La de ayer, en el Monumental, no fue una de esas tardes en las que los dos equipos que se enfrentan aprovechan el marco festivo y se impulsan a la conquista del marcador; tampoco fue una de esas tardes que sirven para aceitar el juego y pulir defectos. No, el clásico entre River y Racing dejó desconformes a todos. Muy poco fútbol, pocas situaciones claras de gol, delanteros con la pólvora mojada y hasta un árbitro medio confundido, todo contribuyó para que el trámite no pasara de un empate sin goles.

No fue el partido soñado por Simeone, que volvía a parar al equipo como lo había hecho en el verano, con tres líneas de tres y Abreu solo arriba. Apenas 30 minutos de buen juego entre Ortega y Buonanotte, hasta que el jujeño debió salir por lesión e ingresó Ferrari, y Falcao se retrasó un poco para enganchar y Abreu se quedó más solo todavía.

Hasta que se fue Ortega, River había complicado por la franja izquierda, donde Chatruc hacía poco en ataque y menos en defensa. La fiesta se la hacía solito Buonanotte, desbordando, cerrándose hacia adentro, tirando centro o enganchando cerca del área para entrar con algún remate interesante. Pero en situaciones de gol, más allá de sus intenciones, River se quedaba corto. Un cabezazo de Abreu, un remate débil de Falcao y dos remates inquietantes de Buonanotte, que por momentos se corría a la posición de enganche, resultó poco para que River se fuera al descanso en ventaja. Una mano de Gerlo en el área, que Bassi dejó seguir, contribuyó para que Racing también se fuera al vestuario con las manos vacías.

Trató de corregir tácticamente Simeone y envió a la cancha al chileno Sánchez, que intentó con poca fortuna generar juego para sus compañeros; retrasado no lastimaba, más allá de un derechazo desde afuera del área que exigió al arquero Navarro. Racing, más preocupado por defender que por atacar, apenas disfrutaba de los arranques de Moralez, que avanzaba en el mano a mano con Gerlo, pero le costaba encontrar a Sava en posición de gol y, cuando eso sucedía, era a Sava al que le costaba encontrar la pelota.

Con el ingreso de Rosales, River ganó profundidad y comenzó a llegar con más claridad. Gerlo dispuso de una buena oportunidad con un violento remate de 30 metros que se fue apenas desviado; Archubi tuvo una chance inmejorable entrando por el segundo palo tras un centro de Rosales, pero el cabezazo se fue por el costado; unos minutos más tarde, Rosales quedó mano a mano con Navarro, pero el arquero correntino desvió de un manotazo el disparo, que no fue gol porque la pelota terminó estrellándose en el travesaño.

La expulsión de Sosa, por doble amarilla (que Bassi, desconcentrado, en un principio no había advertido), parecía sentenciar la tarde de los de Avellaneda. Fueron sólo seis minutos, pero en ese lapso River se lanzó con todo a buscar el triunfo. La buena labor de Yacob, que había entrado por Bastía en el arranque del complemento, y el destacable trabajo de los paraguayos Cáceres y Bonet, y de Mercado, lea permitieron a los de Micó llevarse un punto de oro del Monumental.

Estadio: River.

Arbitro: Gustavo Bassi.

Cambios: 29m Ferrari (5) por Ortega (RP); 46m A.Sánchez (5) por A.Fernández (RP) y Yacob (6) por Bastía (R), 58m Rosales (6) por Abreu (RP), 62m Manicero por Chatruc (R) y 88m Diego Menghi por Moralez (R).

Incidencias: 86m expulsado Sosa (R).