El regreso de la ficción a la pantalla de Canal 7, que se produjo el año pasado, no sólo fue positivo por lo que representa para aquellos que únicamente pueden sintonizar esa señal de aire, sino también porque abrió un espacio capaz de contar otro tipo de historias que los canales privados. Con lenguajes, ritmos y pretensiones diferentes. Y parece que ese es un valor en extinción en la TV mundial, que se valora mucho más de lo que se cree. Al menos esa es la sensación que deja la noticia de que Contra las cuerdas, la ficción que entre noviembre de 2010 y agosto de 2011 se emitió por la televisión pública, está nominada al Emmy Internacional en la categoría “Mejor telenovela”. El 21 de noviembre, en Nueva York, se conocerá si la telenovela que contó una historia de clase media se convertirá en la segunda producción argentina en alzarse con el premio.

Producida por ON TV, la productora de Bernarda Llorente y Claudio Villarruel, Contra las cuerdas fue seleccionada por la Academia Internacional de Artes y Ciencias de la Televisión entre numerosos programas de todo el mundo. La ficción protagonizada por Rodrigo de la Serna, Soledad Fandiño, Maxi Ghione y Roberto Carnaghi fue elegida entre más de mil presentaciones provenientes de 61 países, y competirá en su rubro con tres producciones procedentes de Brasil, Portugal y Filipinas. Como en 2008 con Televisión x la Identidad, serie que fue nominada y condecorada en el rubro “Mejor miniserie televisiva”, convirtiéndose en el primer programa de la Televisión Iberoamericana en recibir el premio, este año la TV argentina vuelve a tener la oportunidad de alzarse con una de las distinciones más importantes de la industria televisiva a nivel mundial.

Contra las cuerdas fue un ciclo surgido de una idea de Tristán Bauer, que contó con la producción ejecutiva de Gonzalo Otálora y la dirección general de Alejandro Maci que, al igual que en Lalola y Los exitosos Pells, trabajó con Esther Feldman en la coordinación autoral. La ficción, que contó con un final en vivo en el Teatro Gran Rex, donde 3500 personas pudieron disfrutar del último capítulo en alta definición, narró la historia de dos hermanos de clase media que se reencuentran después de muchos años en algún barrio del conurbano, tratando de sobrevivir como pueden y disputándose el amor de una misma mujer, en un contexto social y cultural que condicionó su existencia y puso en juego su relación.