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Sábado, 28 de noviembre de 2009

JOSé PABLO FEINMANN, REP Y LA SERIE A PENSAR DE TODO

“En un mundo que no duda, dudar de todo es subversivo”

Mañana aparece el primer DVD con Página/12. Cuando surgió la propuesta, “a mí me pareció raro, pero Miguelito tenía un entusiasmo bárbaro. Y si está entusiasmado, lo tenés que seguir”, relata Feinmann. En este diálogo, el dúo analiza el intercambio.

 Por Silvina Friera

En el arte de enseñar, José Pablo Feinmann bien podría ser una suerte de pedagogo neo cartesiano, con una fuerte modulación hegeliana, cuando se pregunta por qué ya nadie se atreve a dudar. Pero cuando camina con guapeza de una punta a la otra del escenario y cuenta con el desparpajo y la redondez necesarios la caída del Muro de Berlín y mecha una evocación al genial músico ruso Dimitri Shostakóvich y su ambivalente relación con el régimen comunista, arremete contra Francis Fukuyama y Samuel Huntington, los cruzados del “fin de la historia” y el “choque de civilizaciones” respectivamente, y hace una magistral cabriola con el tiempo y se remonta a 1831 para recordarlo a Hegel –que incurrió en el pecado de dar por finiquitada la historia– y explica en unos minutos la frase talismán hegeliana, “todo lo real es racional y todo lo racional es real”, JPF parece encarnar en un filósofo peripatético –llamado así por su costumbre de caminar– de la Antigua Grecia. Sin apartarse del hilo del tema madre, dispara hacia la aparición de un nuevo sujeto, el proletariado, que el gran barbudo, Carlos Marx, “el verdadero dialéctico”, pronosticó que, además de enterrar a la burguesía y a la monarquía, fundaría una sociedad sin oprimidos. “En filosofía es mejor pensar que profetizar; cuando se profetiza, se pierde”, dice JPF haciendo una lenta reverencia a las 200 personas que lo escuchan.

A pensar de todo, la consigna de las clases que JPF dio en el Centro Armenio este año, con ilustraciones en vivo de Miguel Rep, llega ahora en una colección que reúne en cuatro DVD este ciclo en el que se trata de reflexionar, en un momento en que el poder mediático intenta que los sujetos no piensen, sobre la política, la violencia, la filosofía y la religión, entre otras yerbas. Página/12 lanzará mañana el primer DVD, “Pensar la globalización”, colección que se completará con las próximas apariciones, “Pensar la derecha argentina, Pensar la izquierda argentina” (que acompañará la edición del diario del domingo 27 de diciembre), “Pensar en política y religión, pensar en filosofía y religión” (el 24 de enero de 2010) y, finalmente, “Pensar la violencia, pensar el mundo hoy” (el 21 de febrero).

“Parece el camarote de los hermanos Marx”, bromea José Pablo Feinmann cuando echa una mirada al cuarto, asediado por los libros y los CD con música clásica, donde escribe sin parar sus libros, las contratapas del diario y los titánicos fascículos sobre el peronismo, que sumarán más de dos mil páginas. La computadora de JPF es una especie de tesoro humeante que nadie se atreve a tocar en esa casa. A pensar de todo es su caballito de batalla desde los 23 años, cuando se animó a poner el cuerpo en las aulas de la facultad de Filosofía como docente. “Esta experiencia es una continuación de los cursos que vengo dando desde 2001. Ricardo Cohen, que me produce el programa en Canal Encuentro, tuvo esta idea. Como Rep venía ilustrando los fascículos de filosofía y de peronismo, se le ocurrió juntarnos. A mí me pareció raro, pero Miguelito tenía un entusiasmo bárbaro. Y si está entusiasmado, lo tenés que seguir.” En rigor, el que corrió a una velocidad crucero fue Rep. A espaldas del hombre que clava el aguijón del pensamiento, una pantalla gigante proyectaba los dibujos que hacía entre bambalinas. JPF mencionaba, por ejemplo, a Adam Smith, el padre del liberalismo económico con su diabólica biblia, La riqueza de las naciones, y mientras arremetía contra el fundador de la ética del egoísmo y se despachaba con la anécdota del carnicero, para aclarar por qué la mejor calidad de la carne no se debe a la benevolencia del carnicero, sino a su egoísmo, en menos de un minuto, un Smith un tanto siniestro se desplegaba en la pantalla, concebido por la mano de un dibujante que con solo un golpe de vista puede trazar una caricatura formidable.

