Tanto lo queremos

El pasado 21 de febrero el Museo de la Ciudad de Madrid inauguró la exposición Presencias sobre el escritor argentino Julio Cortázar. La muestra reúne más de 150 fotografías inéditas, primeras ediciones y documentales sobre la vida y obra del autor de Rayuela. Organizada por el Ayuntamiento de Madrid, la Embajada argentina y la Fundación Internacional argentina, la muestra comenzó su recorrido en Colombia, en abril de 2004, con el objetivo de conmemorar el 90º aniversario del nacimiento de Cortázar y los 20 años de su muerte. La exposición, a la que ya han acudido más de un millón y medio de personas, ha recorrido también varias ciudades de Argentina y otros países de Latinoamérica y Europa, y reúne retratos tomados por fotógrafos como Alicia D’Amico, Sara Facio y Dani Yako. El material audiovisual se completa con 5 videos documentales que incluyen entrevistas con Manuel Antín, Laura Bonaparte y Alberto Cedrón. Pero los homenajes no terminan ahí. El 3 de marzo se desarrollará un ciclo en el Centro de Arte Moderno con una charla a cargo del editor y fotógrafo de Cortázar, Mario Muchnik. Al día siguiente se proyectará la película El perseguidor y el 9 del mismo mes se celebrará una lectura de cuentos a cargo de Angel Marco. Por su parte, la biblioteca nacional se sumará con la conferencia Cortázar, la regla de juego, que ofrecerá el 5 de abril Alan Pauls.

Juventud, divino tesoro

Se llama Adora Svitak, tiene 8 años, lleva escritos más de 400 cuentos y cerca de 100 poemas. A los 7 años, uno de sus libros, Flying fingers (Dedos voladores) se volvió un éxito editorial en su país, y la última novela que acaba de leer es Cándido, de Voltaire. Contra todos los supuestos, la niña prodigio es norteamericana. Y además de confesar su ambición de querer ganar el Premio Nobel de Literatura o, en su defecto, el de la Paz, Adora está planeando viajar en junio a Inglaterra para inculcarles a los niños su inmensa pasión por la literatura. Al calor del escandalete protagonizado por James Frey, el autor del bestseller autobiográfico A million little pieces (Un millón de pedacitos, digamos), que finalmente no era ni adicto ni delincuente como decía, algunos se mostraron un poco escépticos de la autenticidad de la niña prodigio, argumentando que podía tratarse de una sesuda estrategia fraudulenta. Un psicopedagogo británico, por poner un ejemplo, anunció públicamente que la idea de que Adora dé clases de lectura en Inglaterra no le parece buena, ya que los niños con inteligencia promedio podrían sentirse profundamente acomplejados con la monstruosa biblioteca que la pequeña tiene en su haber. Por lo pronto, los interesados pueden visitar su sitio oficial: .