libero

Lunes, 6 de enero de 2003

Los Reyes Magos del fútbol mundial

Dominan el fútbol mundial y su magia reside en sostenerse al frente de la multinacional del deporte, la FIFA. Algunos acumulan poder, otros amasan formidables fortunas. La administración de Joseph Blatter, inaugurada en 1998, ha encontrado buenos aliados en Sudamérica y en otros lugares clave para asegurar su continuidad.

 Por Pablo Vignone

Los principales dirigentes de la FIFA aseguran que la multinacional del fútbol está en buena forma, moral y financieramente hablando. El crítico más agudo de la entidad, el periodista británico Andrew Jennings, aseguró a Líbero –en Copenhague, durante la reciente conferencia Play the Game– que la FIFA tendrá pérdidas al menos por los tres siguientes años. ¿A quién creerle?
El presidente de la FIFA es, desde junio de 1998, el suizo Joseph Blatter. El asegura que ellos son transparentes, limpios, voluntarios del deporte... y que las acusaciones de corrupción que circularon contra él, y que la Justicia suiza desestimó en diciembre, no son más que los relinchos de unas pocas federaciones europeas –y periodistas– que no pueden admitir que el sueco Lennart Johansson, el presidente de la UEFA, perdió la batalla presidencial en 1998.
Blatter fue investigado por fraude por la oficina del fiscal público en Zurich, que lo declaró libre de cargos a comienzos de diciembre. “Debía ser inocente porque el Comité Olímpico Internacional lo condecoró con la Orden Olímpica”, ironiza Jennings.
El Rey Blatter tiene muchos amigos en esta parte del mundo. Empezando por Julio Grondona.
El Rey Julio
A cargo de la Asociación del Fútbol Argentino desde 1979, hace casi 24 años, Grondona supo amasar poder en los pliegues del fútbol vernáculo. Roberto Digón, vice tercero de Boca, reconoció ayer a este diario que sabe de dos intentos firmes del gobierno de turno para voltear al máximo dirigente de la calle Viamonte: nadie se sostiene contra semejante marea si no es a favor de un formidable poder acumulado.
Pero si la situación privilegiada de Grondona en el terreno de entrecasa es vastamente conocida, ¿qué tanto se sabe de su influencia en el concierto internacional?
Bueno, al lado de Joao Havelange y luego de Blatter, Grondona se ha hecho muy, muy poderoso. Además de ser uno de los siete vicepresidentes de la FIFA, el dirigente de Sarandí es el presidente de la Comisión de Finanzas del organismo, uno de los puestos más cruciales y estratégicos de la administración. ¿Qué hace allí? Experiencia no le falta: los memoriosos recordarán que, antes de asumir la presidencia de la AFA, Grondona integraba la administración anterior que condujo Alfredo Cantilo entre 1976 y 1979, como secretario de Finanzas y Hacienda.
Tampoco le escasea influencia al argentino en la FIFA: además de esos dos cargos, ha hecho pie en otros cuatro comités, y no en condición decorativa. Grondona es hoy vicepresidente del Bureau de la FIFA para la Copa del Mundo 2006, además de integrar, en esa investidura, el Comité Organizador del Mundial de Alemania, cuyo presidente es el sueco Johansson; además de manejar las finanzas, conduce el Consejo Consultivo (Advisory Board) de Marketing y TV de la FIFA, y como tal podría tener alguna palabra a la hora de decidir a quién se le venden los derechos de TV de los Mundiales para esta región del mundo. Por otra parte, integra el Comité de Emergencia.
En esas alturas, las apariencias no engañan. En la foto oficial del Comité Ejecutivo de la FIFA, que se reproduce aquí, Grondona ocupa un lugar privilegiado entre Blatter y Johansson. ¿Cómo pudo escalar tan alto un hombre que no habla inglés, el idioma universal? “Bueno, porque es uno de los dos únicos del Comité Ejecutivo que saben cuánto gana Joseph Blatter por ser presidente de FIFA”, insiste Jennings.
El poder de Grondona en esas esferas no es para subestimar. Quienes lo han visto actuar cuentan que Blatter, que se comunica con él en castellano, le tiene más que respeto. Cuando el suizo superó finalmente las acusaciones de corrupción impulsadas por once dirigentes de la FIFA,tras la realización del 53º Congreso Extraordinario del organismo, en Seúl, un observador argentino registró el siguiente diálogo:
–Y ahora, a ése, me lo echás ya mismo –le dijo Grondona a Blatter. “Ese” era nada menos que Michel Zen-Ruffinen, el antiguo secretario de la FIFA que había impulsado la investigación contra Blatter.
–Bueno, podemos esperar hasta mañana –sugirió el ex coronel.
–No, ¡hoy mismo! –insistió Grondona con tono imperativo.
