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Martes, 8 de mayo de 2007

CINE › UN CICLO DE CORTOS EN CIENCIAS SOCIALES

El arte de la animación como manera de contar la historia

Desde mañana y durante cuatro semanas, la sede de Ramos Mejía 841 servirá para un festival de piezas poco vistas, que van de un corto de Disney sobre el nazismo a la Yugoslavia de Tito.

 Por Oscar Ranzani

Un grupo de veinticuatro cortos de animación europeos (en su mayoría de Europa del Este), canadienses y de Estados Unidos podrán verse, desde mañana y durante cuatro miércoles, a las 21 en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Ramos Mejía 841), con entrada gratuita. Se trata de producciones poco exhibidas que están agrupadas en cuatro núcleos: “Comunicación y Medios” (mañana), “Política y Sociedad” (miércoles 16), “Literatura” (miércoles 23) y “Mitos, leyendas y cuentos populares” (miércoles 30). A través de este ciclo organizado por la Dirección de Cultura, dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria de Sociales, podrán vislumbrarse trabajos de autores como Raoul Servais, Piotr Dumala, Jira Trnka y Ryan Larkin, entre otros. A lo largo de las cuatro jornadas desfilarán temáticas como la relación del hombre con los medios masivos, la comunicación interpersonal, la espectacularización de lo trágico y la construcción del “otro”. También podrán conocerse cortos sobre la propaganda política de la Segunda Guerra Mundial y algunos que formulan críticas a las formas de poder o que focalizan en el flower power de los ’60. Una jornada estará dedicada a cortos basados o que refieren a obras de autores como Kafka, Dostoievski y Poe. La noche dedicada a mitos, leyendas y cuentos populares, en tanto, abordará temas como la construcción social de los mitos, la relación del hombre con la naturaleza y la resignificación del cuento popular. Este ciclo está programado por El Camalote, un grupo cultural integrado por Patricio Gallego, Atilio Medina y Paola Borrusso, estudiantes de Comunicación que apuestan a la reflexión y el debate de un cine pocas veces visto.

Una de las perlas del ciclo es Der Fuehrer’s Face, un corto realizado por Disney durante la Segunda Guerra Mundial que tiene como protagonista al Pato Donald en “Nazi Land”, donde es obligado a trabajar de manera despiadada en una fábrica bélica. Gallego comenta que se trató de un corto oficial de la Disney que se utilizaba como propaganda antinazi, que se proyectaba en los cines antes de las películas y obtuvo el Oscar al Mejor Corto Animado en 1943. “En algunos casos, también se había llevado al frente de batalla”, relata Gallego sobre este trabajo animado que ridiculiza al régimen nazi. “Leyéndolo desde los años ‘40, la idea era demostrar que la raza superior vendida por las potencias del Eje no era realmente un mundo de fantasía, como se podía llegar a plantear, o el mundo perfecto, sino que era un mundo dedicado a la fabricación indiscriminada. O sea, la fábrica como lugar de trabajo explotado, sin vacaciones. Nuestra lectura del corto tendría que ver con un paralelo sesenta años después donde la imagen final de la Estatua de la Libertad ya no es tan diferente al saludo nazi”, comenta el programador.

To Speak or not to Speak es un corto belga realizado por Servais en 1970, en el que a través de un personaje de historieta cuestiona ciertas formas de dominación que pueden ejercer los medios y de imposición del pensamiento, como la exacerbación del nacionalismo. Gallego subraya que este corto permite hacer una lectura con respecto a “cómo los medios de comunicación, más allá del tema del nacionalismo y demás, cooptan la información que se presenta como alternativa. Hay un personaje en el corto que predica la forma del flower power, el make love, y el medio lo coopta para sí transformando ese mensaje en parte del sistema”. El programador aclara que se debe tener en cuenta que el corto fue realizado pocos años después del Mayo Francés y la Primavera de Praga. “Se vislumbra una desilusión de ese movimiento político en el corto mismo. La consigna de la rebeldía o de ir a modificar las cosas fue cooptada por el sistema y transformada en mercancía”, analiza. Otra pieza referida a la manipulación mediática es Diary, dirigida por Nedeljko Dragic en la Yugoslavia de 1974. “La diferencia entre los dos es que, en To Speak or not to Speak, el medio está por fuera, influyendo a la manera de bombardeo de la cabeza del individuo. Pero en Diary es como que el individuo ya está atravesado por ese medio de comunicación. Queda claro que en ciertos momentos hasta el individuo propio es el medio, se ha transformado”, dice Gallego sobre el corto, en el que distintas figuras realizadas con papel de diario penetran en la cabeza de un individuo.

El corto inglés Intolerance, de Phil Mulloy (2002), tiene una trama que comienza con la llegada a la Tierra de basura espacial que luego se descubre que contiene una película. Esa cinta muestra la vida y costumbres de los habitantes de Zog, unos extraterrestres similares a los humanos cuyos órganos sexuales están en el lugar de la cabeza y ésta en los genitales. La película es exhibida ante una comunidad que no sólo se asombra sino que también la rechaza, exigiendo que se suspenda la proyección. “Es la mirada de la otredad que tiene el mundo occidental, o todos los mundos. Esto de ver al otro como diferente, y ser diferente es peligroso. No estamos hablando desde el concepto de diversidad sino de diferencia, en el cual el otro al ser diferente a mí, al no estar conmigo es peligroso y por ende es mi enemigo. Y el eje del corto va también por el lado de los valores morales y lo que es la sexualidad”, describe Medina.

Learning to Walk fue realizado por Borijov Dovnikovic en la Yugoslavia de 1978. La historia tiene como protagonista a un hombre al que diferentes seres más poderosos que él le indican la forma “correcta” de caminar. Estableciendo una contextualización histórico-política, Gallego señala que “la Yugoslavia de Tito estaba ajena a la lógica de país satélite dependiente exclusivamente de la Unión Soviética, y tampoco era un país capitalista sino socialista-nacionalista. En ese sentido, el corto se puede leer como el propio mariscal Tito diciendo: ‘Bueno, a nosotros de todos lados nos dicen cómo tenemos que ser (o cómo tenemos que caminar). No les vamos a dar bola, vamos a seguir caminando de acuerdo con nuestro parecer’”.

* La programación completa puede consultarse en elcamalote.blogspot.com y en www.fsoc.uba.ar

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En Der Fuehrer’s Face, el Pato Donald es un obrero explotado en las fábricas de los nazis.
 
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