez con más intensidad. Una lluvia de verano inauguró así el 54º Festival de Teatro Infantil de Necochea, que tuvo su inicio el jueves, pasado por agua. Sin embargo, esto no detuvo por completo la programación, ya que algunas funciones se realizaron en una de las carpas cubiertas. La fiesta teatrera continuó ayer y sigue hoy y mañana con una enorme cantidad y diversidad de espectáculos de circo, mimo, títeres, clown, música y teatro de sombras y objetos. También hay talleres de arte y juegos, una kermesse, una sala de cine al aire libre, una radio y espacios recreativos para toda la familia. Todo ocurre en el bellísimo Parque Miguel Lillo, de 18 a 24, con entrada gratuita. Ayer el festival se transmitió en vivo por el canal Pakapaka a través del satélite Arsat-1 (ver recuadro).

El festival está organizado por el Ministerio de Educación, junto con el canal infantil Pakapaka y el municipio local. En una conferencia de prensa, realizada la noche de la apertura, el titular de la cartera educativa, Alberto Sileoni, manifestó que “la democracia no se suspende por mal tiempo; y el festival de Necochea tampoco se suspende por lluvia. Una tradición extraordinaria de 54 años, el festival más antiguo junto con el de Cosquín, merece el brillo que siempre tuvo”. “Celebramos este encuentro que es para los niños, quienes tienen el derecho al esparcimiento y a la belleza artística, y es una responsabilidad del Estado Nacional estar aquí”, concluyó Sileoni, en el salón del Hotel Presidente, frente a decenas de artistas que participan de la iniciativa. Ayer las actividades se realizaron normalmente, con una gran cantidad de espectadores en todas las funciones. Entre los espectáculos más destacados se encuentran el de Los Cazurros, La Pipetuá, Pantayasos, el Circo de Abelardo.

En esta edición, las propuestas se multiplican y se amplían. Participan artistas necochenses y también de Buenos Aires, Río Negro, Entre Ríos, Salta, Mendoza, Santa Fe, Brasil y Chile. El festival se caracteriza por brindar espectáculos de gran calidad artística y con lenguajes, estéticas y temáticas muy diversas. “Este año tenemos casi el doble de propuestas que el año pasado. Gran parte del país está representado en las compañías. Además vienen grupos latinoamericanos. La patria grande está cada vez más representada”, se entusiasma el coordinador general de producción de Pakapaka, Marcelo Lirio. Una de las novedades de este año es que se realizan espectáculos fuera del parque, de esta manera se amplía la llegada del festival a los barrios. Hay funciones en las localidades de Juan N. Fernández, Santamarina y La dulce.

Las obras

En el escenario violeta se presentó la Compañía La Faranda, de Salta, con su espectáculo de títeres Fedro y el dragón. La obra cuenta la historia de un escudero joven, entusiasta y soñador de la Edad Media. Fedro tiene un amor imposible y un defecto notable. Pero a pesar de eso no se detiene, siempre sigue hacia delante. Debe vencer a un monstruo gigante que avanza sobre él. Y entonces un final feliz lo sorprende. A través del lenguaje del títere esta compañía de larga trayectoria, integrada por Claudia Peña y Fernando Arancibia, pone en escena una bella y poética obra que da lugar a varias interpretaciones y miradas. “Nos gusta dejar un mensaje abierto, es una característica que intentamos que tengan nuestros espectáculos. Es decir, que cada uno pueda ver algo de acuerdo a su historia, su edad, sus ganas y el ánimo del momento. Lo que pretendemos es que el espectáculo no esté cerrado a un solo mensaje o una sola visión, porque eso achica. El teatro justamente amplía la mirada, la perspectiva que tenemos como personas. Eso sólo lo puede hacer el teatro en el momento del vivo, cuando suceden las cosas en el escenario. De golpe te iluminás, te enriquecés, encontrás algo que no habías encontrado en otro momento de tu vida. Por eso no importa la edad que tenga el espectador”, cuenta la actriz y titiritera.

La compañía salteña creada en 1997 investiga sobre títeres mecánicos y dramaturgia para adultos. Tiene en su trayectoria 14 espectáculos, entre los más recientes: De fierro (2006), Fedro y el dragón (2008), Nao (2012), Línea materna (2014). “Por nuestra historia vemos que los títeres te instalan enseguida en el juego. No necesitás al actor, que se tiene que maquillar, poner el vestuario y entrar en el personaje. El títere, en cambio, te instala en el momento en el código. Es una forma y un lenguaje de expresión muy interesante, muy poco investigado, con grandes posibilidades de expresión”, destaca Peña.

También se presentó la Compañía Lumiato, de Brasil. Mostró una obra de sombras y objetos centrada en una leyenda de los pueblos originarios de Brasil. “Siempre nos interesó mucho la cultura indígena latinoamericana como temática a trabajar. Iara es una leyenda indígena, que también incluye mucho de lo europeo. En Brasil se dice cabocla, esto quiere decir que incorpora las dos visiones y se transforma”, cuenta la actriz Soledad García. Para lograr este notable trabajo de sonidos, luces y sombras, la dupla que se completa con Thiago Bresani realizó una intensa investigación acerca de las leyendas de los primeros pobladores. “Elegimos este texto porque también queríamos trabajar el lado femenino. Y esta obra tiene un personaje que nos permitía eso. Nos parece que el teatro de sombras es una herramienta muy potente para el teatro en general y que tiene muy poca investigación. Nos permite generar distintos climas a través de la música y la imagen”, concluye García.

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El festival más antiguo del país, junto con el de Cosquín, va de 18 a 24, con entrada gratuita.
Imagen: Gentileza Fernando Minnicelli
 
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