Shakira, Fito Páez, Gustavo Cerati y Calle 13 en Buenos Aires. Ricky Martin, Chayanne, Babasónicos, Juanes, Maná y Diego Torres en el Distrito Federal mexicano. La heterogénea lista, que incluye muchos otros nombres de peso en la música latina, impresiona de verdad, porque es la primera vez que en esta parte del mundo se vivirá un evento de semejante magnitud: la Fundación América Latina en Acción Solidaria (ALAS), creada por la colombiana Shakira y presidida honorariamente por su compatriota Gabriel García Márquez, organiza estos dos shows simultáneos y con entrada gratuita para crear conciencia en todo el mundo sobre los 32 millones de niños que viven en situación de pobreza extrema en América latina. Este colectivo formado por artistas, intelectuales y líderes empresariales se propone mejorar la vida de esos pibes mediante la creación de un movimiento social que les provea programas de salud, educación y nutrición durante sus primeros seis años, los más importantes del desarrollo. El show porteño será en el predio en el que alguna vez Boca Juniors soñó una ciudad deportiva, en Costanera Sur, y se repartieron 150 mil entradas. Quienes no hayan llegado a tiempo podrán ver los momentos más relevantes en los especiales que emitirá Canal 13 a las 21 y a las 24, con la conducción de Bebe Contepomi, o seguirlo en directo a través de la web (por Prodigy/MSN). Como también se transmitirá en México, se calcula que el evento llegará a más de 15 millones de personas.

Las puertas del predio de España 2230, en la Costanera Sur, se abrirán al mediodía, pero el primer concierto será recién a las 16.20, con La Portuaria. A las 16.45 será el turno de la mexicana Paulina Rubio y a las 17.15, el de Pedro Aznar. El colombiano Carlos Vives subirá a escena a las 17.45, el uruguayo Jorge Drexler a las 18.20 y los puertorriqueños Calle 13 a las 19.10. A las 20 habrá un encuentro histórico: Gustavo Cerati y Fito Páez harán un set conjunto. Cuarenta minutos más tarde será el turno del español Alejandro Sanz y el cierre, después de las 21, estará a cargo de la mismísima Shakira. Se especula también con la presencia de artistas invitados en los sets de sus colegas. En la página web de la Fundación ALAS se promete la presencia de Alejandro Lerner, La Chilinguita, Los Fabulosos Cadillacs (¿o serán algunos de sus integrantes?) y Mercedes Sosa. En México, el show será en el Zócalo, la principal plaza del DF, y se juntarán 200 mil personas para ver a Ricky Martin, Chayanne, Miguel Bosé, Babasónicos, Maná, Los Tigres del Norte, Juanes, Emmanuel, Diego Torres, Timbiriche, Tania Libertad, David Bisbal, Ana Torroja, Juan Luis Guerra y Aleks Syntek.

Ambos conciertos servirán como lanzamiento de ALAS, que tiene su sede central en Panamá. Entre los directivos de esta organización sin fines de lucro, además de García Márquez como presidente honorario, está el novio de la cantante colombiana, Antonio de la Rúa, uno de los vicepresidentes. En el acta de origen aparecía otro ex Grupo Sushi, Lautaro García Batallán, quien fue señalado como uno de los responsables de la represión del 20 de diciembre de 2001, pero ya no forma parte de la fundación. El consejo de activistas es presidido por Bosé, y de él forman parte artística Sanz, Juanes, Shakira y el ex Fugees Wyclef Jean, además de empresarios como el argentino Alejandro Bulgheroni y el mexicano Carlos Slim Helú, y el ex presidente español Felipe González. Entre los activistas, más nombres conocidos: León Gieco, Michael Stipe (R.E.M.), Luis Alberto Spinetta, Ricardo Montaner, Raphael, Rubén Blades, Thalía, Ricardo Arjona, Alejandro Fernández, Daddy Yankee, Daniela Mercury, Don Omar, los Enanitos Verdes, Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu), Fidel Nadal, Jaime Bayly, Julián Weich, Jennifer López y Julieta Venegas, además de los que actuarán en el festival. La CEO de ALAS, Araceli Ruano, trabajó durante años con el ex vicepresidente norteamericano Al Gore, organizador del Live Earth.