La mano invisible

Nada fue estruendoso, ni hubo temblores telúricos; en todo caso lo que temblaba, en vivo y en directo, era el pensamiento. Lo que sorprendía y sorprende al ver el DVD es la capacidad de asociar, de relacionar y de no repetir de memoria la letra de los filósofos sin ponerlas bajo la sospecha de la duda. “El teórico más importante del liberalismo apeló al egoísmo como motor fundamental, y sostenía que el mercado se regula por una ‘mano invisible’ anterior a la de Maradona con los ingleses. ¿Y dónde está esa mano? Nadie sabe. Era, sencillamente, un mecanismo retórico con el que Smith disimuló que el mercado es un espacio en el que todos quieren devorarse, o se asocian para aprovecharse de los demás.” JPF pega el gran salto del siglo XVIII al presente político de una gestión que reniega, cuanto puede, de esa maldita “mano invisible”. “Este Gobierno interviene, trata de fortalecer al Estado y distanciarse de ciertas reglas de oro del neoliberalismo, y enfrenta al Grupo Clarín. Yo no sé quién es el Grupo Clarín, no sé con quién habla Magnetto para tomar las decisiones finales. El poder mediático se ha convertido en uno de los pilares de la globalización en tanto procura intentar que los sujetos no piensen.”

Escucharlo a Feinmann incita a moverse al compás de sus piruetas intelectuales y rechazar de plano la fosilización de la cronología. Del poder mediático de estos tiempos aciagos transita hacia la gran revolución del siglo XVII, la duda que instauró Descartes, pionero de la filosofía moderna. “Dudar de todo es tremendamente subversivo en un mundo que no duda”, afirmó Feinmann con una pasión in crescendo. “En realidad estamos educados para no dudar porque estamos educados para no pensar. Si dudo de todo es porque soy un hombre que estoy dispuesto a pensar por mí mismo. Yo quiero buscar mi propia verdad. La revolución que hizo Descartes, ‘pienso, luego existo’, nos demuestra que hoy no pensamos, no existimos.” Como nota al pie del final de la primera parte de la clase sobre la globalización cita a Foucault, quien advirtió que no hay que confundir, como lo hicieron el marxismo y la izquierda, la represión con el castigo físico. “La represión es aniquilar nuestras conciencias entreteniéndonos con tantos culos y tetas hasta que nadie se atreva a preguntar por nada. Nadie se atreve a apagar el televisor y decir ‘voy a dudar de todo’”.

En el país de los peronólogos

Feinmann recuerda que si a veces nombraba a alguien difícil de dibujar, como John Locke o David Ricardo, la asistente de Rep lo googleaba hasta encontrar la foto que el dibujante necesitaba para poner manos a la obra. “Me hacía bien no ver lo que dibujaba, si no me hubiera distraído. Es un dotado, un gran artista. Fue una gran experiencia; nos queremos mucho y somos como una pandilla”, resume JPF. La charla sobre la violencia fue una de las que más interés suscitaron. “Cuando tocás temas como la triple A o la ESMA, la gente no puede esperar al final para preguntar. El peronismo es el gran tema de la Argentina. Fíjese cómo está el país ahora; está cruzado de pasiones, de odios. Hace mucho tiempo que no veo tanto odio en el país, ¿no? Todos creen saber de peronismo; éste es un país de peronólogos. En la Argentina hay 20 mil interpretaciones del peronismo; y en algunos casos, mucha vida puesta en la militancia.”

El compañero ilustrador

“Llegó, qué grande”, grita JPF cuando Rep traspasa el umbral del camarote de los hermanos Marx. Los integrantes de la pandilla, el filósofo parlante y el muchacho de los dibujos mudos pero muy ruidosos, se reverencian mutuamente. Es la primera vez que Rep está en la casa del “hombre ilustrado” a quien ilustra con sus dibujos. “La diferencia con otras experiencias fue el estar en vivo. Una vez que empezás no podés terminar, no es como dibujar en el tablero. Si yo cometía algún error, lo tenía que subsanar en el acto o aprovecharlo para capitalizarlo. Estaba bien preparado porque estuvimos trabajando juntos con La filosofía y el barro de la historia y con los fascículos del peronismo”, cuenta Rep. “Yo intentaba no caer en el humor para no distraer a la gente. Hubo momentos en que el público se reía, pero yo veía eso como defecto porque se desviaba de la clase. Entonces traté de no ser ingenioso y más que nada ilustrar y acompañar. Lo importante es que se fijaran en imágenes algunos conceptos. Me parecía bueno dejar cristalizado con los dibujos lo que significó Robespierre, la Revolución Francesa, Marx o la caía del Muro de Berlín.”

JPF da clases desde los 23 años. En 1966, cuando Juan Carlos Onganía intervino las universidades, la mayoría de los profesores se fueron al exilio. “Pero muchos se quedaron con la consigna de luchar desde adentro. En Filosofía se dictaba la materia Antropología Filosófica, y como Onganía todavía tenía en cuarentena a psicología, de pronto la materia Antropología Filosófica, que no la hacía nadie, tuvo 700 inscriptos porque todos los de psicología la cursaron como optativa para no perder el cuatrimestre. El que la dictaba, Conrado Eggers Lan, llamó a los alumnos que más quería. Yo no estaba recibido y además no había cursado esa materia, pero él me dijo que no importaba, que me iba a arreglar. Agarré una comisión que tenía 250 alumnos y di mi primera clase sobre los manuscritos filosóficos de Marx. Yo me acuerdo que daba Marx sin miedo; era muy joven y tenía tantas ganas que no me preocupaba.” Rep confiesa que todos los martes iba al Centro Armenio con mucho entusiasmo. “Pocas veces me pasó eso; una vez que José Pablo empezaba a hablar, la cosa fluía y deseaba que siguiera. Fue como recibirme de dibujante en vivo”, admite. “No es que dibujé mientras un grupo de jazz estaba tocando. No es lo mismo; la libertad lírica, el delirio absoluto no era posible. Acá tenía que ser riguroso y didáctico.”

