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Domingo, 15 de julio de 2007

UNA VERSION DE YOUTUBE EN ESPAÑOL

El coloso de los videos abre nuevas sucursales

Como parte de un intento de expansión a nuevos mercados, el archivo online más importante del mundo inauguró servicios locales en nueve idiomas, entre los cuales ya está disponible una versión para el público hispanoparlante.

Durante el tiempo que el lector emplee en leer esta nota, decenas de miles de videos serán colgados en Internet. El número causa vértigo y los portales online dedicados a recibirlos ya no se preocupan en calcular cuántos clips cobijan. En YouTube (el archivo de videos digitales más importante del mundo) se declaran incapaces de considerar la cifra. “La gente mira cientos de millones de videos por día en nuestro sitio y suben cientos de miles cada día, así que no podemos saber cuántos videos aparecen aquí”, explican sus voceros a Página/12. Pero la intención de aumentar la porción del mercado sigue vigente: en el sitio líder del área se trabaja permanentemente con la innovación. Hace algunas semanas el portal lanzó su servicio “local” para nueve países, entre ellos España, Brasil, Francia, Japón y Reino Unido. Este producto regionalizado significa, en primer lugar, que las páginas e interfaces fueron traducidas al idioma de cada país, lo cual significa un cambio notable para el gigante de los videos online, que hasta el momento sólo podía consultarse en inglés.

Los usuarios hispanoparlantes tienen disponible la versión española del sitio, claro, pero aún no hay noticias sobre posibles servicios locales para, por ejemplo, la Argentina. Aunque explicaron que no dan adelantos concretos sobre el futuro, fuentes de YouTube comentaron a Página/12 que “éste es sólo el primer paso”, y agregaron que “hay planes de proseguir la expansión a otras regiones en el futuro cercano”. Mientras tanto, con la honrosa excepción de Brasil, Latinoamérica deberá seguir esperando y quienes no dominen el inglés tendrán que conformarse con la versión española del sitio. Es que, por el momento, los técnicos del portal prefieren concentrarse en profundizar los cambios en los países donde ya se implementaron. Pese a los anuncios que aparecieron en la prensa especializada, el cambio avanza discretamente: apenas un menú desplegable en la esquina superior derecha de la pantalla revela que la banderita norteamericana puede modificarse por alguna de las otras nueve regiones ya disponibles. Una mirada poco atenta y más concentrada en el video que aparece del lado izquierdo del monitor tiende a ignorar el detalle.

¿Acaso los cambios son meramente cosméticos? Básicamente, podrían ser considerados como traducciones de la página web original. Sin embargo, desde la empresa aseguran que, pronto, cada servicio local tendrá áreas de ayuda y soporte técnico independientes y opciones de rankings de videos por país. Pero, como ya es costumbre en el mundillo digital, los detalles se guardan con recelo. Las modificaciones, de cualquier modo, se proyectan en sintonía con la línea que convirtió a YouTube en el principal portal online de videos: sencillez de acceso, funcionamiento eficiente, balance entre calidad y velocidad de carga y mucha intervención de los usuarios, no sólo a través del simple acto de cargar un video de los cientos de miles que se suman diariamente, sino también a través de los comentarios a los videos ya existentes o la facilidad para señalar contenido “inapropiado”. A todo eso, habrá que sumar lo que en el sitio se conoce como channels, que funcionan como versiones minimalistas de canales de TV mantenidos por los mismos usuarios, a través de un sistema de suscripción. Una sección de comunidad, con concursos y destacados especiales, y la posibilidad de publicar los videos en otras páginas web –como si fueran blogs– completarán la oferta. El servicio se mantendrá sin cambios estructurales mientras se desarrolle la regionalización, pero sí se verán afectados los procesos de búsqueda de videos.

El éxito del portal también está apuntalado por los acuerdos que firmó con grandes cadenas televisivas, discográficas, productoras cinematográficas e incluso clubes de fútbol y organizaciones no gubernamentales. Estos contratos permiten al sitio esquivar la presión por piratería a la que estuvo sometido desde su concepción y, a la vez, sirven de empuje para hacerlo crecer, ya que dispone de material producido por Sony BMG, Warner, BBC, las españolas Antena 3 y Cuatro TV, Greenpeace, la NBA y clubes como el Chelsea, el Milan, el Barcelona y el Real Madrid. Por eso, YouTube es uno de los sitios más consultados para buscar trailers de películas, por ejemplo, ya que cuenta con una ventaja adicional sobre los sitios de las productoras: no es necesario andar detrás de la última actualización de programas de video.

Hace algunos meses, ejecutivos de Google, el coloso buscador, declararon que su mayor temor no se dirigía a otra gigantesca empresa informática sino a “un par de estudiantes en un sótano”. Ese miedo se materializó en los últimos años como YouTube, que no pudo ser disputado ni siquiera por una iniciativa como la de Google Videos, Los analistas aseguran que la ventaja de YouTube se concentró en dos puntos: su énfasis puesto en la formación de comunidades y la facilidad de carga de los videos, para la que no era necesario tener ningún programa especial, como sí sucedía en su inmediato competidor. Un viejo adagio dice: “Si no puedes vencerlos, únete a ellos”. En el marco de la economía global, podría cambiarse por: “Si no puedes vencerlos, cómpralos”. Google anunció, entonces, en octubre del año pasado, la compra de YouTube por la módica suma de 1650 millones de dólares, en la forma de acciones de la empresa.

Con la transacción, la empresa pasó a concentrar entre el 50 y el 60 por ciento del mercado de videos online, según quién haga las estimaciones. Eso sí, para mantenerse a salvo de demandas de monopolio, YouTube mantuvo su independencia en un esfuerzo oficialmente destinado a “preservar la exitosa marca y su apasionada comunidad”, en palabras de los agentes de prensa del portal. Google se quedó, además, con el sitio que en abril ranqueó octavo –según la agencia Nielsen NetRatings– en el tráfico de información, y en el primer lugar dentro del rubro “Entretenimiento”. Sólo en Estados Unidos, la misma consultora estima que hay 48 millones de usuarios. Con los cambios y las funciones regionales, YouTube aspira a conquistar aún más mercados.

Informe: Andrés Valenzuela.

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