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Jueves, 5 de julio de 2007

TELEVISION › ADIOS A “NADA QUE VER”

Un programa que duró un suspiro

La señal Sony dio de baja la sátira animada después de sólo tres emisiones.

 Por Emanuel Respighi

La irónica campaña promocional con la que Sony Entertainment Television dio a conocer la serie animada Nada que ver, en la que se parodiaba y satirizaba a distintos iconos de la cultura, el entretenimiento y la política latinoamericana, escondía un carácter profético. “Para bien o para mal, Sony cambia”, rezaba el slogan de la nueva programación del canal, que buscaba volver a recobrar cierto espíritu irreverente. “A alguien van a despedir por esto”, bromeaban las promociones que presentaban a la nueva serie animada, que encabezaba el perfil políticamente incorrecto que buscaba imprimirse en la pantalla. Y los augurios finalmente se materializaron, sólo que en este caso el “despedido” fue ni más ni menos que el mismo programa. Es que los directivos del canal decidieron levantar el ciclo luego de las reacciones negativas que generó en Chile el capítulo en el que se caricaturizaba a su presidenta, Michelle Bachelet, tras el cual algunos diputados denunciaron al ciclo por el “daño” que hacía ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV).

Animada por la productora argentina Encuadre y guionado e interpretado por la productora venezolana Plop, Nada que ver fue la serie más promocionada de Sony del último lanzamiento, por el carácter corrosivo y satírico que le agregaba a la pantalla del canal históricamente especializado en sitcoms. Y paradójicamente la de menos duración, ya que sólo se alcanzaron a emitir tres episodios. Bajo una idea tan básica como efectiva (ubicar a los principales mandatarios de la región en situaciones cotidianas, fuera de las investiduras que representan), el programa no deja icono latinoamericano sin satirizar, desde músicos como Charly García y Paulina Rubio hasta líderes políticos como Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro, pasando por los actuales presidentes Néstor Kirchner, Lula da Silva o Hugo Chávez, entre otros. Sin perder de vista a George W. Bush Jr., claro.

Al parecer, el conflicto se originó cuando en el tercero y último episodio emitido –el martes 26 de junio–, Bachelet “debutó” en la serie como invitada al talk show “Kofi Show”, conducido por una versión del ex secretario general de la ONU Kofi Annan con una taza de café en vez de cabeza, junto a otros presidentes de la región como Alvaro Uribe, Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner, Lula da Silva y Alan García. En el episodio, la presidenta chilena aparece vendiendo empanadas al resto de los mandatarios, a la vez que la caricatura de Charly García le reprocha su “falta de sexo”, lo que provoca que Annan se baje los pantalones de cara a la caricatura de Bachelet.

Al día siguiente de la emisión del capítulo que salía los martes a las 23 en el bloque “Políticamente incorrecto” de Sony, las protestas en contra de Nada que ver se hicieron escuchar en los medios de comunicación chilenos. La serie animada, incluso, llegó al estrato político cuando el diputado del partido de derecha Unión Democrática Independiente (UDI) Marcelo Forni realizó una denuncia ante la CNTV –el Comfer chileno–, ya que las caricaturas de Nada que ver “no son entretenidas y dañan la imagen de varios presidentes”. Sin embargo, hay que apuntar que no se registraron quejas de ningún otro país sobre las burlas a sus presidentes.

Tras la denuncia, la polémica en el país trasandino tomó más fuerza cuando Herman Chadwick, miembro de la CNTV, amenazó públicamente con sancionar a un programa que –como él mismo reconoció– no había visto. Varias organizaciones sociales criticaron sus dichos, entre ellas el Comité Pro Defensa Ciudadana, que consideró que tanto la denuncia como las palabras de Chadwick atentan contra la libertad de expresión. “Resulta alarmante que un importante miembro del CNTV como es Herman Chadwick se pronuncie y amenace con sancionar un programa que –como él mismo reconoce– jamás ha visto. Esto representa una gravísima censura a ciegas. Una amenaza intolerable a la libertad de expresión”, le dijo al diario chileno El Mercurio el presidente de la agrupación, Eduardo Yáñez.

Ante la polémica generada, finalmente Sony decidió “cortar por lo sano” y levantar el programa en toda América latina. Desde el canal niegan haber recibido presiones formales de las autoridades y afirman que la decisión sólo responde a cuidar a la audiencia, aclarando que nunca quisieron insultar ni ofender a quienes se aluden en el ciclo. “Lo hicimos de nuevo”, comienza diciendo el comunicado en el que Sony anunció la salida del aire de Nada que ver. “No es la primera vez –agrega en forma irónica– que prometemos algo, y lo cumplimos. Dijimos que haríamos la serie más irreverente e inútil jamás vista antes en la TV por cable. Parodiamos de la forma más irracional e infame a personajes insólitos en Nada que ver. Y la gente nos vio. Pero hubo siempre una advertencia: a alguien echarían por esto. Y así fue.”

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En Chile no cayó nada bien el “Kofi Show”, en el que Kofi Annan se bajaba los pantalones delante de Michelle Bachelet.
 
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