El cantor Julio Martel, quien fue junto a Carlos Dante una de las voces emblemáticas del tango con la orquesta de Alfredo De Angelis, murió ayer a los 85 años. El artista, cuyo nombre real era Julio Pedro Harispe, hizo célebres sus versiones de “Pregonera”, “Pastora” y “Remolino”, destacándose por su presencia en el escenario y por su voz de barítono. Martel había nacido el 14 de mayo de 1923 en Baigorrita, un pueblo vecino a Junín, y comenzó a cantar en 1936, cuando su familia se instaló en Munro.

A comienzos del ’43 se presentó en Radio El Mundo, donde estaban seleccionando cantores para la orquesta de Alfredo De Angelis y fue elegido entre cientos de participantes. Debutó en el palco del café Marzzotto, junto al cantor Floreal Ruiz, interpretando el tango “No creas”, y en septiembre de ese año grabó su primer disco. Desde entonces hasta diciembre de 1950, fecha de su último registro, dejó 63 grabaciones solo y 17 a dúo con Carlos Dante. Pero la consagración de Martel junto a Carlos Dante en la orquesta de De Angelis fue, sin duda, cuando en 1946 firmaron un contrato en Radio El Mundo para actuar en el programa Glostora Tango Club. Merece un recuerdo especial su interpretación de “Por qué te habré conocido”, el último tango que cantó Martel, con lágrimas en los ojos, al despedirse de la orquesta en los carnavales del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata en 1951. El cine lo recibió junto a la orquesta de De Angelis, cantando “Pregonera”, en el film El cantor del pueblo (1948), y a fines de ese año hizo de galán en la película El ídolo del tango, junto a la actriz Graciela Lecube. Desvinculado de Alfredo De Angelis, debutó como solista. En 1956 debutó en Radio Belgrano con su propia orquesta dirigida por el violinista Américo Podestá, con la que grabó para el sello Odeon cuatro temas: “Pobre colombina”, “Lechuza”, “Por qué no has venido” y “Fueron tres años”. Después de concretar un exitoso ciclo de audiciones con público por Radio Argentina realizó una gira por América, con la intención de seguir hasta los Estados Unidos, pero se instaló en Colombia, donde grabó veinte temas acompañado por músicos locales. Al regresar de ese país, Martel decidió abandonar el canto; su última actuación fue en Luján, el 20 de diciembre de 1959.