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Lunes, 29 de febrero de 2016

MUSICA › SONIDO 360 EN EL CENTRO ARGENTINO DE TEATRO CIEGO

Cine pensado para los oídos

Desde The dark side of the moon de Pink Floyd hasta el Album negro de Metallica, son más de cincuenta discos que pueden ser apreciados por el público desde una perspectiva diferente: en total oscuridad, con un sonido circular y envolvente.

 Por Cristian Vitale

De entrada, mañana, dos discos impresionantes: Rattle That Lock, el último de David Gilmour y el Black Album, de Metallica. Después vendrán otros de similar calibre estético y/o histórico: Fragile, de Yes; Dark side of the moon, de Pink Floyd; The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, de David Bowie; Machine head, de Deep Purple, y Brothers in Arms, de Dire Straits. Un puñado entre los más de cincuenta que, durante este mes, le pondrán esencia, sustancia y objeto al Laboratorio de Experimentación Sonora del Teatro Ciego (LAB) que para este año tiene entre oídos un programa llamado “Sonido 360”. “El espectáculo tiene que ver con dar la posibilidad al público de escuchar música en total oscuridad, sin interferencias externas, y con el agregado de que son versiones de discos mezclados en formatos surround, editados en Europa y EE.UU.”, introduce Julián Bonino, responsable del sonido, y por supuesto, no se queda en la introducción. “Uno habitualmente asocia los sistemas 5.1 al cine, y nos dimos cuenta de que también hubo un desarrollo muy fuerte a partir del año 2000 de esos mismos formatos aplicados a la música. Es un cine para tus oídos, digamos”, extiende el hombre.

Sonido 360, cuyo nombre refiere al hecho de identificar las fuentes sonoras a través del espacio –no solo de manera frontal, sino también circular y envolvente– se llevará a cabo casi todos los días de marzo a partir de las 19 o de las 20 (consultar programación y horarios en www.teatrociego.org) en el Centro Argentino de Teatro Ciego ubicado en Zelaya 3006. “Tenemos mucha variedad de discos y artistas –sostiene Bonino– pero si tuviera que destacar cuatro serían: The Beatles Love, porque fue la primera intervención de la banda en 5.1 utilizado para la banda de sonido de Cirque du Soleil. Metallica black album, por la posibilidad de encontrar nuevos contenidos en un disco que uno se sabe de memoria; Amused to Death, de Roger Waters, por ser el reciente ganador del Grammy a la mejor mix surround y el de Queen A night at the opera, por la utilización del sistema surround como espacio para la ubicación de los diferentes instrumentos y coros”, sugiere el sonidista.

–¿De qué manera se podría profundizar en la caracterización y puesta del Laboratorio de Experimentación Sonora?

–El laboratorio de sonido surge como una necesidad de tener un espacio de desarrollo de contenidos exclusivos para Teatro Ciego. Luego de la experiencia de El barrio en sus puños, la obra que realizamos en conjunto con Pastillas del Abuelo sobre la vida de Ringo Bonavena, nos dimos cuenta de la importancia del tratamiento del audio, y consideramos fundamental generar un lugar de experimentación e imaginación para brindar a cada espectáculo un diseño sonoro de calidad, que se ajuste a las necesidades del formato teatro ciego. 

–¿Es a la imaginación a lo “único” que se apunta con la propuesta, o hay otros blancos?

–Todo está en la imaginación. La propuesta es interesante desde el momento en que cada individuo puede elegir dónde dirigir su oído en determinado pasaje musical y es ahí donde encuentran cosas que antes, en el estéreo convencional, pasaban inadvertidas quizás por la limitación técnica de la reproducción en solo dos canales. Estamos trabajando una tecnología novedosa para la aplicación de esta misma experiencia pero solo con auriculares que iremos desarrollando próximamente. 

–Más envolvente todavía...

–(Risas) A ver... más allá de lo envolvente, que es fundamental para generar la condición natural del oído de percibir fuentes en diferentes posiciones, diría que la oscuridad en este caso es el factor que permite agudizar el sentido auditivo. Por otra parte, también la capacidad limitada de la sala intenta revalorizar la música como arte. Darse el tiempo para poder apreciar una obra como un disfrute, y no como un pasatiempo. 

Bonino asegura que no conoce ningún lugar en el país donde se haya llevado a cabo una experiencia así, y tampoco puede identificar salas en el extranjero “que lo hagan como el teatro ciego”. “Esto al Laboratorio le abre un espectro enorme de posibilidades ya que estamos generando nuevos contenidos con reconocidos artistas nacionales y latinoamericanos, que por razones de mercado y técnicas no han entrado en este mundo de reproducción multicanal de su música, pero sí lo consideran interesante desde el punto de vista de proceso creativo, ya que este formato les brinda la posibilidad de tener mucho más espacio para la ubicación de instrumentos y mensajes sonoros”, manifiesta el ingegnere de sonido a quien Martín Bondone, director del Teatro Ciego, le abrió las puertas para activar la puesta.

–¿Qué diferencias existen con el sonido holofónico que se presentó el año pasado en la misma sala, con varios discos parecidos y bajo la misma “oscuridad”?

–Tanto el Laboratorio de Experimentación Sonora como Sonido 360 no tienen nada que ver con la holofonía. Es otro concepto, en nuestro caso generamos el sonido envolvente mediante seis parlantes ubicados estratégicamente en la sala para lograr el panorama envolvente. De acuerdo a las dimensiones de la sala, podemos agregar más altavoces de acuerdo a la disposición surround aplicado al mensaje musical. En cambio, la holofonía utiliza solo dos parlantes que fueron diseñados especialmente para generar nuevas sensaciones auditivas.

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Julián Bonino es el responsable del sonido en esta puesta que agudiza el sentido auditivo.
 
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