Ich

(Luciano Saracino y Ariel Olivetti / Utopia Editorial)

Ich surge de la necesidad de guionista y dibujante de plantear un superhéroe latinoamericano, originario. Ich es el resultado del amor de Saracino por la aventura fantástica y la extensísima labor de Olivetti en las primeras ligas del cómic norteamericano de superhéroes. Aquí el protagonista es un aborigen que lleva máscaras que le permiten asumir los poderes de los animales y seres míticos que estas representan. Pero además, es un relato de la resistencia fatua contra la invasión y colonización española al continente americano. En la faceta gráfica, Olivetti establece otro mojón a su estilo de dibujo hiperdigitalizado, con el que en su momento supo marcar tendencia en el exterior.

Kirilenko

(Víctor Zelaya y Brian Jánchez / Ediciones Noviembre)

Kirilenko fuma, trata de pelotudos a los clientes y lleva un arma bajo el abrigo. Kirilenko está embarazada, también: de un alien. Porque así es la vida cuando se es una investigadora privada que lidia con extraterrestres que viven camuflados entre los humanos. Kirilenko reúne todo el humor ácido y las incorrecciones políticas de Jánchez con el dibujo de Zelaya, que ofrece una gráfica a la medida de su historia. Además, Zelaya apuesta por una composición de página de muchas viñetas, de la que sale airoso: en cada hoja suceden un montón de cosas, pero la historia no pierde legibilidad. El resto lo aportan los diálogos crudos, que generan un policial negro, pero bien argento.

The Boys vol.1

(Garth Ennis y Darick Robertson / Utopia Editorial)

Si en Watchmen Alan Moore planteaba el desquicio de los superhéroes al deconstruir el género, aquí Ennis retoma esa idea, le quita parte de su contenido político y le agrega toneladas de escenas revulsivas. Los “superhéroes” que pueblan el mundo de The Boys son de la peor calaña: criaturas ensoberbecidas por la pleistesía pública y por la imposibilidad de los estados de ejercer un control efectivo sobre ellos. Al punto de abusar sexualmente de una heroína menor para permitirle acceder a un grupo de “superhéroes” de primera línea. Allí entran en juego los protagonistas, un grupo de mercenarios que oficia de contralor cuando se pasan de la raya. Aquí hay superhéroes, pero no para niños.

La vuelta descremada

(Ibn al Rabin / Burlesque Ediciones y 2D Ediciones)

El suizo Ibn al Rabin tuvo un breve paso por Argentina. En 2009 participó de la edición más importante de Viñetas Sueltas, donde trabó relación con parte del under local. Su obra encuadra en lo que se entiende como historieta minimalista. En su caso, sombras de figuras con apenas los rasgos indispensables para distinguirlos y el entorno suficiente como para comprender el contexto. Con esos pocos elementos formales, el suizo narra cualquier –literalmente– cosa. En este caso, una de zombis incorporándose a la vida social y política europea. Y el relato, creado hace varios años, permite sin embargo establecer lecturas y provoca reflexiones sobre la actualidad del Viejo Continente.