Blatter valora ese carácter. En octubre, poco antes de que el juez Juan José Madhjoubian involucrara a Grondona de las sospechas de fraude en la causa por la compra de los sistemas de audio y video, el suizo le concedió un reportaje a Radio Rivadavia, y ante las preguntas poco comprometidas de Enrique Sacco le dio su apoyo incondicional a Grondona y declaró: “Juntos defenderemos el fútbol y la transparencia en la FIFA”.
¿Alguien duda todavía que Grondona es tan fuerte de visitante como de local?
El Rey Jack
Acaso el más leal servidor de Blatter en la FIFA sea el vicepresidente del Comité Ejecutivo, el triniteño Jack Warner, que también está encargado del Comité de Finanzas de la entidad. Junto a Grondona guardan con siete llaves el secreto más caro de la FIFA: cuánto cobra su presidente por la tarea.
“Jack tiene absoluto control de 35 votos en las elecciones de la FIFA y si uno quiere ser presidente, tiene que gozar del apoyo de Jack –sugiere Jennings–. Es endearing cuando habla de su ‘querido Sepp’.”
El periodista inglés apunta a algunos que opinan que Jack Warner utiliza a la FIFA para llenarse los bolsillos. “En su tiempo libre, Warner se dedica a manipular fraudulentamente las elecciones en la FIFA y al ‘querido Sepp’ no le importa porque siempre es el beneficiario del fraude.”
Según Jennings, hay evidencias en video de la corrupción: una cinta en poder del organismo mostraría al asistente personal de Warner, Neville Ferguson, haciéndose pasar por un delegado ausente en el Congreso Extraordinario de la FIFA en París, en 1998, el mismo que eligió presidente a Blatter. Adivinen por quién votó el impostor...
Recientemente, Warner admitió que en los diez años en que renunció a ser un maestro muy mal pago en Trinidad y se sumó a la FIFA, su riqueza tocó los 50 millones de dólares. Los derechos televisivos para Centroamérica de los últimos tres Mundiales fueron vendidos por un millón de dólares cada uno a una misma compañía... propiedad de Warner.
Cuando Trinidad y Tobago organizó el Mundial Sub-17 en 1999, una sola empresa tuvo la concesión de los pasajes aéreos, los tickets, la construcción de los estadios y hasta el catering del Mundial. La empresa pertenece al hijo de Warner. No dejó ni siquiera los sandwiches...
El Rey Ricardo
“Isaac Sasso Sasso, el costarricense miembro del Comité Ejecutivo, piensa que todo en la FIFA es simplemente maravilloso –señala Jennings–. No ve nada mal en Sepp ni en Jack ni en Julio... ni en Ricardo.”
Ricardo es Teixeira, el presidente de la Federación Brasileña y también miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA. Su record es asombroso: es presidente del Comité de Futsal, miembro de los comités de Fair Play, Organizador del Mundial de Clubes Campeones 2005 y Organizador de la Copa del Mundo 2006. Los que creen que los árbitros favorecieron abiertamente a Brasil durante el Mundial de Corea y Japón, pueden abonar sus teorías conspirativas con este dato: Teixeira es el vicepresidente del Comité de Arbitros...
Es totalmente leal a Blatter, lo que no sorprende en absoluto: sigue teniendo mejor relación con su ex suegro que con su ex mujer. El ex suegro es nada menos que Joao Havelange, presidente de la FIFA entre 1974 y 1998,que según Jennings gastó mucho dinero de la FIFA en asegurar que Blatter lo sucediera en la presidencia. Su hijo Ricardo Teixeira Havelange fue quien, cuando tenía pocos años, sacó las bolillas de los copones en el sorteo del Mundial 1978, celebrado en enero de ese año en el Teatro General San Martín, en Buenos Aires; el abuelo Joao ya llevaba cuatro años a cargo de la FIFA.
“Ricardo tiene su reputación... una que ninguno de nosotros quisiera -explica Jennings–. La investigación del Congreso brasileño concluyó en el 2001 que Ricardo estaba implicado en una serie de delitos financieros que incluían lavado de dinero y fraude fiscal, y recomendaban a la Justicia procesarlo junto a sus socios.”
Teixeira no es el único brasileño en esta historia. José Carlos Salim estuvo a cargo de las finanzas y el marketing de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). En el 2001, un socio de Pelé testificó ante la Comisión Parlamentaria Investigadora (CPI) del Congreso brasileño que investigaba la corrupción en el fútbol de ese país, y dijo que Salim le había solicitado una coima de un millón de dólares antes de que la compañía pudiera hacer negocios con la CBF. Salim fue acusado por la investigación de estar involucrado en el lavado de 40 millones de dólares. La CBF “es una cueva de crimen, anarquía, incompetencia y deshonestidad”. No lo dice Jennings: lo dijo la propia CPI.
¿Cuál es el cargo de Salim en la FIFA? Integra nada menos que el Comité de Auditoría Interna...
El Rey Mohamed
“Junto a Ricardo, Julio, Jack e Isaac, en el Comité está Mohamed bin Hammam, de Qatar –recuerda Jennings–, que da la impresión de tener a su disposición la completa riqueza que el petróleo y el gas proporcionan a su país para gastarla en la política del fútbol.”
