“Para interpretar una narración hay que volver a contarla; entender un relato es contarlo de nuevo”: la frase encerró uno de los conceptos que lanzó Ricardo Piglia durante la conferencia inaugural de la cuarta edición del Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires (Filba), que empezó ayer en el Malba. Al cierre de esta edición, el autor de Blanco nocturno y El último lector magnetizaba al auditorio con un clima no exento de humor, como cuando recordó que Borges leyó la primera traducción del Quijote en inglés, y al leer el original pensó que era una mala traducción. Antes de que Piglia se explayara sobre la “explosiva” conferencia Contra los poetas de Witold Gombrowicz de 1947 en la librería Fray Mocho y comentara que “la poesía es una operación que hacemos con los textos y no una esencia”, Lito Cruz había leído una selección de Help a él, de Fogwill: “Voy a ver si puedo escribir un cuento tan bueno como el de Fogwill para que lo lea Lito Cruz”, señaló Piglia.