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Jueves, 1 de septiembre de 2011

MUSICA › CLAUDIA HUMOLLER Y ALEJANDRO BORDAS, DúO DE GUITARRAS

“Acá hubo una invasión cultural”

Se conocieron en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, ambos tienen una sólida trayectoria y, ahora, un interesante CD, Ahí va, que presentarán hoy en el Musetta Café, con el cantante Alejandro Guyot como invitado.

 Por Cristian Vitale

Claudia Humoller ensaya un revisionismo histórico breve y particular. Es sobre la guitarra y el tango. Dice que las grandes orquestas de los ’40, en Argentina, proliferaron porque Estados Unidos estaba muy ocupado en vender armas y hacer la Segunda Guerra Mundial. Y que después, “reacomodado el mundo”, el imperio cambió el signo de la invasión. “Hay quienes lo niegan, pero en Argentina hubo una invasión cultural”, se planta ella. La cosa deriva en el tango con guitarras porque, archiconocido es, los ’60 configuran, básicamente por motivos económicos, el avance de las mínimas formaciones guitarrísticas en reemplazo de las grandes orquestas. La síntesis da que hoy pasa lo que nunca pasó. “Lo que antes era una contraposición, ahora convive”, resuelve. Lo que nunca pasó es que proliferen orquestas, formaciones ‘medias’ y formaciones mínimas a la vez. Alejandro Bordas, su compañero de dúo, asocia el estado de la cuestión a un “boom” de la enseñanza. “Las escuelas de música de Florencio Varela, Luján y Ramos Mejía son como repetidoras del ‘plan Avellaneda’, hay un montón de gente aprendiendo guitarra. Sí, existe la carrera de clarinete-tango, pero ¿quién va?... van dos o tres tipos. La guitarra aplicada al tango está atravesando un período de auge”, sentencia.

Conocimiento con causa: Humoller & Bordas, que acaban de editar su disco debut (Ahí va) y lo mostrarán hoy en el Musetta Café (Bilinghurst 894) con Alejandro Guyot (cantante de 34 Puñaladas) como invitado, tienen una nutrida experiencia docente. Pero más aún de escena. Ella ha sido parte, entre 1991 y 1993, del conjunto de guitarras de Aníbal Arias. También de los quintetos Taitango y Herida Absurda, de El Pescante Trío y del Dúo Baraj-Braylan. El, destacado guitarrista de la nueva camada, surca subido en sus cuerdas por las aceitadas creaciones del Julio Coviello Cuarteto, y lo ha hecho con el grupo La Siniestra y el Tami Tango Trío, con el que compartió una gira por Estados Unidos. Ambos se conocieron en la Escuela de Música Popular de Avellaneda y la primera piedra la tiró Humoller. “Lo veía siempre tocando en el buffet de la escuela y me sorprendió su estilo, su sonido... hablamos, y acá nos ve”, se ríe Humoller.

–Excepto “Gallo ciego”, de Bardi, o “Danzarín”, de Plaza, llegaron, al disco debut sin apelar a piezas conocidas ¿Por qué la necesidad de rescatar los lados B del tango? Es algo así como “el ideal” de las nuevas generaciones...

Claudia Humoller: –Depende de los temas. Por ejemplo, nos gustó que la gente pueda escuchar una versión de “Camandulaje” (Gobbi) pasada a guitarra. Son cosas que suman porque cuando nos pusimos a buscar en archivo no encontramos una versión para guitarra de ese tema... prácticamente la inventamos nosotros.

Alejandro Bordas: –Con “Orillera” la “táctica” fue cambiarle el color a la milonga, hacerla casi de las dos orillas.

–¿Qué pasa cuando aparece un tema tan poco visitado como “Camandulaje”?, ¿Cómo se lo trabaja desde cero?

A. B.: –Antes de encarar el arreglo lo escuchamos mil veces y vimos de qué manera podía llegar a funcionar en la guitarra. Hay muchas cosas que las escribís y ves si funcionan en el ensayo y hay otras que te sorprenden, no sé.

C. H.: –Yo iba a la casa del Chocho Ruiz a escribirle arreglos, porque él los hacía pero no los quería escribir. Y miraba que tenía todos los discos de Grela pero se los pedía prestados y me decía “no, vos primero escuchá orquestas, estilos y después, cuando empieces a tocar y te suene a tango, escuchalo a Grela”. Entonces me pasa que cuando estoy tocando un tema como “Camandulaje”, estoy escuchando la orquesta detrás... Me la imagino. Es algo que nos ayuda a poder mantener el espíritu del tema.

A. B.: –Vos escuchabas a Aníbal Arias o al Chocho y sonaban como una orquesta ellos solos...

Las apologías de Aníbal Arias y Chocho Ruiz se tornan imposibles de abstraer mientras la nota desanda sus minutos. Junto a Roberto Grela, son los tres referentes que Humoller y Bordas nombran casi sin pensar. “Podría ser también Jimmy Page, pero es otra historia”, distiende él. Dicen que, pese a la rigurosidad en la interpretación, hay determinados “clichés” del Dúo, unos stacattos punteados “que son del Dúo” y que trabajan lo percusivo como si le estuvieran robando al contrabajo. Acuerdan en que para el próximo disco incorporarán a un cantante y le ponen un fin a la intención inicial: “Nos dimos el gusto de arreglar para dos guitarras y nada más, por eso le pusimos Ahí va, pero en el próximo va a haber cantores”, sostiene Bordas.

–A la altura de la historia puede decirse que está casi vencido el paradigma que ubicaba al tango como cosa hombres. ¿Es así en lo concreto? ¿Qué pasa cuando una guitarrista de tango adquiere un renombre?

C. H.: –Cuesta. Una vez me dijeron “la contra que tenés es que sos mujer y joven”. Si hay quien descalifica a la Presidenta, con toda su inteligencia, ¿qué me queda a mí que toco tango con mi guitarra?... por suerte las cosas están cambiando.

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“La guitarra aplicada al tango está atravesando un período de auge”, coinciden.
Imagen: Joaquín Salguero
 
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