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Miércoles, 3 de diciembre de 2008

DISCOS › BATEA

Placeres originales

La serie se llama Originals y el nombre no podría ser más exacto. Por un lado porque, obviamente, los discos de la colección reproducen las tapas –y el contenido– de las ediciones originales. Pero, también, porque la mayoría de estos CDs en su momento llamaron la atención por ser diferentes y crearon estéticas que otros continuaron. Originals empezó en la Deutsche Grammophon y dedicada a la música clásica. Luego, la compañía Universal la extendió a sus otros sellos y ahora su filial local acaba de editar un conjunto de quince títulos de jazz, pertenecientes a los catálogos de Verve, Impulse, Philips, Decca y A&M, entre los que se encuentran varias joyas inconseguibles hasta el momento y, además, a un precio aproximado de $22. La serie incluye, por ejemplo, uno de los discos más importantes de John Coltrane, Live at Birdland, grabado en 1963 junto a su formidable y entonces flamante cuarteto, con McCoy Tyner en piano, Jimmy Garrison en contrabajo y Elvin Jones en batería. Jazz Giants es otro caso de título bien puesto: allí tocan Stan Getz, Gerry Mulligan y Harry Edison junto al baterista Louis Bellson y el trío de Oscar Peterson (él en piano, Herb Ellis en guitarra y Ray Brown en contrabajo). El trío de Peterson, junto al trompetista Clark Terry, también aparece en el genial Oscar Peterson Trio + 1, Dizzy Gillespie se hace presente en la música del film The cool world, Louis Armstrong revive sus All Stars en un registro llamado New Orleans Nights y tanto Ella Fitgerald (Ella in Hamburg, con el trío de Tommy Flanagan) como Sarah Vaughan (Sarah Vaughan and her trio) tienen un lugar de privilegio. Entre las rarezas, se destaca Bridge over TRoubled Water, el disco que el notable saxofonista Paul Desmond (factotum del cuarteto de Dave Brubeck y compositor de “Take Five”) les dedicó a las canciones de Paul Simon con acompañantes como Herbie Hancock y Ron Carter. Con un elenco de sesionistas parecido, brilla George Benson, en la época en que tocaba jazz (aunque cerca de un sonido a-go-go muy de época (1968). Y hay, también, otro guitarrista imperdible: Wes Montgomery, con arreglos de Oliver Nelson, en Goin’ Out Of My Head. Por el lado del blues aporta Dr John, en City Lights, por el del jazz-rock el fantástico bajista Stanley Clarke, en Children of Forever –con Chick Corea y Dee Dee Bridgewater como cantante–, y en el rincón latino se cuentan The Astrud Gilberto album (con Tom Jobim) y dos músicos argentinos: Piano, Strings and Bossa Nova, de Lalo Schifrin, y Ruby, Ruby, del Gato Barbieri.

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