espectaculos

Sábado, 29 de marzo de 2014

CULTURA › UN LIBRO SOBRE JAVIER MARTINEZ, ESCRITO POR FABIO SCATURCHIO

“Como si lo estuvieran escuchando a él”

Yo soy Buenos Aires es el resultado de largas conversaciones entabladas por el baterista, cantante, compositor y pionero del rock criollo con su amigo y manager, mientras atravesaba un posoperatorio. El ex Manal actuará hoy en La Perla.

 Por Cristian Vitale

El 6 de septiembre de 2011, Javier Martínez salió airoso de una operación brava. Tres bypass “a corazón abierto” había sido el resultado de una arritmia descubierta a tiempo y de cierto carácter hipocondríaco que el creador de Manal, gran conocedor de sí, admite sin bemoles. El 7 –al otro día– su amigo y manager, Fabio Scaturchio, entusiasta director de cine independiente y melómano del rock argentino, además, ya estaba conversando con él. Relajados, largos mates de por medio, ambos encararon el arduo camino de desandar en palabras 68 años de vida, nada menos. “¿Sabe quién me lo presentó?: Gian Franco Pagliaro”, esboza Scaturchio, como el primer dato sorprendente de los que pueblan Yo soy Buenos Aires, primer libro que se le dedica, íntegro, al creador de “Jugo de tomate frío” y “No pibe”. “En verdad, vi que Javier estaba muy solo y lo empecé a ayudar. Empezamos a armar shows, hicimos un DVD (Por la vuelta) y ahora este libro. Javier no es de hablar mucho y dije: si no lo hago yo, no lo va a hacer nadie”, sostiene el autor del libro, que arrancó con la labor el mismo día en que Martínez salió de la clínica. “Salimos a caminar, se cansó, volvió y se metió en la cama: fue el momento de empezar.”

Yo soy Buenos Aires es el resultado, entonces, de detalles vivenciales, polémicos y llamativos –muchos de ellos desconocidos– que el baterista, cantante, compositor y pionero del rock criollo pudo evocar con tiempo, mientras atravesaba el posoperatorio. Revelar por caso –y a través de largas entrevistas que terminaron configurando casi una autobiografía– la influencia que tuvieron sobre él su padre actor; las sesudas lecturas de Tirso de Molina o Pirandello; las músicas de Gene Krupa, Vivaldi, Moris y Pappo. O recrear el circuito “minas-whisky-telos” que curtía con su gran amigo Sandro; la historia (lío incluido) de “La Balsa”; los bifes de chorizo que cocinaba la mamá de Tanguito en Caseros City; los desencuentros con los erpianos de La Paz; el origen de “Una casa con diez pinos”; la separación de Manal, o la noche que se llevaron presa “a toda La Cueva” y entre el gentío estaba el hijo del entonces presidente Onganía. “A las cuatro de la mañana lo llamaron al comisario de la 19 a la casa para decirle lo que había pasado y el tipo vino con sobretodo y el pijama abajo. Un desastre. Entró puteando como loco: ‘Me van a mandar a Tierra del Fuego a dirigir el tránsito con los pingüinos’, gritaba”, desempolva Javier –que hoy toca en La Perla (Rivadavia y Jujuy)– en uno de los pasajes más surrealistas del libro. “Hay cosas que me cuenta, pero que no están en el libro porque, claro, son muy íntimas”, agrega Scaturchio. El periodista no se refiere, en este caso, a la razón que da el ex Manal acerca de por qué no tuvo hijos ni jamás formalizó con una mujer. “O sos bohemio o tenés una familia... todo junto no se puede”, sentencia entre páginas un Javier sensibilizado, que afronta ítems usualmente omitidos por personajes con veleidades de rockstar: la madre, la hermana, el padre, los primeros amores. “Cosas que no se saben mucho de él, porque es muy hermético. Está claro que se trata de un libro de él, yo lo transcribí tal cual. Mucha gente me dice que está bien así, porque es como si lo estuvieran escuchando a él. Yo sólo lo fui llevando y está bien, porque no sé si él podría haberlo llevado. Por ahí, el artista no se da cuenta de lo que representa. El, por lo menos, no se da cuenta. No entiende lo que significa realmente para el rock argentino. Yo he visto gente que se pone a llorar cuando lo ve y a él no le gusta mucho eso. Es anticholulo a full. En un recital, una vez, había dos chicos de 20 años que le tocaban las manos y se ponían a llorar y a él le molestaba eso. Les dijo ‘ustedes admiran mi obra, pero la obra supera al autor... yo no soy mi obra, no soy tan excelente ni tan bueno’”, recrea Scaturchio.

Otra parte activa del autor fue encomendarle al entrevistado que aclare el lío que se generó con “La Balsa”, durante aquella famosa grabación en la que su voz le repite a Tanguito: “En el baño de La Perla de Once, compusiste ‘La Balsa’”. “Le pedí especialmente que lo aclarara, porque yo conozco a Litto, lo admiro mucho, y sé que está un poco molesto con eso, con la confusión. Javier lo admira mucho a Nebbia y aquella vez no quiso expresar que Tanguito había compuesto ‘La Balsa’ solo en el baño de La Perla... siempre dijo que era de Nebbia y Tanguito y que fue testigo de eso. Lo vio. Y lo cuenta en el libro pero, bueno, se armó un mito y quedó. Es una mala interpretación fruto de una mala edición... en realidad, quería que Tango la tocara, porque Tango pensaba que no la tenía que tocar, ya que la habían grabado Los Gatos, y así estaba bien”.

Yo soy Buenos Aires también contempla secuencias de los ocho años (1972-1980) que Javier pasó entre México, Estados Unidos y España; fotos de su archivo íntimo; el controvertido retorno de Manal en 1980; fragmentos dedicados a sus polémicas reflexiones políticas y las palabras introductorias de Rodolfo García, Juan Carlos Kreimer, Pipo Lernoud, Daniel Ripoll, Alfredo Rosso, Miguel Grinberg, Marcelo Gobello y Claudio Kleiman, que el autor no dudó en titular, a lo Borges, “Prólogos con un prólogo de prólogos”. “En realidad, el prólogo lo iba a hacer Spinetta, ya me lo había dicho, pero no pudo ser”, explica Scaturchio. “Ahora la idea es hacer otro libro con un tema que en este apenas esbozamos: el Javier filósofo, pensador y metafísico, sin necesidad de hablar del pasado. Ya quedamos en que iba a grabar todas esas charlas que tenemos todos los días y que no tienen que ver con Manal. Está podrido de hablar sobre eso que, para él, es asunto terminado.”

Compartir: 

Twitter

Scaturchio, director de cine independiente y melómano. Martínez, un prócer del rock argentino.
Imagen: Jorge Larrosa
SUBNOTAS
 
CULTURA Y ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.