Apocalipsis now

La segunda parte del DVD vuelve sobre 1989, la caída del muro de Berlín y la tesis de Fukuyama sobre el fin de la historia. La pantalla proyecta el genial dibujo de Rep sobre el politólogo estadounidense de origen japonés, que aparece amarillo hasta la hepatitis, o por la vergüenza. A JPF le gusta abonar la ironía siempre y cuando la historia se lo permita. La proclama del gurú de la globalización no resultó simpática para la industria armamentista norteamericana que traducía, con el diccionario del lugar común, que si se asistía al happy end de la historia, no tenía sentido fabricar armas. Será Huntington, profesor del Pentágono entre otras matufias, “una basura de tipo”, como lo define Feinmann, quien vendrá a restablecer la hipótesis de conflicto ya no entre clases sino entre civilizaciones. Una frase de George Bush, “Dios no es neutral”, le dio a JPF tela para cortar sobre el complejo panorama internacional que estalló literalmente por los aires después del ataque al World Trade Center. “Cuando Bush dice que Dios está con nosotros, en el mundo islámico los terroristas también están seguros de que Dios está con ellos, que les tiene reservado un paraíso infinito si se sacrifican en la tierra. Marx trató de cambiar el sistema capitalista, pero el terrorismo no trata de cambiarlo sino de destrozarlo”. El exceso de Dios post 11S, la globalización del terror y la imposibilidad de entrar en contacto con el otro habilita a recuperar el pensamiento de Emmanuel Lévinas: “El otro es tan importante para mí porque sólo su mirada me confirma mi existencia”, lo citó JPF. “Estamos viviendo un momento terrible; estamos en presencia de una multipolaridad casi apocalíptica, donde hay poca capacidad de diálogo.”

La conciencia crítica

Invocar lo que hizo la filosofía en los años ’60, que se empecinó en destruir el edificio marxista –considerado ideológicamente totalitario–, es como rasgar la costra de una herida relativamente cercana y aún dolorosa. Del cuarteto de filósofos posmodernos integrado por Lyotard, Vattimo, Braudillard y Foucault, los dos primeros son duramente zarandeados por JPF. “El posmodernismo vino a instalar la riqueza de lo múltiple y a decirnos que vivimos en una sociedad transparente (término usado por Vattimo) en la que todo es un show constante. Pero esta sociedad de lo múltiple, nos ahoga con lo múltiple. Tenemos miles de hechos, pero no sabemos cuál es la verdad”, subrayó Feinmann. De Baudrillard –a quien definió como un gran filósofo– recordó El crimen perfecto, en el que dijo que la realidad murió porque “todo lo que vemos ya no es la realidad”. Con el envión baudrillardiano, JPF volvió a asediar al poder mediático. “Nietzsche dice que no hay hechos, hay interpretaciones. La verdad es una conquista del poder. La globalización consiste en una serie de verdades que nos quieren imponer a todos. En consecuencia, tenemos que luchar contra el poder para quitarle la verdad y elaborar una verdad que nos exprese. El arma de resistencia más fuerte que tenemos ante esa locura es nuestra pequeña conciencia crítica.”

En el epílogo del DVD aparecen las tres preguntas que el público hizo después de la clase. ¿Los excluidos son el nuevo sujeto histórico? “Sí –confirmó Feinmann–, porque son la vieja clase obrera humillada por este modelo universal, que ya no tiene que ver con la producción en fábricas, sino con el capital financiero. Estamos ante un sujeto pobre, que no tiene educación y que es terriblemente peligroso. Querrán matarlos con el paco, y no podrán. Eso sí, el día que se harten, nos van a barrer a todos. El capitalismo no sabe incluir, es la nueva barbarie.” ¿Qué antinomia hay entre el Gobierno y el capital globalizado? “Yo quisiera que hubiera una mayor distancia”, reconoció JPF. “Apoyo a este Gobierno –aunque me gustaría apoyarlo por más cosas–, porque la oposición que tiene es vomitiva. Ningún gobierno puede enfrentase decididamente con el orden internacional; no nos hagamos los locos. Vivimos en una guerra del terror y las relaciones con los poderes internacionales no puede ser agresiva”, precisó el autor de Timote. “No puedo regalar esperanzas, pero trato al menos de que no nos tomen por estúpidos. Lo que sí propongo es que frente a la fuerza opongamos inteligencia. Que mostremos que no somos idiotas, y que los que sostienen la injusticia no tienen la razón.”

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“Fue una gran experiencia; nos queremos mucho y somos como una pandilla”, resume Feinmann la experiencia junto a Miguel Rep.
Imagen: Carolina Camps
 
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