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Miércoles, 3 de septiembre de 2014

MUSICA › LA POLíTICA, AQUí Y ALLá

Hablando de crisis

–¿Por qué lo de “crisis” en el título de su show?

–19 días y 500 noches fue un disco que marcó una crisis personal mía, la crisis de los 50, la crisis de dejar sustancias tóxicas, de dejar una chica e irme con otra, de empezar a envejecer sin dignidad. Y ahora estoy frente a la crisis social y política que está pasando Europa, una situación que yo no he conocido antes. La sensación de que nuestros hijos van a tener menos posibilidades de las que tuvimos nosotros es muy real; la socialdemocracia, que era el gran invento europeo para competir con los soviéticos, se está desmontando absolutamente. Están destruyendo la sanidad pública, la educación pública, están aplicando un menemismo urgente, de reprivatizarlo todo. Hay desnutrición infantil seria y los desahuciados siguen pagando la hipoteca del banco. Y creo que cuando ya han acabado con todo esto, ahora van directamente contra la ilustración. Soy muy pesimista, pero eso es lo que veo. Entonces pensé en usar el disco de mi crisis personal para comentar un poco esta crisis que es mucho más gorda de lo que fue la mía. Me he ido por los pelos, pero así es.

–En españa apareció Podemos como posible esperanza, ¿cómo lo ve?

–Algo tenía que aparecer. Ellos no lo saben, yo no los voté, pero ahora los votaría. Ahora que empiezan a atacarme, porque me cuentan que no sé qué dije el otro día y uno de los grandes popes de Podemos me ha dicho en las redes sociales eso tan antiguo y tan absurdo de que me dedique a cantar y no a opinar. ¡Por favor, si ellos dicen que hay que apoderarse de la opinión y que no hay que dejarles a los políticos la política! Aun así los votaría.

–¿Cuál fue el problema, qué dijo?

–No sé, supongo que dije que tenían un lenguaje un poco escolástico, marxista, antiguo. Lo vuelvo a decir.

–Es que son dirigentes que vienen de la academia, y ése parece ser otro punto diferencial.

–Son profesores que llevan muchísimos años haciendo planes, han colaborado mucho con Chávez. Me parece que Chávez hizo cosas, pero ojalá hubiera sido otro no tan payaso y no tan impresentable el que las hubiera hecho.

–Sin embargo, fue parte de todo el proceso que ese está viviendo en Latinoamérica, aunque con sus diferencias. No sería justo quedarse en una cuestión de formas.

–Soy absolutamente partidario de Correa en el Ecuador y del Pepe Mujica en el Uruguay. Y de muchas cosas en Argentina, no de todas. De la que menos partidario soy es de la división que noto en el país, el enconamiento entre estás conmigo o estás en contra de mí. Eso no va muy de la mano de la idea de democracia, del convivir diariamente, de aquello de la fraternidad de la Revolución Francesa.

–Pero cuando se tocan intereses es difícil hablar de fraternidad, así en abstracto. Lo que dice parece muy marcado por los titulares de los diarios.

–Es verdad, pero sepa que todos mis amigos argentinos, la gente que conozco hace muchos años, son muy kirchneristas. Y tampoco leo solo Clarines y Naciones. Tenga otra cosa en cuenta, no soy un turista, pero tampoco soy un argentino que vive aquí todos los días. Lo que sí hago cuando llego a la Argentina es ir a una librería y comprarme treinta libros de lo que ha pasado en los últimos años, libros que hablan a favor y en contra del Gobierno. Con todo esto, trato de formar mi opinión.

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