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Sábado, 11 de abril de 2009

El tendal que deja Armani

La firma Clothing Brands acaba de anunciar que cerrará el local de Emporio Armani, en la avenida Alvear, debido a trabas en la importación. Según parece, Armani le impide o demora fabricar en el país, y el Gobierno ralenta la llegada de importados para apurar el reemplazo de importaciones. Clothing Brands pertenece al Exxel Group, maneja en la mayoría de América latina las marcas Armani, Penguin, Lacoste, Cacharel y Paula Cahen D’Anvers, y facturó el año pasado 140 millones de dólares.

Una intriga que deja esta movida es qué será del local en la avenida Alvear, inaugurado en 2001. La inauguración fue el remate de un largo y caro acto de vandalismo cultural impune: la destrucción de un edificio clásico de Alejandro Bustillo construido como un hotel de ville para una familia. Ya en vida el maestro tuvo un disgusto con este edificio cuando los dueños originales le agregaron un piso. Bustillo, cuenta la anécdota, se apareció un día con un albañil, una escalera, un balde de cemento y una cuchara. Instalada la escalera, el albañil se subió y tapó su firma. Este acto de protesta del arquitecto todavía puede verse a la derecha de la fachada, donde se adivina el nombre de Bustillo bajo una capa de cemento incompleta.

Lo que hizo Clothing Brands para su local de Armani fue una destrucción completa del edificio, cuyos interiores fueron totalmente arrasados. Lo que fue gran arquitectura quedó en plantas libres y cielorrasos de Durlock, con esa profusión de lamparitas que los comercios adoran. Ni la fachada se salvó, porque todas sus aberturas fueron arrancadas y reemplazadas por paños fijos de vidrio, como vidrieras. En planta baja fue peor, porque se recortaron las partes bajas de los vanos para crear vidrieras a ras del piso. En todos los casos se retiraron las herrerías originales.

Ahora Armani se va y nos deja esta cáscara vacía, esta maqueta rota de lo que fue un Bustillo. Esto es literalmente colonial, es caer, cortar los árboles o extraer el oro para luego irse y dejar el tendal a los nativos. Y es un acto impune de barbarie cultural que nuestra anomia hace legal y que la mentalidad corsaria hace normal. Algo nos dice que el grupo Exxel, Clothing Brands o Armani ni piensan reparar el edificio y dejarlo como lo encontraron. Simplemente, se irán.

O sea, muchas gracias.

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