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Estoy caliente –se quejó ayer Américo Gallego tras el empate de Independiente–, recalinete estoy. Teníamos tres puntos asegurados y al final nos llevamos uno. Fuimos superiores en todo momento y no sólo merecimos ganar sino haber sacado dos goles de diferencia. Se falló, otra vez, en la definición.” El entrenador de Gimnasia, Carlos Ramacciotti, coincidió en ese punto con Gallego: “Independiente hizo más que nosotros y mereció ganar, es innegable. Jugó mejor que nosotros, pero no tuvo la garra que Gimnasia contó para llegar al empate”, dijo Ramacciotti.
Gallego aceptó que el equipo “se tiró atrás en el segundo tiempo” pero, según el entrenador, “fue para buscar espacios para atacar y estuvimos tres o cuatro veces muy cerca del gol”, señaló. “Lo que más me gustó del equipo fue el fútbol que desplegamos en el primer tiempo.”
El ánimo de los jugadores de Independiente no era, lógicamente, el mejor: “Me voy dolido por el resultado –admitió Daniel Montenegro–, pero satisfecho con el rendimiento del equipo, que tuvo momentos de muy buen fútbol”. Para el volante, “sin dudas Independiente ha crecido, pero la fatalidad del minuto final nos privó de una victoria que merecíamos ampliamente”, y atribuyó gran mérito del empate a la tarea del arquero local, el cordobés Juan Carlos Olave.