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Sábado, 10 de abril de 2010

PROTAGONISMO FEMENINO EN EL ARRANQUE DE LA COMPETENCIA ARGENTINA

Tres películas hechas a cuatro manos

Los debutantes Julián Borrell y Demián Santander presentaron Rodríguez, mientras Alejandro Lingenti y Juan Villegas hicieron Ocio. Pero la primera sorpresa feliz de la sección fue Los labios, dirigida en colaboración por Santiago Loza e Iván Fund.

 Por Diego Brodersen

Las primeras dos jornadas de proyecciones de la Selección Oficial Argentina estuvieron dominadas, en este doceavo Bafici que acaba de comenzar, por los dúos de realizadores y por los grupos de mujeres. Estas últimas no tanto detrás de cámaras, pero sí ocupando las pantallas en dos historias de diverso tenor y resultados dispares. Es el caso de Rodríguez, debut de los jovencísimos Julián Borrell y Demián Santander, egresados de la escuela de cine Cievyc y de quienes pocos habían oído hablar hasta que la lista de películas en concurso fuera anunciada algunas semanas atrás (en una clara apuesta de los programadores del festival por el descubrimiento de nuevos nombres). Y frescura no es precisamente lo que falta en este film que tiene en sus dos actrices protagónicas, Mora Giuliani y Agustina Cámara, tal vez el más fuerte de sus cimientos dramáticos: su falta de afectación y su carisma son los elementos que sostienen en gran medida los 133 minutos de duración. Metraje que se percibe crecientemente exagerado a medida que el relato avanza hacia sus tramos finales.

Rodríguez narra el reencuentro casual de dos jóvenes amigas luego de un distanciamiento de años y de cómo esa inesperada situación deviene en un viaje en tren que debe llevarlas desde Buenos Aires hacia la ciudad de Posadas, cerca de las ansiadas Cataratas. Que nada resulte como había sido planeado y que ambas mujeres oculten más de un secreto es el punto de partida de un film que no esquiva una buena parte de los trucos de la road-movie más tradicional, aunque estén jugados en un tono mínimo y sin grandes excesos melodramáticos o vueltas de tuerca insospechadas. Virtud que se ve opacada en gran medida por la excesiva confianza en la acumulación de escenas similares y un tono de ligereza que termina tornándose algo banal, dos lastres que, sumados a la excesiva duración, van minando de a poco las bondades que el film había sabido conseguir.

Otras mujeres –tres, para ser exactos– son las encargadas de ponerle el rostro y el cuerpo a la primera sorpresa de esta competencia, otro film realizado a cuatro manos, en este caso por Santiago Loza e Iván Fund, respectivamente el director de Extraño, Cuatro mujeres descalzas y la reciente La invención de la carne y el realizador que mostró el año pasado su ópera prima, La risa, en estas mismas salas baficianas. Las primeras imágenes de Los labios presentan al trío protagonista a punto de subir al ómnibus que lo conducirá a una empobrecida barriada santafesina, con la misión de conocer a sus habitantes y censar sus dificultades económicas, laborales, educativas y sanitarias. Dos de ellas parecen enfermeras, la tercera socióloga, pero poco importan sus diplomas; están allí e intentan paliar en la medida de sus posibilidades, sin demasiada ayuda de las autoridades, la pobreza y la enfermedad reinantes.

Loza y Fund construyen un film que va diluyendo su anclaje en los lugares comunes de mucho cine “comprometido” gracias a una particular sensibilidad que no le teme a la mezcla de ingredientes cinematográficos. Por el contrario, es el roce entre una construcción dramática de ficción –la de las tres mujeres y su convivencia diaria en un destartalado hospital abandonado– y las escenas que registran en primera persona los padecimientos, pero también algunas alegrías de los habitantes del lugar, las que terminan dándole a Los labios una cualidad única. Una apuesta creativa que la cámara –siempre precisa, nunca redundante– y el montaje van moldeando lentamente a partir del notable trabajo de Eva Bianco, Victoria Raposo y Adela Sánchez y los actores no profesionales que prestaron su presencia para el film. Una de las secuencias finales, un festejo en el bar del pueblo en el cual las chicas comparten tragos y bailes con un grupo de parroquianos, ya se ha transformado en uno de los grandes momentos de este Bafici.

Ocio es el título de la ópera prima del periodista y crítico de cine Alejandro Lingenti, codirigida junto al más experimentado Juan Villegas (Sábado, Los suicidas), adaptación de la novela de Fabián Casas del mismo nombre. Sin que el período en el cual transcurre la historia (por allí aparece algún billete de cien australes) le impida al dueto de directores registrar imágenes claramente contemporáneas, la película construye en su primera mitad un retrato entre melancólico y resignado de la vida en un barrio porteño del sur, con su joven protagonista abandonado a una vida de espera continua, compartiendo techo y comida con su padre y su hermano, encontrándose con su mejor amigo en alguna vereda para fumar un faso. Esta no es una película de mujeres, claro está, aunque la ausencia de la madre muerta recientemente se haga sentir en varios pasajes.

Hay en esos primeros tramos una mirada opaca, extrañada y, ciertamente, rockera hacia unos personajes y unas calles tan comunes que pueden resultar extraordinarios. Pero a partir del momento en que el planteo de un (im)posible plan criminal pasa a ocupar el centro de gravitación, la película comienza a perder potencia y a flotar hacia una deriva de la cual nunca regresa. Al mismo tiempo, la poesía de las imágenes (cruces de trenes, puentes, bares de viejo) se torna redundante y varias escenas parecen marcadas por la necesidad de ayuda externa –en particular, el omnipresente riff de guitarra de Ariel Minimal– para lograr cierto efecto dramático deseado. Ocio termina presentándose como un aguafuerte deshilvanado, en el cual la suma de las partes no termina nunca de cohesionar en una imagen del todo clara.

* Rodríguez se exhibe el martes 13 a las 22.00 en Hoyts 5; Los labios va hoy a las 15.00 en Hoyts 5 y el domingo 18 a las 16.45 en Hoyts 8; y Ocio se exhibe el domingo 11 a las 20.45 en Hoyts 9 y el domingo 18 a las 23.45 en Hoyts 9.

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Victoria Raposo, Eva Bianco y Adela Sánchez en Los labios, de Santiago Loza e Iván Fund.
 
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