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Domingo, 10 de marzo de 2013

TELEVISION › UN HOAX PONE LA ETICA PERIODISTICA EN DEBATE

La culpa no es del chancho

El programa Nathan for you, de Comedy Central, armó un video de 30 segundos en el que un cerdo rescataba a una cabrita de morir ahogada y lo subió a YouTube. Lo pasaron hasta en los noticieros y superó los siete millones de visitas, pero nadie comprobó su veracidad.

 Por Facundo Gari

Internet es un caldo de cultivo de rumores y, muchas veces, de rumores falsos. Basta con que a algún chistoso se le ocurra meter en la cárcel a una celebridad (Banksy, hace unas semanas) y que un par de usuarios amigueros compartan la información para que sea difícil detener el consecuente raid mentiroso, que adquiere a veces proporciones de escándalo. El bulo es en la jerga web denominado hoax y tiene por meta nada más que ser divulgado masivamente: el medio es el fin. Hay, sin embargo, excepciones. En septiembre del año pasado, en YouTube apareció un conmovedor video en el que un cerdito salva a una cabrita de morir ahogada en un estanque. Retierno, sí; tanto que desde entonces sus 30 segundos fueron vistos más de siete millones y medio de veces por usuarios que todavía ignoran que el video es falso, que tuvo una finalidad y que su difusión excedió todas las previsiones.

La puesta fue armada para una nueva serie llamada Nathan for you, de la producción de Comedy Central (canal de MTV Networks que se emite en la Argentina desde febrero por DirecTV). ¿El fin? Promocionar una pequeña granja de California. Detrás de esta fábula 2.0 trabajaron unas veinte personas –entre buzos, entrenadores de animales y asistentes– e incluso se construyó un canal de PVC para guiar el tranco del cerdo hasta los chapoteos de la cabra. La inversión valió la pena y el fenómeno siguiente da cuenta de la presteza matemática con que el marketing publicitario apuesta a la viralidad: horas después de haber sido subido al océano virtual, el link fue compartido por la revista Time con sus seguidores de Twi-tter. Lo mismo hizo la afamada actriz, humorista y conductora Ellen DeGeneres (incluso en su sitio, www.ellentv.com, en el que todavía se encuentra). A partir de ahí, la cuestión explotó: varios noticieros y magazines de las cadenas NBC, ABC y Fox transmitieron por televisión el engaño dándolo por cierto. Al punto de que Brian Kilmeade, coanfitrión de la emisión Fox & Amigos, llegó a afirmar que “la Warner Brothers no podría hacer una caricatura de esto y hacer que parezca más realista”. ¡A que sí!

Varias agencias de noticias quedaron en offside. Y aunque se trató de un bulo inocentón, la revelación dejó una vez más al Cuarto Poder en un lugar de cuarta. “Es realmente embarazoso para los periodistas que tropezaron con el video y decidieron promocionarlo o compartirlo con sus audiencias”, aseguró la analista de ética mediática, profesora y escritora Kelly McBride, en una columna para el Instituto Ponyster en la que además deja algunos tips para constatar la veracidad de un video (verificar al usuario, sobre todo). Lo sucedido “es casi una forma de mala praxis”, escribió, sin referirse a si no es un tanto insensato dedicarles en informativos tanto espacio a curiosidades o bloopers.

Para los creadores del video, el nivel de exposición superó las expectativas, que estaban en principio puestas en difundir la filmación como “experimento social” en Internet. “Si hubiéramos intentado elaborar y tirar un hoax para los noticieros, creo que podríamos habernos esforzado más”, ironizó Nathan Fielder, protagonista de la serie. “Pero no fue así. Encontramos interesante que la gente compartiese el video sin que dijéramos nada.” Con un estilo documental, Nathan for you muestra los intentos de este humorista de 29 años por ayudar a pequeños negocios suburbanos a aumentar sus ganancias con extravagantes ideas publicitarias. De ahí que intentara convertir un cerdo de una pequeña granja de Oak Glen en una celebridad: la idea era atraer público con la oportunidad de ver (en) vivo al salvador de la cabrita. Y aunque ahora Fielder se vanaglorie del esfuerzo hecho, los obstáculos fueron varios a la hora de elaborar el galante cruce de especies. Como al puerquito elegido lo espantaba el agua del estanque, se recurrió a uno entrenado, y así y todo tuvo que utilizar la guía de plástico. Una dificultad menor se resolvió con fuerza y tecnología: la cabra se había acostumbrado tanto al agua que hubo que zamarrearla por debajo y añadir durante la edición unos angustiosos balidos.

El resultado final fue subido a YouTube con el seudónimo “jebdogrpm”, bajo el solemne título “Cerdo salva cabra bebé” y junto a una descripción de esas que encantan a los buscadores de registros animales antológicos: “Un cerdo salva a una cabra cuya pata se había atorado bajo el agua en un zoológico de mascotas. Simplemente impresionante”. A la mañana siguiente, el seudónimo había recibido además solicitudes de programas informativos que pedían permiso de reproducción. En ningún caso se le preguntó al usuario cómo había sido hecho el video. “Estamos obligados a pasar esto”, caía en la trampa Brian Williams en Nightly News, que al menos tenía la prudencia de deslizar que no había “manera de saber si esto es real”. De eso se agarró luego la NBC News en su comunicado: “Fue presentado como un video que estaba dando vueltas en Internet y, como Brian dejó en claro, su autenticidad no pudo ser verificada. Fue tratado como lo que era: la foto de un momento gracioso, moneda corriente en las redes sociales”.

Los ejecutivos de Comedy Central decidieron no alertar sobre la falsedad del video, que recién fue desenmascarada justo antes del estreno de Nathan for you. “Tomamos la decisión de no convertirlo en algo más, porque no se trataba de hacerles una travesura a los noticieros”, alegó Kent Alterman, director de contenidos de la señal. Filder opinó: “Definitivamente no creo tener la misma responsabilidad ética que los noticieros. Cuando veo las noticias, asumo que lo que estoy viendo tiene algo de investigación encima. No veo nada malo, éticamente, en postear un video en YouTube y presentarlo como algo que no es”. Si la culpa no es del chancho sino del que le da de comer, queda chapoteando (y balando) la duda: de qué lado del refrán están los medios y de qué lado, las audiencias.

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Durante la filmación, la cabra se había acostumbrado tanto al agua que hubo que zamarrearla.
 
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