De Costa Rica se podrá ver Algo de Ricardo, del uruguayo Gabriel Calderón, con dirección y actuación de Fabián Sales. Un actor de 40 años aborda el personaje de Shakespeare y se identifica con Ricardo III en su lucha por el poder. “Para ambos, la ambición desmedida y el ego desbordado son causa del enfrentamiento con múltiples obstáculos en sus particulares luchas. El actor busca el personaje, pero asimismo el reconocimiento y la gloria artística”, adelanta Sales, y agrega que la obra combina “drama, comedia y autoficción”.

“El teatro tiene mediocridades y corrupción. No es el arte inmaculado que está libre de tirar la primera piedra. Por eso me interesó esta obra. Creo que evidencia estereotipos que galopan libremente en nuestro medio y que le hacen muy mal. Enfermedades profesionales tomadas con normalidad”, cuenta Sales. Durante un proceso de investigación de cinco meses, el actor trabajó sobre su “propio ego”. Se incorporaron especialistas en escenografía, animación, multimedia, vestuario y composición de música incidental.

–Creo que por medio de algunos de los nuevos (o no tan nuevos) autores dramáticos se está encontrando una identidad interesante, que potencia la fuerza expresiva de nuestro teatro y motiva a muchos de los hacedores. Esta identidad tiene su mayor fortaleza en que las temáticas propuestas se basan en un interés latinoamericano específico, generalmente del microcosmos del autor en “su tierra”. Esto más allá de la estética propuesta, tiene como base del éxito comunicativo la honestidad del contenido. El público latinoamericano, por tanto, se siente incluido, identificado y ha desarrollado un interés especial por este tipo de obras. Sin embargo creo que la mayor fortaleza está en que esta especificidad, estas miradas enfocadas en lo nuestro, muchas veces están consiguiendo exponer en el escenario pedazos de nuestra realidad humana que son de interés planetario.