[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El embajador de Inglaterra estaba alborozado, y no solamente por el perfil del nuevo Papa.

–Estamos a punto de concretar un gran negocio con la facultad –dijo–. Vamos a firmar un acuerdo marco para que en la facultad se utilice solamente fósiles de la fábrica anexa, con la esperanza de imponer nuestra marca en el mundo entero. Partimos del hecho de que los fósiles sintéticos son muy superiores a los originales.

–Debo reconocer que los fósiles sintéticos no me entusiasman mucho –dijo Kuhn–. La filosofía positiva no tiene más remedio que objetarlos.

–Ah –dijo el embajador de Inglaterra–. Eso es porque la ciencia positiva no tiene imaginación. ¿Qué tienen de malo los fósiles sintéticos? O mejor dicho, ¿qué tienen los fósiles originales que no tengan los sintéticos? Creo que deberíamos hablar sobre el asunto.

–Creo que deberíamos dejarlo como enigma a nuestros lectores –dijo Kuhn.

¿Qué piensan nuestros lectores? ¿Qué tienen los fósiles naturales que no tengan los fósiles sintéticos? ¿Papas?

Correo de lectores

BENEDICTO
Benedicto XV (Giacomo Della Chiesa) fue papa durante la Primera Guerra Mundial. Pero más interesante sería saber quién será Benedicto XVII.

Seguramente esa pregunta podrá ser satisfecha durante el próximo Café Científico, dedicado a los Viajes en el Tiempo. Yo también daré una charla sobre Viajes en el Tiempo (en la ciencia y en la ciencia ficción), el lunes 9 de mayo a las 17.30, en la Sala Roberto Arlt de la Feria del Libro. Están invitados.

Claudio H. Sánchez

COLORES INSOLITOS
Cuando yo era chico, creía que era posible ver en otra longitud de onda, como las abejas, que creo ven en ultravioleta. ¿Cómo sería eso? ¿Se verían otros colores, distintos a los que conocemos? Porque es imposible imaginar un color diferente. Inténtenlo y verán.

Tal vez, algún día podamos adaptar nuestro sistema óptico para ver en otra longitud de onda. Y entonces veríamos colores insólitos, colores inventados, inimaginables. ¡Quién sabe!

Saludos

Darío A. Alonso