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Lunes, 10 de octubre de 2005

FúTBOL › LOS QUE SE DESTACARON EN LA SELECCION ARGENTINA

En fila, uno en uno

Messi y Riquelme fueron los mejores del equipo de Pekerman, Milito se destacó en el fondo. Battaglia cumplió pero sin brillar, los González (Kily y Lucho) jugaron cerquita del suelo.

Messi no defraudó
Era la figura que la gente quería ver y quedó demostrado con los aplausos que recibió en la previa. Ya en la cancha, el delantero de Barcelona no sintió ningún tipo de presión y exhibió las cualidades que lo distinguen, con un pique corto indescifrable para los defensores. Cada vez que se animó a encarar, lo hizo con valentía y se expuso a los golpes de los adversarios. De esa forma generó muchas infracciones. Le faltó precisión en la terminación de las jugadas, ya sea en el pase como en los remates al arco. Por picardía, anticipó el rebote del arquero en la jugada en que le cometieron el penal.

Riquelme siempre está
Desde su rol de conductor asumió mucho juego, pero se dedicó con mayor preponderancia a administrar la pelota que a generar peligro ante el arco adversario. Si bien casi siempre encontró a un compañero, tal vez abusó de los pases laterales y casi no profundizó con habilitaciones punzantes. Tuvo tres remates desde afuera muy peligrosos, uno de tiro libre y otros dos que desvió el arquero –de uno de ellos nació el penal, que ejecutó con clase para poner el 1-0–. Su mejor maniobra fue una entrada al área, en la que revolcó a Delgado y luego habilitó a Crespo, cuyo cabezazo fue salvado sobre la línea.

Milito es una salida
La ausencia de Heinze le abrió un hueco en los titulares y el ex defensor de Independiente no la desaprovechó. Es cierto que Perú casi no atacó y cuando lo hizo desprendió muy poca gente, pero cada vez que tuvo que resolver no falló en el mano a mano. Incluso, cuando le tocó salir lejos exhibió su personalidad y timming para cortar y empujar al equipo desde el fondo. Una ventaja respecto de sus competidores es que siempre intentó una salida limpia y prolija, sin pelotazos a dividir, una tendencia recurrente que tienen Heinze y Samuel. De cara al Mundial se perfila como una alternativa muy válida.

Los González pobres
Fueron por lejos los puntos más bajos del equipo, que sintió sus flojos desempeños. Lucho apareció estacionado por la derecha y nunca abandonó esa posición. Pero lo más alarmante es que estuvo impreciso en el manejo de la pelota, con lo que no se asoció con Riquelme, nunca encontró a los delanteros y tampoco generó nada por sí solo. Kily repitió lo mismo por la izquierda. Sin desborde ni toque corto, ni siquiera le quedó la dinámica para resolver situaciones a favor. Por eso se fue reemplazado durante la segunda etapa, con un fastidio que dejó en claro que el propio jugador del Inter sintió que perdió una gran chance de cara al Mundial.

Con lo justo, Battaglia
Apareció casi por sorpresa y cumplió con acierto, aunque sin sobresalir. Para un puesto que el entrenador tiene otras variantes –Mascherano, Cambiasso–, el mediocampista de Boca entregó dinámica y quite, pero no se mostró tan solvente al momento de jugar la pelota, pese a que Perú le dio libertad para tenerla. En ese sentido, apenas arriesgó con un buen toque bombeado para Crespo, que no pudo definir con éxito. Compenetrado en cumplir con lo que le pidió el entrenador, no se soltó nunca y se paró apenas unos metros delante de la línea de cuatro, pese a que el rival dejaba muy poca gente para atacar.

Produccion: Ariel Greco

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