Mohamed bin Hammam da la impresión de disponer de toda la riqueza de Qatar para gastarla en la política del fútbol. Cuando Blatter hace campaña en el tercer mundo, Bin Hammam suele acompañarlo: se dice que Blatter viaja en un avión del Emirato de Qatar.
Ha habido acusaciones de que el dinero con que se compran votos en la FIFA suele proveerlo Bin Hammam. Pero Mohamed rechaza esas acusaciones. Tiene en qué respaldarse: “Hay tanto amor y confianza entre Mohamed y Sepp –ironiza Jennings–, que Sepp puso a Mohamed a cargo de decidir qué federaciones se beneficiarán del programa de desarrollo que dispone de 100 millones de dólares para gastar”.
Otra historia involucra al dirigente asiático. “Cuando el Daily Mail desafió a Mohamed bin Hamman a explicar por qué las entradas con su nombre fueron vendidas a precios elevadísimos por revendedores en la Copa del Mundo, en Japón –relata Jennings–, dijo que esa acción era, para él, un auténtico misterio.”
Bin Hamman es un gran amigo de Chuck Blazer, secretario general de la Concacaf y también miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, el único representante de los Estados Unidos en ese cuerpo. Según Jennings, Blazer fue socio del Grupo Kirch, ahora en bancarrota, en un negocio de apuestas on-line, Global Interactive Gaming, que pretendía aceptar apuestas en la Copa del Mundo. “Hay que admitir que Blazer es hábil –apunta el inglés–. En el Comité Ejecutivo tuvo que investigar las operaciones de Kirch, al que le habían vendido los derechos de TV en Europa para los Mundiales de 2002 y 2006.”
Blazer dejó recientemente el Comité de Auditoría Interna, y su lugar fue ocupado por Jeffrey Webb, un dirigente de las Islas Cayman, cuyo fútbol está rankeado 173º entre XX asociaciones. Blatter invitó a Webb a la Copa del Mundo, lo alojó en un hotel cinco estrellas y le dio responsabilidades... en el Comité de Protocolo.
El Rey Nicolás
Entra en esta historia Nicolás Leoz, el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, el hombre que deja a Julio Grondona y a Ricardo Teixeira hacer y deshacer en su territorio. El mismo que adora ser fotografiado: en la edición de agosto pasado de la revista de la Conmebol, que conmemoró la conquista del título mundial de los brasileños en Corea y Japón, Leoz aparece a los largo de las 86 páginas ¡en 18 fotografías!
Es el mismo que presentó su autobiografía en el Congreso Extraordinario de la FIFA en Buenos Aires, en julio del 2001, luego de una presentación del organismo contra el racismo que duró casi tres horas. Leoz hizo referencia a su origen: “Nací en un pueblo humilde en el que habitaban 34 personas y 20 indios...”.
Es miembro del Comité Ejecutivo desde 1998, cuando cumplió 70 años. Hoy tiene 74. “No está claro lo que este hombre viejo y enfermo hace en la FIFA, además de ser leal a Blatter”, opina Jennings. Además de ser miembro del Comité Ejecutivo, forma parte de otros seis comités de la entidad.
De su lealtad por Blatter no caben dudas: el sábado, cuando tuvo que explicarles a los miembros de la Conmebol por qué, bajo su presidencia, Sudamérica perdió la posibilidad de un repechaje para clasificar a una quinta selección, Leoz mostró las minutas de la votación, llevada a cabo en diciembre, para demostrar que el suizo había propuesto esa media plaza. “La molestia de la Conmebol es con el Comité Ejecutivo de la FIFA y no con el presidente Joseph Blatter”, reconoció más tarde el presidente de la Federación Ecuatoriana, Luis Chiriboga.
Reyes de Europa
Como es obvio, no son solamente americanos los amigos de Blatter. El miembro ruso del Comité Ejecutivo, Viacheslav Koloskov, perdió su puesto entre 1998 y 2002, y se perdió la buena vida de esos años. Sin consultarlo con nadie, Blatter decidió autorizar un pago de 100 mil dólares a Koloskov. Cuando la maniobra fue descubierta, Blatter admitió que era ilegal.
Gerhard Meyer-Vorfelder, el jefe del fútbol alemán, ha ingresado recientemente al Comité Ejecutivo de la FIFA y es un aliado cercano a Blatter. De él recibió gruesas sumas para organizar la Copa del Mundo del 2006. “Pero hay que ver si tuvo tiempo para contarlas –se mofa Jennings-, ha perdido mucho tiempo con una investigación sobre fraude a la que lo sometió la policía fiscal alemana.”
Marion Meyer, su hija, trabaja para la compañía de marketing que la FIFA creó una vez quebrada ISL. Su pareja es Markus Siegler, nada menos que el portavoz de Blatter...

Compartir: 

Twitter

Nicolás “Baltasar” Leoz, Joseph “Gaspar” Blatter y Julio “Melchor” Grondona.
 
LIBERO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.