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Miércoles, 2 de abril de 2008

CHICOS › LA SEGUNDA EDICIóN DE LOS PREMIOS ATINA

Infantil, pero nunca chico

El Teatro La Comedia fue escenario de la entrega de premios de la Asociación de Teatristas Independientes para Niños y Adolescentes, que remarca que no se trata de un certamen competitivo, sino de un estímulo a la creación.

 Por Sebastián Ackerman

Por segundo año consecutivo, el teatro infantil tuvo su fiesta con la entrega de los premios Atina (Asociación de Teatristas Independientes para Niños y Adolescentes) en el Teatro La Comedia. Con mayor cantidad de público que el año pasado, volvió a tener el sabor de lo artesanal: chistes entre el presentador y el público, aplausos para todos los premiados y muchos abrazos en una ceremonia hecha a pulmón para hacer crecer al género. Los espectáculos destacados fueron Chiches, de María Inés Falconi; El Fausto criollo, de Gabriela Marges; Un ratoncito y la luna, de Rafael Cursi, e Irulana y el Ogronte, de Angel Romero. También recibió una mención especial por su trayectoria Sarah Bianchi, que tuvo la ovación de la noche al subir al escenario.

Los premios entregados a los espectáculos presentados el año pasado tienen como objetivo convertirse en un estímulo para los teatristas que se dedican al género infantil y juvenil, y no como una competencia, por lo que en cada rubro hubo más de un galardonado. Carlos de Urquiza, presidente de Atina, abrió la ceremonia comentando en qué están trabajando en la organización: el Festival Internacional de 2009, pero también en “llevar nuestro teatro infantil al exterior” y “estimular la producción nacional, sobre todo en el interior del país”. De Urquiza dijo a Página/12 que se están notando algunos cambios en el género: “Hoy se está dando cierta renovación en el ambiente. En la entrega de premios hubo varios elencos con gente joven. Algo está pasando, está comenzando a renovarse. El año pasado decíamos que éramos los dinosaurios de siempre que nos encontrábamos; en este momento yo siento que está comenzando a entrar gente joven”, analizó.

Este año, el Premio a la Trayectoria llegó a las manos de una de las precursoras del teatro de títeres para chicos: Sarah Bianchi. Aplaudida de pie, aseguró que aceptaba la distinción “no por mi labor, sino por lo que ha significado tantos años de seguir con el teatro para niños en las buenas, casi siempre en las malas”. Luego, en diálogo con este diario aseguró que este premio era especial: “La importancia que tiene es que es entre colegas. Y que los compañeros se acuerden de uno, te homenajeen como en este día, es muy emocionante, la mejor recompensa que podés tener: que tus pares sigan estando con vos como amigos o como compañeros de ruta, de lucha, de trabajo es muy importante. Siento esto realmente desde el alma. Y me da fuerzas, dentro de las que todavía me quedan, para seguir”, afirmó.

También se refirió a Atina y la importancia que –año tras año, desde su fundación en 2002– cobra el trabajo de la asociación. “Ayuda muchísimo, forma conciencia de la importancia del espectáculo para chicos”, reflexionó. “Poder compartir las búsquedas es tremendamente importante. Es la única forma de seguir teniendo vigencia, y sobre todo proyectarnos al futuro y en el mundo. Yo que por suerte viajo bastante, veo cosas de otros lugares que tienen tanto nombre y sí, son muy buenos, pero nosotros, creativamente, estamos muy bien ubicados en el mundo”, ya que “los teatreros argentinos son muy creativos: podemos montar una obra en un gran escenario o en una calle, pero siempre con creatividad”, comparó.

Bianchi estaba acompañada por Enrique Fisher, más conocido como Pipo Pescador. “Donde esté ella voy a estar yo”, decía de la galardonada como símbolo de admiración, y luego analizó la situación del teatro infantil hoy: “Creo que estamos de nuevo en un auge de grandes producciones que vienen de la televisión al escenario, en contraposición al trabajo duro y complicado de los que no tienen exposición televisiva. Son cosas absolutamente distintas. No me parece mal que haya televisión en teatro, pero no puedo dejar de ver que sería bueno que también al teatro independiente se lo fomentara. Porque de ese teatro surge casi siempre una fuerza, un talento, una corriente de novedad y de originalidad que no se puede desestimar, y la televisión se queda con los cuatro o cinco productos que tiene y no mira para ese lado”, opinó.

Sobre la entrega de premios, dijo que “Atina genera una energía, estimula en los artistas infantiles ese deseo de seguir creciendo, seguir haciendo. A mí me parece sumamente interesante, fue una sorpresa ver tanta gente con tanta ilusión. Y me gustó que los premios sean dados nomás, que no sean competitivos”, puntualizó. Al respecto, De Urquiza señaló que “los premios son un elemento muy importante para incentivar. Esta es una actividad sin estímulo. Dentro del teatro para chicos no vas a hacer plata ni te vas a hacer famoso. Hay una cuestión de fuego sagrado muy fuerte. El que hace teatro para chicos es realmente un trabajador, un artista trabajador. Sin apoyo institucional o público para seguir adelante, todo cuesta un poco más”, concluyó el presidente de Atina.

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Sarah Bianchi, premio a la trayectoria, fue ovacionada de pie.
Imagen: Arnaldo Pampillón
 
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