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Martes, 22 de agosto de 2006

CINE › “TERROR A BORDO”, PRIMER FILM GUIONADO POR EL PUBLICO

El cliente siempre tiene razón

La película, filmada a partir del voto de los fans a través de Internet, lideró la taquilla estadounidense en su primera semana de exhibición. Temores ante una posible “tiranía” del espectador.

Estaba destinada a ser otra película de clase B, pero Terror a bordo (originalmente Snakes on a plane, que se estrenará en la Argentina el 14 de septiembre) es el tema del que hablan todos en Hollywood, por tratarse de la primera historia filmada siguiendo los consejos del público en Internet. Y no sólo eso: durante su fin de semana de estreno, el film protagonizado por Samuel L. Jackson –que se une a la obsesión monotemática por los aviones capturados, también en Vuelo 93 y Las Torres Gemelas, posterior al 11-S– lideró la taquilla estadounidense recaudando 15,3 millones de dólares.

Cientos de serpientes venenosas de todos los tamaños son contrabandeadas en la parte de carga de un avión que cubre el trayecto de Hawai a Los Angeles y empiezan a deslizarse entre los pasajeros a través de las ventilaciones y cableados eléctricos. Sea por la imaginería afiebrada del director David Ellis o la colaboración del público que aportó su veta morbosa por Internet, la trama indica que estas serpientes inhalaron feromonas que las hicieron especialmente agresivas, con instinto asesino y acechando para atacar en cualquier momento. En plan de resistir, Samuel L. Jackson es un agente del FBI que intenta rescatar el avión contaminado y mantener contenidos a pasajeros como Mercedes (Rachel Blanchard, una chica que sólo piensa en divertirse), Three G (Flex Alexander, nueva estrella de rap), una madre joven junto a su bebé, una jubilada y una femme fatale, entre todos los arquetipos cubiertos de catástrofes aéreas.

“Es una película hecha para su público y ellos tienen derecho a ser los primeros en verla”, declaró un portavoz de los estudios New Line, productores de la cinta, ante una enfervorizada audiencia durante la presentación de Terror a bordo en la última Convención de Comics de San Diego. Sus palabras también justifican el hecho de que no existan pases previos para la prensa, pero como dijo su única estrella, el actor Samuel L. Jackson, hay películas para criticar y otras para divertirse. “Y aquí no hay nada que criticar”, añadió amparando a Terror... en lo que, para muchos críticos, amenaza con ser la tiranía del voto del público, de continuarse con los procesos interactivos. En su largo historial de seis años de preparación, Terror... fue al principio un film serio sobre un agente del FBI (Jackson) que transporta a un testigo contra la mafia en un avión en el que sus enemigos han depositado medio centenar de serpientes. Tan realista era el primer guión que el proyecto quedó congelado tras el 11-S, por considerarse que el público no estaría preparado para afrontar esas dos grandes fobias que son viajar en avión y las serpientes. En otro tono más cercano a una parodia del género catástrofes aéreas y suficiente tiempo después, el proyecto tomó forma de película interactiva.

“A mí nunca me han dado miedo las serpientes. Es más, me llevo bien con ellas”, asumió, en el estreno, la actriz española Elsa Pataky, parte del reparto y a la espera de que se le abran las puertas de Hollywood. Durante la etapa de producción de Terror... la participación del público en Internet fue un instrumento constante de presión y negociación entre director, estudios y cibervotantes. Se recuerda que tanto Jackson como el director Ellis insinuaron a los cinéfilos de Internet que los estudios intentaban cambiar el título de la película por el anodino Pacific Air 121. Y que, además, los productores querían convertir a la historia brutal, sangrienta y llena de violencia en una fábula light para todo público. Las reacciones airadas en Internet fueron inmediatas, a través de medio millón de visitas al blog oficial y tres millones a otras páginas web. La gente exigió la vuelta al título original, la oposición a hacerla para todo público y agregó el pedido de que Jackson lanzara insultos más vehementes a los animalitos invasores. Todo fue agregado en tomas posteriores. De la suerte de este estreno –advierten en Hollywood– depende la expansión de este nuevo modo de producir películas en el que el público opina a veces por encima de la voz del director. De allí que haya unos cuantos cruzando los dedos deseando que todo no sea más que un olvidable fracaso.

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Terror a bordo, otra de catástrofes aéreas, se estrenará en la Argentina el 14 de septiembre.
 
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