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Lunes, 7 de marzo de 2016

EL EQUIPO DE COPA DAVIS SUPERó A POLONIA 3-2 Y PASó A CUARTOS DE FINAL

Argentina va por Italia

Otra vez, Leonardo Mayer se transformó en la gran figura, al darle el tercer punto al equipo nacional, con un esforzado triunfo ante Michal Przysiezny. Con todo definido, debutó Renzo Olivo, quien cayó ante Hubert Hurkacz.

 Por Christian Frigerio

Desde Gdansk

El equipo de Copa Davis de Argentina se clasificó ayer para los cuartos de final del Grupo Mundial 2016 tras imponerse por 3-2 ante Polonia, en la serie que se jugó en Gdansk. El tercer y definitivo punto para el equipo triunfador lo consiguió el correntino Leonardo Mayer, vencedor del local Michal Przysiezny por 6-7 (4/7), 7-6 (7/4), 6-2 y 6-3, mientras que en el quinto partido, con todo definido, el rosarino Renzo Olivo perdió con Hubert Hurkacz por 4-6, 7-6 (8/6) y 6-4.

Mayer, ubicado en el puesto 41 del ranking mundial de la ATP, se erigió en la gran figura del equipo argentino, con un tenis sólido y un gran corazón, así venció a Przysiezny (318) luego de dos horas y media, ante unas 4000 personas que ocuparon un tercio de la capacidad total de estadio Ergo Arena, entre ellos 35 argentinos.

Argentina, que fue semifinalista el año pasado (perdió con Bélgica en Bruselas), se instaló entre los ocho mejores países de la Davis y jugará su próxima serie como visitante de Italia, el 15, 16 y 17 de julio, en las ciudades de Brindisi o Pescara, según informó a Télam una fuente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT).

La victoria argentina comenzó a gestarse durante la semana pasada, cuando se confirmó que Polonia se quedó sin su mejor jugador, Jerzy Janowicz (96), por una lesión, y se allanó el viernes con los triunfos de Guido Pella (42) sobre Przysiezny y luego de Mayer ante el juvenil polaco Hubert Hurkacz (602).

La serie sufrió un ligero revés para el equipo de Daniel Orsanic con la derrota del sábado en el dobles, donde Carlos Berlocq y Renzo Olivo perdieron ante los especialistas Marcin Matkowski y Lukasz Kubot, en una caída que estaba en los cálculos que podía suceder, pero no alteró el ánimo del grupo en la expedición a la fría ciudad portuaria de Gdansk.

En ese contexto salió a jugar el correntino, con el peso de obtener su undécima victoria consecutiva y dejar al país en cuartos de final.

Mayer encontró serias dificultades en los dos sets iniciales y tuvo el enorme mérito de revertir la situación sin perder jamás la concentración, con mucha convicción de que lo que hacía en la cancha lo conduciría al éxito, y también ayudado por un saque tremendo con el que destruyó a su rival.

El primer set se le escapó en el tie break, porque Przysiezny sirvió a la perfección y Leo lucía ansioso, eso lo hizo cometer errores por apurado, sobre todo con su derecha, y además no tenía nada de ritmo porque el partido se escapaba con puntos muy cortos y varios juegos de saques en cero.

En el segundo set, Mayer tampoco podía sostener los peloteos con el polaco y así dejó muchas pelotas en la red, pero como seguía sacando de manera impecable, llegó igualado al tie break y ahí comenzó a cambiar el rumbo del partido.

Mayer ajustó su devolución, se llevó el tie break con cierta comodidad y eso le dio mucho impuso, ya que en el tercer parcial se puso rápido 30 con el primer quiebre del partido en el 2-0. Desde allí, dominó a puro derechazo hasta que se apoderó una vez más del saque de Przysiezny y ganó 6-2.

En el cuarto parcial, el polaco lució entregado y la figura de Mayer creció y creció hasta que se adelantó 3-1 y luego fue 4-1, con un dominio total de la cancha, bien plantado para impactar su derecha y también mejorado en su revés, respecto de los sets anteriores.

El último momento desfavorable de Leo fue cuando ganaba 3-1 y quedó por primera vez en el partido 15-40 con su servicio, pero una vez más sacó de manera increíble y se puso 4-1. A partir de ahí no vaciló hasta el final y lo definió con el primero de los dos match points que dispuso a su favor.

Mayer cerró el puño, miró al público argentino y gritó fuerte “Vamos”, antes de ser abrazado por el resto del equipo, que lo erigió como líder por lo que construyó dentro de la cancha y también por lo que transmite en la convivencia interna del grupo.

El próximo escalón de Argentina será Italia, un escollo más importante que Polonia, y seguramente estará el Yacaré, pero en Gdansk surgió otra buena promesa como el bahiense Guido Pella, mientras se espera el regreso del tandilense Juan Martín Del Potro, quien aportará el plus para ir en busca de hazañas más importantes.

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Imagen: Télam
 
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