Se ufana de ser un “amigo Blackberry” de Barack Obama, sin olvidar su cargo de comisionado de la Paz de las Naciones Unidas y sus esfuerzos en la campaña Save Darfur. Pero en la última encarnación de sus irreprimibles instintos políticos, George Clooney puede encontrarse tocando un nervio demasiado sensible. La estrella de films con alta carga política como Syriana y Buenas noches y buena suerte acaba de comprar los derechos para realizar una película sobre la vida y el juicio de Salim Hamdan, el yemení que fue chofer y guardaespaldas de Osama bin Laden, y que la semana pasada fue sentenciado a cinco años y medio de prisión por colaborar con el terrorismo. Así, The Challenge, un libro del periodista estadounidense Jonathan Mahler que documenta la larga lucha del abogado de la US Navy Charles Swift y el profesor de Georgetown Neal Katyal por asegurarle a Hamdan un juicio justo, será adaptado para la pantalla grande.

Clooney pagó por los derechos una suma no revelada, que quizá llegue a las siete cifras, en representación de Smoke House, la productora que fundó con Grant Heslov, actor y productor. Al conocerse la noticia, Mahler dijo estar “realmente excitado... George Clooney es un gran director y no tengo dudas de que hará un gran trabajo”. La sentencia de Hamdan fue la primera dictada por el tribunal de crímenes de guerra de Guantánamo, la prisión norteamericana en Cuba. Los defensores de la “Guerra al terror” impulsada por Washington consideraron débil la sentencia a 66 meses de cárcel, mientras que los activistas de derechos humanos señalaron que el hombre ya cumplió largamente su condena, dado que lleva siete años bajo custodia de los Estados Unidos.

Las columnas de chimentos en Estados Unidos arden con rumores de que Clooney –cuya performance como el héroe del thriller legal Michael Clayton le valió una nominación al Oscar el año pasado– tomará para sí el papel de Swift. Si decide hacerlo en un momento políticamente tan cargado, y si asume ese papel de manera simpatética, Clooney estará haciendo la mayor y más pesada intervención política de toda su carrera. “Creo que Swift tomó a un montón de gente por sorpresa –dijo Mahler–. Hasta entonces había sido un abogado menor del personal en servicio, en temas como abuso de menores... y de pronto el Pentágono lo pone a defender a un combatiente enemigo y él termina entablándole una demanda a George W. Bush. Es difícil no sentirse impresionado por su sentido del deber, por la idea de que la justicia trasciende a las obligaciones de la guerra. Creo que eso es, en parte, lo que atrajo a Clooney”. Mahler dice que la historia lo fascinó porque Hamdan (de 40 años) y Swift “desarrollaron una relación extraordinaria... de repente, un día un hombre en uniforme militar entra en la habitación y dice ‘hola, soy Charlie Swift, soy su abogado, puede confiar en mí’. Hamdan iba de una huelga de hambre a otra y de repente aparecía este tipo en uniforme azul intentando alimentarlo, y evitando que se volviera loco. Varias veces Hamdan intentó zafar del hombre que quería salvarlo, pero Swift se negó a darse por vencido”.

The Challenge retrata a Swift como un noble David que vence al innoble Goliat, los neoconservadores de Washington. Su historia tiene todos los ingredientes que encantan a Hollywood: saliendo de una relativa oscuridad, se esperaba que Swift llevara el caso de acuerdo con un hombre de su inexperiencia. Pero llevó a Hamdan hasta la Corte Suprema... y ganó, aunque le costó su matrimonio y lo llevó a una exposición excesiva. Con esos antecedentes, el nuevo proyecto de George Clooney será visto como una renovación de sus ambiciones en el cine político, certificándolo como una de las grandes voces liberales del Hollywood de hoy.

Q De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.