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- Gustavo Santaolalla: “El problema de la piratería afecta a la industria entera, desde el primer hasta el último empleado de una discográfica, un estudio de grabación o un artista. Tenemos que ser conscientes de que la piratería es un robo como cualquier otro, y que debemos utilizar las nuevas tecnologías digitales para que se transformen en una nueva forma de comercialización de la música de manera legal, en lugar de un instrumento para facilitar el downloading. La cadena de eventos negativos y el impacto que genera la piratería en la industria es totalmente perjudicial para nuestro arte y fundamentalmente para nuestros músicos”.
- Fidel Nadal: “Las personas que comparten temas no deben ser acusadas, porque los programas en la computadora están hechos para eso. Está claro que para algunos músicos esto significa un perjuicio económico. Pero el problema que eso te signifique dependerá de las razones por las que te metiste en la música. Si te metiste porque tenías algo que decir, entonces el ‘tema plata’ va a pasar a otro plano. Ahora, si te subís a un escenario pensando en cobrar, la cosa es distinta. Personalmente, pienso que no es un problema que bajen mis temas, porque la calidad del mp3 es diferente y, además, es bueno que la gente que no puede acceder a tus CDs pueda conocerte. No se me ocurriría acusar a los que bajan canciones”.
- Mini (Villanos): “Me parece que no es correcto denunciar a los pibes que bajaban música y la ofrecían a otros usuarios, porque con ese criterio tendríamos que hacerle juicio al 70 por ciento de la gente del rock. Lo que sí es importante es empezar a buscar una manera de regular ese tipo de asuntos. Es obvio que el mercado discográfico ha cambiado y que es necesario ponerse a pensar nuevas formas. Una de las soluciones contra la piratería podría ser hacer ediciones más baratas de discos, de ocho o diez mangos. Si fuera así, uno la pensaría dos veces antes de comprar el trucho. Lo que está muy claro es que cuando bajen los precios de los discos, va a bajar la piratería”.
- Goy (Karamelo Santo): “Mi opinión es que Capif representa el poder de los sellos discográficos y forma parte de una industria que ha sido egoísta con la gente que hace arte. Personas que vendieron muchísimos discos terminaron en bancarrota gracias a las prácticas de esas empresas, que te defienden mucho mientras tu tema está en los rankings y después te dejan en banda. Personalmente relaciono lo que está pasando con la idea de que a las empresas se les está acabando el negocio y no están a la altura de los tiempos modernos. No pueden entender que el hecho de que la gente se pase música no es una cuestión delictiva sino una tradición del país. En consecuencia, antes de hacerle un proceso a alguien hay que parar la pelota y ver qué propone esta época. Lo único que estas acusaciones van a generar es que se creen programas paralelos para que todo continúe. De manera que hay que relajarse y entender que la industria por medio de un soporte material está muerta. Gracias a Internet, se viene un proceso de democratización de los medios y esta gente, que durante años hizo fortunas, está dando manotazos de ahogado. Espero que algún día las compañías se den cuenta de que están defendiendo una causa perdida”.
- Diego Torres: “La piratería es un tema muy serio, que afecta a toda la industria de la música, no solamente a los altos ejecutivos o a los grandes artistas. Tenemos que ser conscientes de que la piratería daña directamente las posibilidades del desarrollo creativo de artistas, productores, ingenieros de grabación y mucha gente más. El nacimiento de la música digital en la Argentina es una oportunidad de encontrar nuevas formas de llegar con nuestro arte a todos los que aman la música”.