(Alejandro Farías, Adrián Montín y Fabián Zalazar / LocoRabia)

La tercera entrega de esta colección incluye las adaptaciones a historieta de Chau, Misterix (de Mauricio Kartun) y Despertate, Cipriano (de Francisco Defillipis Novoa), ambas con guión de Farías. Las une el derrotero de la imaginación y la fantasía para escapar del encierro de lo cotidiano. En la primera, Montín hace un gran trabajo mechando estilos y trazos para separar los momentos de fantasía del protagonista y a la vez incluye referencias de época (como Pelopincho y Cachirula). En la segunda, Zalazar aporta su línea clara, pero ácida, para retratar al iluso de la influencia y el descalabro de su vida, logrando reflejar el clima de enajenación en que se envuelve a sí mismo el protagonista.

(Delius / Tren en Movimiento)

El libro, publicado primorosamente como si de un cuaderno personal se tratase, se divide en tres momentos: una suerte de reflexiones personales de la autora, una selección de sus colaboraciones con el colectivo Chicks on Comics y un diario de viaje a Colombia, en que repasa y reflexiona sobre su labor como dibujante y artista. El estilo gráfico de Delius es inconfundible por sus líneas precisas, geométricas y redondeadas, por su trazo a la vez quirúrgico y fluido, por sus colores sencillos, pero cabales. En Mi cuaderno... se muestra como una autora que alcanzó cierta paz con su trabajo y con su propia vida, aunque elige no mostrar el recorrido que la llevó allí, sólo lo sugiere.

(Paul Pope / ECC / DeBolsillo)

Con los años, la figura de Batman devino en paladín de la sociedad de control. El tipo con planes para cualquier contingencia, capaz de controlar todo lo que sucede en cualquier parte del multiverso. Es el panóptico con capa. Además de un dibujo extremo, Paul Pope sorprende en esta versión del personaje porque subvierte esa lógica y, a la vez, sigue permaneciendo fiel a la esencia del personaje. En una sociedad autoritaria y totalmente controlada, el Batman que oculta su rostro de las cámaras policiales se convierte en símbolo de la resistencia al régimen, de la subversión del sistema, mientras sigue enfrentando la corrupción de Gotham y sus peligros. Un imperdible para cualquier fan.

(Sid Jacobson & Ernie Colón / Editorial Sudamericana)

Jacobson y Colón abordan el Diario de Ana Frank en una adaptación rigurosa en cuanto al texto, aunque sencilla desde lo gráfico, y con la anuencia de la Casa de Ana Frank. No se trata de una adaptación a “novela gráfica” de las penurias de la adolescente en su casa de Amsterdan, oculta del régimen nazi, sino más bien un recorrido narrado en tercera persona sobre su vida: una biografía. Como tal, viene acompañada por datos extra, una cronología sobre el ascenso del nazismo, lecturas recomendadas y otro material documental. Desde lo gráfico, la dupla no construye auténtica secuencia narrativa, sino que presenta un dibujo más pensado en ilustrar lo que el texto indica.