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Sábado, 16 de abril de 2011

VIDEO › EDITAN EN DVD DOS PELíCULAS DE LA SAGA TORRENTE

La bestia sigue en las calles

A propósito del reciente estreno local del cuarto film de la serie, y aprovechando la presencia de Santiago Segura en el Bafici, llegan a las bateas Misión en Marbella y El protector. Otra oportunidad para encontrarse con un personaje tan bizarro como inolvidable.

 Por Horacio Bernades

Hasta ahora lo conocían unos pocos. Ahora, de repente, un torrente de Torrente en Argentina. Los que descubrieron a este verdadero basurero humano a fines del siglo pasado, cuando Torrente, el brazo tonto de la ley llegó al Festival de Mar del Plata, no lo olvidan. Otros acaban de enterarse de la existencia del personaje –el agente más corrupto y despreciable de la policía madrileña– gracias a la visita que hizo al país en estos días, para promocionar el estreno de Torrente 4: Crisis letal, su primer film en 3D y también el primero que se estrena aquí. Cuando la primera de la serie se estrenó en España, en 1998, fue record de boletería para una película de ese origen. Las siguientes (2002 y 2005) no hicieron más que superar la cota y a la nueva le alcanzó con el primer fin de semana para batir todos los records de boletería en su país, ya no sólo para las películas españolas, sino para las de cualquier origen. Está claro que era el momento justo para lanzar en DVD Torrente 2: Misión en Marbella y Torrente 3: El protector, y eso es lo que el sello SBP acaba de hacer.

“Oie, mocita, trae unos huevos, una morcillita, algo consistente”, le reclama a la azafata en Torrente 3, de una punta a otra del avión, el impresentable que está sentado en uno de los asientos del pasillo, en el vuelo de Iberia. La avanzada calvicie mal disimulada con un par de mechones raídos atravesados sobre la frente, la barba nunca bien afeitada, la camisa tan abierta como para que asomen del pecho unos pelos que nadie quiere ver, el cuello saliendo por fuera del saco (estilo Johnny Allon, digamos) y los peores modales del mundo no dejan lugar a dudas: se trata de la bestia de José Luis Torrente. El tipo representa (casi) todos los males de este mundo, y eso es lo que lo hace irresistible como personaje cómico. Como una versión-paella del maldito policía de Harvey Keitel, este “defensor del orden establecido” (así se asume) se toma todo, vive de putas, explota a los desvalidos (en la primera usaba de ayudante a su padre en silla de ruedas; tiene un grupo de chicos discapacitados que lo ayudan, como un Holmes del basurero) y sus escrúpulos son tantos como los pelos de su cabeza. “Ala, ¿noj’hacemo unas pajilla?”, le pregunta a su compañero de patrulla en madrileño puro, como quien invita a una mano de mus.

¿Quién otro podría haber imaginado, encarnado y dirigido las aventuras de este monstruo sino Santiago Segura, el metalero-hijo de mamá de El día de la bestia, el cómico resentido de Muertos de risa, el descerebrado absoluto de Isi/Disi? Si en la primera de la serie debía vérselas con la mafia china (inolvidable el “¡eh, chinita, sustancia!”, con el que reclamaba algún chorizo en un restaurante chino), en Misión en Marbella su ayudante de turno (un junkie con el cerebro hecho puré, al que le paga con bocadillos de jamón) da de casualidad con el microchip que un ultravillano desquiciado necesita para hundir a media Costa del Sol de un misilazo. En El protector, José Luis debe (des)proteger a una diputada ambientalista del Parlamento europeo, que amenaza los intereses de un poderoso empresario (Fabio Testi, estrella del peor cine italiano de los años ’60 y ’70). Aunque como suele suceder en estos casos –recuérdese la serie Austin Powers, fuente de inspiración no declarada de Segura– la historia es lo de menos. Hasta el punto de volverse superflua y hasta molesta, cómo no.

Como quien vuelve a ver después de un tiempo al peor de sus amigos, lo que importa es reencontrarse con el animal de Torrente haciendo de las suyas. Tratándose de una serie que hace del “ser nacional” su blanco principal, no llama la atención que lo español en su versión más “casposa”, provinciana y berreta sea componente esencial. Hincha del “Aleti”, Torrente lleva el escudito rojiblanco colgado en la solapa. En Misión en Marbella tiene por cliente a un viejo falangista, preocupadísimo porque unos gamberros le roban el ABC todas las mañanas (el gran José Luis López Vázquez, en una de sus últimas apariciones). Ese localismo da por resultado cameos de los futbolistas Fernando Torres e Iker Casillas, pero también de John Landis ¡y hasta Oliver Stone! (andarían de vacaciones por España, vaya a saber), para no hablar de Edda Díaz y Marcos Mundstock, todos ellos en El protector. Por otra parte, ¿quién sino Raphael podría cantar el tema de créditos de Misión en Marbella, como Paul McCartney o Carly Simon en una de Bond? Torrente como primo español de algún personaje de Capusotto: difícil no soñar con el creador de Pomelo ladeando al cana más corrupto de la policía madrileña en alguna posible coproducción. ¿Algún productor por ahí?

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José Luis Torrente, el más corrupto de todos.
 
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