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Lunes, 5 de septiembre de 2016

CINE ONLINE › PELíCULAS PARA CONOCER MEJOR A ALEX ROSS PERRY

El universo creativo de un freak

El realizador de la recién estrenada en Buenos Aires Analizando a Philip suele sobrevolar lo literario en forma de adaptaciones, referencias o citas en clave. Queen of Earth, The Color Wheel e Impolex despliegan distintas formas de locura, neurosis o disfuncionalidad.

 Por Horacio Bernades

No todos los días surge un nuevo autor cinematográfico, entendiendo por tal a alguien con un mundo y un estilo propios. Menos aún ocurre que sea posible asomarse si no al conjunto de su obra en curso, sí al menos a casi toda ella. Es lo que sucede en este momento con Alex Ross Perry, realizador de la recién estrenada en Buenos Aires Analizando a Philip (injustificable título local para Listen Up Philip, película que no contiene la más mínima alusión al psicoanálisis ni a ninguna otra forma de análisis). De Perry pueden conseguirse online dos de sus otras tres películas a la fecha. Se trata de la segunda de ellas, The Color Wheel (trad. lit.: “La rueda de colores”, 2011), que está con subtítulos en inglés, y la cuarta y última hasta el momento, Queen of Earth (“Reina de la Tierra”, 2015), de la que hay subtítulos en castellano. La única de la que no existen torrents para bajar es la ópera prima de Perry, Impolex, de 2009, por lo cual es posible hacerse una idea de para dónde corre, grosso modo, el mundo creativo de su autor. Siempre y cuando esto sea factible, habida cuenta que al mismo tiempo (comienzos de 2015) circulaban dos noticias: que el próximo proyecto de Perry sería una versión con actores (¡!) de Winnie Pooh, que el realizador filmaría para Disney, o en su defecto una versión de la complejísima novela Los nombres, de Don DeLillo. Ambos proyectos quedaron, por el momento, en suspenso.

La sombra de lo literario sobrevuela la obra de Perry en forma de adaptaciones, referencias, influencias, indicios o citas en clave. Filmada a los 25 años (Perry es de 1984), Impolex está basada en El arco iris de la gravedad, de Thomas Pynchon, novela considerada más infilmable aún que la de DeLillo. Varios de los protagonistas de sus películas son escritores y algunas de ellas tienen mucho de roman à clef. Es el caso de Listen Up Philip, rociada de citas a Philip Roth, cuya obra tiene que ver también, como se verá, con la génesis de The Color Wheel. Como la novela de Pynchon en la que se inspira, Impolex (neologismo intraducible) presenta a un soldado cuya tarea consiste en buscar cohetes V2, inmediatamente después de terminada la Segunda Guerra. El clima es alucinatorio y el protagonista sufre de amnesia, por lo cual tiende a olvidar su misión, al tiempo que se cruza con personajes ligeramente lisérgicos, que incluyen a un pulpo parlante. “Es como si hubiera leído El arco iris de la gravedad y hubiera tenido que escribir un informe de colegio secundario sobre él, y después hubiera adaptado ese informe”, le dijo Perry a The New York Times en 2011, cuando la película se estrenó, dos años después de terminada.

Filmada en 16 mm (como todas sus películas), en un blanco y negro bien granuloso, The Color Wheel es una road movie de hermanos. Protagonizada por el propio Perry como Colin y Carlen Altman como su hermana apenas mayor J. R., y escrita por ambos, narra el viaje de los dos para ir a buscar las cosas de ella, que quedaron en casa de su ex novio. Todo es desajustado, disfuncional, nada cierra bien. El ex novio (el realizador Bob Byington, amigote de Perry, de quien pudo verse un foco de cuatro películas en el último Bafici) es un ex profesor de J. R., que quiere trabajar como conductora de noticiero, da la sensación de que más por cholulismo que por otra cosa. Colin, a su turno, quisiera ser escritor, pero él mismo reconoce que eso de “querer ser escritor”, sin serlo, es una estupidez. Las escenas de desubicación de ambos abundan, y generan una incomodidad que en el mejor de los casos puede llegar a tener cierto costado divertido. Las palmas se las llevan, en este punto, la escena en la casa del ex novio y una fiesta en la que J.R. hace el ridículo a un nivel desesperante. Ambas son muy largas, lo cual no hace más que prolongar la incomodidad. La otra clase de escena que The Color Wheel ofrece son las peleas entre los hermanos, cuya bilis es apenas compensada por otras en las que Colin y J.R. intercambian bromas adolescentes. Para el final, Perry tiene reservado un shock de revulsividad que sobreviene como si nada. Según Perry, alguna relación guardaría The Color Wheel con El lamento de Portnoy. Más allá del tipo de letra de los títulos (que se repite en Listen Up Philip, y en los afiches de ambas), que remeda el de la primera edición estadounidense de esa novela de Philip Roth, no resulta fácil dilucidar por dónde pasaría esa relación.

Distintas formas de locura, de neurosis, de disfuncionalidad, aparecían en Impolex, en The Color Wheel, y también en Listen Up Philip, con su protagonista (y el mentor de éste), dando vueltas alrededor de su ombligo. Presentada en la edición 2015 de la Berlinale, Queen of Earth lleva la locura al extremo. La película empieza con un primer plano de la gran Elizabeth Moss (la secretaria de Don Draper en Mad Men, cuyo debut en el mundo Perry fue como novia de Philip en la película previa), con el rostro congestionado y bañado en lágrimas, reprochándole a su novio que la deje por otra justo cuando ella viene de enterrar a su padre. La escena es larga y el primer plano es sostenido. El resto de la película muestra a Catherine (Moss) refugiándose en casa de su amiga Virginia (la actriz británica Katherine Waterston, a quien pudo verse en Puro vicio, curiosamente basada también en Pynchon), en un paradisíaco rincón lacustre del estado de Nueva York.

Lo de “amigas” es un decir, ya que el grado de celos, veneno y rivalidad que ambas se prodigan parece más propio de dos enemigas juradas de colegio secundario que de dos treintañeras se supone que curtidas. El estado psíquico de Catherine tiene la robustez del hojaldre, y su deseo de exhibirlo –de allí el título, seguramente–, la del roble. Lo que en las películas previas era molestia e incomodidad aquí puede devenir lisa y llana irritación. Por duplicado: Virginia no estará border, pero su conducta es tan exasperantemente infantil como la de su invitada. Junto con la densificación psíquica y dramática, Queen of Earth densifica también el tono, mostrando a Perry más cerca de Bergman que del indie y hasta la screwball comedy aggiornada, como había sido el caso de The Color Wheel. Lo próximo de Perry es Golden Exits, de estreno previsto para 2017 y donde la irrupción de una chica extranjera precipita la infelicidad de dos familias de Brooklyn. Los hermanos de The Color Wheel, el maestro y el discípulo de Listen Up Philip, las “amigas” de Queen of Earth, las familias de Golden Exits: el número 2 parecería tener algo que decirle a Alex Ross Perry.

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Queen of Earth, cuarta y hasta ahora última película de Alex Ross Perry.
 
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