“Queremos unirnos para mejorar las condiciones de salud, nutrición y educación de nuestros niños latinoamericanos”, explicó Shakira en diciembre de 2006, cuando se anunció la formación de ALAS. “Esa será nuestra forma de encarar la batalla contra la desigualdad.” Para la tarea cuentan con el apoyo de varios patrocinadores, además de la resonante donación de 200 millones de dólares que recibieron el miércoles: de ese dinero, 110 millones fueron aportados por el mexicano Carlos Slim Helú, el segundo hombre más rico de la Tierra, y 85 por Howard Buffet, hijo de Warren Buffet, a quien la revista Forbes da como número uno en su ranking de multimillonarios. Del aporte de Slim Helú, 10 millones se destinarán a ayudar a las operaciones de la fundación, incluidos los shows, y 100 a programas para la niñez.

“Se requiere de una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma”, había dicho García Márquez cuando se creó ALAS. La propuesta de la fundación es generar un compromiso colectivo para implementar programas de Desarrollo Infantil Temprano (DIT), porque en los primeros tres años de vida es cuando se desarrolla el 80 por ciento del cerebro humano (pensamientos, sensaciones, atributos de la personalidad y capacidades motrices). Entre los 3 y los 6 años, el ser humano adquiere sus cualidades básicas de comunicación, especialmente el habla y el lenguaje. Si el desarrollo neurológico de los menores de 3 años se retrasa –por falta de cuidado prenatal, desnutrición o falta de estimulación–, las repercusiones negativas para el resto de la vida son muy difíciles y onerosas de compensar. Según estudios que cita la fundación, eso lleva a un comportamiento antisocial que puede traducirse en delincuencia, a una salud más frágil, dificultades de aprendizaje, fracaso escolar y una capacidad menoscabada para la generación de ingresos. En cambio, con programas de educación, nutrición y salud adecuados, los chicos pobres estarán en mejores condiciones para afrontar sus vidas. Y los gobiernos, dice ALAS, ahorrarán mucho del dinero que se destina a tratar de reparar el daño que sufren sus sociedades.

“Latinoamérica se ocupa de sus propios problemas, Latinoamérica por Latinoamérica, por los niños. Debemos exigirles a nuestros gobiernos un mayor esfuerzo. ¡Vamos a hacer historia!”, se enfervorizó Shakira en la conferencia de prensa en la que se anunciaron las donaciones. “Los niños son el 25 por ciento de nuestra población, pero el ciento por ciento de nuestro futuro. Vamos a entregarnos en alma y cuerpo a la niñez”, prometió Bosé, quien dijo que los artistas son “soldados” contra la pobreza. “ALAS va a mejorar las cosas porque es responsabilidad de todos”, señaló. Slim Helú reconoció que “el empresario tiene una responsabilidad” y propuso “colaborar con los gobiernos para acelerar la erradicación de la pobreza infantil”. Emilio Azcárraga Jean, presidente del pulpo multimedia Televisa, también estaba presente y fue él quien reconoció a la autora de “Las caderas no mienten” como la que movilizó a todos los demás. Y Bu-ffet, quien fue el único en mencionar la palabra “desigualdad”, reafirmó la importancia de la blonda cantante: “Cuando Shakira llama, uno va”.

Casi está de más aclarar que los artistas no cobrarán y que compartirán equipos para abaratar los costos de semejante megaconcierto. ¿Y los egos? “Nada que ver”, según Bosé, quien le dijo a Associated Press que la clave está en la amistad entre los músicos: “Vamos a repetir lo que hemos hecho en muchas noches en muchos cuartos de hotel o en las casas de mucha gente –la mía, la de Alejandro Sanz, la de Shakira–, que es cantar juntos”. Entre semejante acumulación de buenas intenciones, la “viveza criolla” aportó un costado amargo: aunque las entradas para los conciertos se entregaban en forma gratuita, en los sitios de Internet destinados a subastas llegaron a cotizarse por encima de los 100 pesos. Por más que se especule lo contrario, a veces las miserias no vienen de quienes más tienen.