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Sábado, 10 de junio de 2006

DISCOS › CAMARON DE LA ISLA Y TOMATITO, DESDE MAÑANA CON PAGINA/12

Viaje al alma profunda del flamenco

La colección incluye dos CD que ya son un clásico del género: Los Cantes de Camarón de la Isla, del extraordinario cantaor gaditano, y Barrio Negro, del notable guitarrista nacido en Almería.

 Por Claudio Kleiman

Difícil separar el mito del artista, especialmente cuando éste ya no está presente como para intentar desmitificarse. Ese es el caso de Camarón de La Isla, una figura con todos los atributos para convertirse en mito: origen humilde, una vida trágica y torturada signada por problemas con las drogas, obra revolucionaria, muerte temprana y una voz capaz de conmover hasta las piedras. Fue llamado “El Príncipe de la Isla”, “el Mick Jagger gaditano”. Se ha dicho que la suya era la voz “de un ángel roto”, que comunicaba todo el sufrimiento de su pueblo, a la vez que convertía ese dolor en experiencia catártica que lo transformaba en liberación y dicha.

Enrique Morente, contemporáneo suyo y quizás el heredero más cercano de su legado, ha dicho de él: “Ni antes ni ahora hubo un eco como el suyo. Donde ponía la voz hacía oro. Su capacidad de transmisión era asombrosa. Era un sonido nuevo en el cante. Tenía un sello que quedará para la eternidad. Camarón ha influido en todos los cantaores de este tiempo”.

José Monje Cruz nació en San Fernando, Cádiz, en 1950, y recibió el nombre que lo acompañaría a lo largo de su carrera, “Camarón”, por su pelo rubio, algo bastante inusual para un gitano; “De la Isla” aludía a su lugar de nacimiento, San Fernando. Su temperamento artístico, su personal manera de entonar el flamenco se hicieron notar desde temprano: a los 8 años comenzó a cantar en público y, a los 16, ya era profesional. Su debut como solista fue en 1969, a los 18 años, con un guitarrista de 21 que también daría que hablar. El Camarón de la Isla con la colaboración especial de Paco de Lucía, que así se llamó el álbum, marcó el comienzo de una asociación artística destinada a revolucionar el mundo del flamenco.

La trayectoria de Camarón podría sintetizarse en tres etapas: hasta el año 1968, sigue la tradición (a este período corresponde Los Cantes de Camarón de la Isla, el disco que se edita mañana con Página/12). Entre los años 1969 y 1978, durante los cuales graba diez álbumes con Paco de Lucía, inicia la renovación de su cante. Y a partir de 1979, refuerza sus aspectos más revolucionarios con el álbum La leyenda del tiempo, que ayudó a cambiar el concepto de la música flamenca. A partir de entonces, los músicos de rock vieron el flamenco de otra manera y los gitanos –naturalmente más conservadores– sintieron que tenían permiso para incorporar otras expresiones y apartarse de la rigidez del género. La leyenda ha sido definido como “el Sgt. Pepper’s del flamenco”, ya que en él Camarón incorpora influencias del rock, el jazz y las tradiciones orientales, así como instrumentos inusuales para el género, entre ellos guitarra eléctrica, bajo, batería y sintetizadores.

Justamente ese álbum marca el debut discográfico de un joven guitarrista de sólo 20 años, nacido en Almería, llamado José Fernández Torres, conocido como Tomatito, por ser hijo de un prestigioso músico cuyo nombre artístico era “El Tomate”. Tomatito ya venía acompañando a Camarón en sus presentaciones en vivo, a partir de que éste se encontró súbitamente sin guitarrista en un festival en Málaga y se le ocurrió llamar “a ese chaval de la Taberna Gitana que tocaba bien las cosas de Paco”. El guitarrista se convertiría en escudero inseparable de Camarón, a quien seguiría acompañando hasta el fallecimiento del cantante, en 1992, a los 41 años, a causa de un cáncer de pulmón.

Un año antes, en 1991, Tomatito publicó su segundo trabajo en solitario, Barrio Negro, sucesor de su debut Rosas del Amor (1987), que le demandó cuatro años de intenso trabajo. Es un disco inspirado, de tono intimista, donde Tomatito combina naturalmente tradición y modernidad. Este álbum (que se edita el domingo 18 con Página/12) fue publicado originalmente por Nuevos Medios, un sello que era algo así como el “buque insignia” del movimiento conocido como “nuevo flamenco”. Algunos de los músicos emblemáticos de esa corriente están presentes en Barrio Negro, que fueproducido por el guitarrista Juan Carmona, con la participación de su hermano Antonio en percusión (ambos de Ketama) y de Carles Benavent en bajo eléctrico, responsable por haber instalado este instrumento dentro de la música flamenca a través de su trabajo junto a Paco de Lucía.

La joya del disco son los tangos titulados “La voz del tiempo”, cantados nada menos que por Camarón de la Isla. También se destacan las bulerías “A mi tío, El Niño Miguel” (dedicado a su tío, prominente guitarrista flamenco también conocido como Tomate), donde puede escucharse a Tomatito acompañado sólo por palmas y percusión, y los tangos “Caminillo viejo”, con guitarra, saxo y percusión. Tanto en estos temas de corte despojado, como en otros donde incorpora un acompañamiento más nutrido, puede apreciarse claramente la magistral amalgama de técnica y sentimiento que constituyen la marca registrada de Tomatito, así como su capacidad para innovar, empujando las fronteras del género pero sin salirse de su territorio.

La carrera de Tomatito continúa hasta el presente, convertido en uno de los más destacados exponentes de la guitarra flamenca contemporánea. El público argentino lo conoce a través de sus presentaciones en nuestro país, donde tocó en dos oportunidades: en 1998, como parte del espectáculo El guitarrazo, junto a Luis Salinas y Lucho González, realizado en La Trastienda, y en 1999 como solista, presentando el espectáculo Noches gitanas. Ese mismo año se editó el álbum El guitarrazo, con grabaciones en vivo y en estudio que reflejaron este inolvidable encuentro de guitarristas de distintas culturas. Su amistad con Salinas continúa hasta el presente: el último álbum de Tomatito, titulado Aguadulce (que obtuvo el Grammy Latino en 2005 como Mejor Album Flamenco), contiene una rumba titulada “Pa’ Salinas”. Pero posiblemente, lo mejor esté aún por venir: para el año próximo, se habla de un álbum en colaboración entre Tomatito, Salinas y el guitarrista francés de origen gitano Bireli Lagrene, considerado el heredero de Django Reinhardt.

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Camarón de la Isla, una auténtica leyenda gitana.
 
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