Los dilemas de River para saber hacia dónde apuntará la mira en este torneo tuvieron ayer otro encuentro para el diván. El equipo, que llegaba al compromiso con Argentinos con la chance de quedarse con la punta de la tabla en soledad, no sólo no pudo superar ayer al conjunto de La Paternal, sino que terminó la noche como escolta de los dos nuevos líderes, Racing y Estudiantes. Y encima el triunfo de Tigre alejó a los de Victoria en la suma de los promedios, algo que también puede suceder hoy con Independiente si consigue los tres puntos ante Arsenal. Por ese motivo, River puede pasar en una semana de ilusionarse con una nueva estrella, al nerviosismo que provoca la chance de llegar a la Promoción.

Del otro lado la situación es diferente. Argentinos, el de mejor rendimiento de los cinco que participan en la Copa Libertadores, parece haber encontrado el sistema adecuado para los jugadores que posee, y con eso estuvo más cerca de festejar en el estadio Monumental.

La nueva modalidad futbolística de identificar a los equipos con determinada distribución táctica, encontró en River y Argentinos a dos conjuntos que ubican a sus jugadores de manera similar. Pero la distancia que pueda existir entre ambos se centra en los momentos que transitan los jugadores de cada uno. El encuentro tuvo algunos atractivos a partir de ahí, dentro de un desarrollo equilibrado.

River está lejos de ser un plantel que se identifique con la audacia. El entrenador determinó tener cuatro hombres en la mitad de la cancha, y allí cuenta con dos volantes centrales (Almeyda y Acevedo). Pero lo más sorprendente es que ubica un solo delantero, Pavone, que tiene que ser abastecido por los chicos Lamela y Lanzini. En el plano defensivo los resultados son óptimos: River no recibió goles en las cuatro fechas del Clausura, y la línea de tres en el fondo seguirá inalterable. Pero en el aspecto ofensivo apenas desequilibró ante Huracán, debido a que no exhibió supremacía sobre Tigre, Independiente, ni anoche.

Con esos ingredientes el fútbol de River se hace deslucido a medida que pasan los minutos. Si bien ayer inició el encuentro con más decisión en el campo rival, lentamente fue perdiendo protagonismo y Argentinos terminó siendo el que tuvo más claridad.

Además, si bien cualquier esquema puede modificarse cuando los hombres más capacitados logran quebrar el orden con alguna genialidad, no aparece precisamente con este River, que prioriza su arco antes que el de enfrente. El equipo tendrá la semana próxima otra nueva sesión para saber un poco más sobre sus aspectos personales, esos que no dejan que pueda decidirse con precisión el lugar que aspira lograr: dar un salto de calidad o sumergirse en la medianía.