espectaculos

Sábado, 29 de agosto de 2009

UN BALANCE DE LAS TRES JORNADAS DE WIKIMANíA 2009 REALIZADAS EN BUENOS AIRES

Cuando el debate va más allá del ciberespacio

Nadie esperaba largas jornadas de pura coincidencia, y así fue. Richard Stallman terminó fogoneando una de las discusiones más intensas, en un encuentro que sirvió para seguir buscando las formas de pulir herramientas para compartir el conocimiento.

 Por Facundo García

“Wikipedia y sus proyectos hermanos siguen creciendo. Como adolescentes sufren acné, les duele un poco el cuerpo y tienen frecuentes cambios de humor.” La frase quedó rebotando en la cabeza de quienes asistieron a Wikimanía 2009, el encuentro mundial que la comunidad Wiki realiza cada año y que esta vez tuvo como sede a Buenos Aires. La sensación fue casi unánime: la Enciclopedia en la que “todos pueden editar”, la más profusa que ha conocido la historia –y que funciona, además, como locomotora de otras movidas colaborativas– mantiene sus fortalezas aunque ya es imposible no notar que hay lucecitas rojas titilando. Las más de cincuenta charlas que se desarrollaron durante los tres días de simposio apuntaron a destacar eso. Con onda. Con optimismo. Pero también con preocupación y con la certeza de que es urgente plantearse objetivos estratégicos.

La neutralidad en debate

Los integrantes del capítulo local de Wikimedia –la institución sin fines de lucro que coordina las principales iniciativas del palo– habían aprontado cada detalle para que la tertulia discurriera tranquilamente. Entonces llegó Richard Stallman. Se sabe que cuando al pionero del Software Libre le salta la térmica es mejor resetearlo, porque se calienta (¡y cómo!). Claro que ninguno de los asistentes sospechó que su intervención en la apertura del evento elevara tanto la temperatura. Mauricio Macri acababa de dar por inaugurado el ciclo con un despelotado intento bilingüe cuando RMS –tal es el nick con el que invocan al barbudo en el ambiente– sopapeó a la asistencia con su seguidilla de cuestionamientos. “En Wikipedia –pinchó el hacker– existen errores que no se corrigen. Y lo que es peor, hay participantes y hasta administradores que están determinados a mantenerlos.”

Los misiles posteriores fueron para la Wiki en español y apuntaron a cuestionar la incorporación de Rebelion.org –un portal de izquierda– dentro de la “lista negra” donde se enumeran las páginas que se consideran “spam” y no pueden usarse como referencia. En ese mismo grupo se incluye, por ejemplo, a los sitios pornográficos. Con un agravante: que se sepa, las páginas porno no difunden aportes de intelectuales como Noam Chomsky, Marta Harnecker ni Eduardo Galeano, como sí sucede en Rebelion.

“Al revisar los argumentos ‘oficiales’ –observó Stallman– leo que se califica a esta fuente de ‘no ser neutral ni verificable’. ¿Acaso es menos neutral y menos verificable que Foxnews.com? En absoluto. Tampoco es justo haber puesto a Rebelion en esa lista sólo porque alguien haya empezado a meter arbitrariamente links que conducían a esa dirección. Se ha llegado a expulsar a usuarios por opinar con vehemencia sobre esto. Es ilógico. Es como demolerle la casa del vecino sólo porque ocasionalmente puso la radio demasiado fuerte. ¿Qué clase de democracia es ésta?”.

En la segunda jornada, durante la charla “Repensando el punto de vista neutral”, Galileo Vidoni e Ivana Lysholm –miembros del equipo argentino– contestaron las críticas sin dejar de reconocer que el incidente suscitado hace poco más de año ha dejado a la vista debilidades a la hora de elaborar una noción compartida de lo que significa “neutralidad”. “No es justo que nos acusen de fascistas censuradores”, se enojó Lysholm. “Pero la bronca que nos da eso no nos quita la preocupación de que wikipedistas experimentados estén cuestionando fuentes porque ‘no les parecen neutrales ni verificables’. Es verdad que no podemos pedirles a las fuentes que sean neutrales, ¿quién es neutral?”, advirtió. La ex miembro del comité de resolución de conflictos de la comunidad ahondó en el tema y subrayó que “en vez de forzar artificialmente un ‘justo medio’, lo inteligente es intentar un texto que explicite cuáles son las posturas en pugna.” “Nosotros –enfatizó– no somos fuente primaria. Nuestro criterio de verificabilidad tiene que ver con la relevancia y el nivel de las referencias, no con el chequeo de los datos en sí.”

A su turno, Viloni admitió que en el “affaire Rebelion” los odios personales habían tenido un peso determinante: “La puesta en la lista negra tuvo que ver con que durante la discusión se descubrió que se habían puesto cuatrocientos enlaces en lugares que no tenían nada que ver, una operación típica de los spammers. Igual en mi opinión el asunto se desvirtuó y se debería rever la decisión. La solución sería sacar aquellos links que son spam y dejar los correctos. Ahora bien, no les contamos el final: ‘¡Rebelión publicó una nota sosteniendo que somos de la ‘mafia sionista’ y llamó a sabotear Wikimanía!”.

Un gigante con dolor de muelas

Una de las razones por las que la reunión global se concretó a orillas del Río de la Plata fue la actividad febril que mantiene el grupo wiki de aquí. Los aportes no consisten sólo en redactar. Hay peleas y agarradas fuertes, pero lo sorprendente es que dos por tres esos enconos dan sus frutos. En efecto, el segundo artículo más extenso de la Wikipedia en español tiene un título que resulta más familiar que el Cumpleaños Feliz: Paro agropecuario patronal de 2008. Las 40.000 palabras en la discusión –unas ochenta páginas impresas– derivaron en las 35.000 que componen la entrada, con casi 300 referencias, fotografías y hasta gráficos explicativos. Si se conducen con altura, los antagonismos fuerzan el avance.

¿Hasta dónde crecerá la Enciclopedia Libre? Enrique Chaparro y Leonardo Moledo se encargaron de responder en clave borgeana a ése y otros interrogantes. Recordando “La Biblioteca de Babel” –aquel cuento en el que se describe un vertiginoso enjambre de libros que se repite hasta agotar las combinaciones de la escritura–, los matemáticos tendieron similitudes y señalaron diferencias. “Si la biblioteca de Babel existiera, su densidad sería tan grande que colapsaría en forma de un agujero negro y dejaría de existir. Así que mejor nos quedamos con la Wikipedia: tiene la ventaja de ofrecer un orden, que es base del conocimiento”, avisó Moledo.

Varios oradores se refirieron a la merma en la participación y la edición de artículos; un dato que buena parte de la prensa ha aprovechado para vaticinar una supuesta “crisis” de los Wiki. El propio Jimmy Wales (ver nota aparte) salió al cruce de los rumores. “En aquellas ediciones que han superado el millón de artículos es entendible que esto acontezca, porque el campo que queda para seguir avanzando a grandes pasos empieza a acotarse. Asimismo, cabe la posibilidad de que nos hayamos vuelto menos amigables con los que llegan, y deberemos modificar eso. No son grandes obstáculos. Si me preguntan a mí, me quedo con los datos alentadores que nos dan los análisis sobre idiomas que son una oportunidad, como el Wolof y el Punjabi”, concluyó Jimbo.

Compartir: 

Twitter

Stallman apuntó al corazón de los planteos que se le hacen a “la Wiki”: los errores a corregir.
Imagen: Gustavo Mujica
 
CULTURA Y ESPECTáCULOS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.