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Sábado, 9 de febrero de 2002

Chic y desprolijo

Cosas viejas, paredes descascaradas, colores decapados: se llama shabby chic y es una vieja tendencia inglesa rescatada para la modernidad informal y flexible.

Por Luján Cambariere

El realce de la imperfección. Paredes despintadas, muebles rescatados de algún corralón a fuerza de pinceladas, objetos de antaño comprados en mercados de pulgas o heredados. Sobre estos lineamientos se basa este estilo que importamos de Norteamérica y ya suma adeptos en nuestras pampas.
Para reconstruirlo se impone recurrir a todo lo heredado. Detalles sutilmente elegidos y emplazados en la casa que le otorguen un valor agregado a esa caja aparentemente descuidada. Vajilla antigua como platos de porcelana china o inglesa en azul y blanco, que van a la pared cual cuadros armando puestas especiales. Todo tipo de jarras de latón, cerámica o porcelana, potiches o botellones de vidrio para formar la colección propia sobre una cómoda del dormitorio, vajillero, consola o estante del living. Marcos antiguos de madera con fotos en blanco y negro ya viradas al sepia de los antepasados propios o ajenos (se compran por pocos pesos en el Mercado de Pulgas de Dorrego). Y otros detalles como los viejos pies apoyamacetas, los atriles de madera para cuadros o distintos marcos y por supuesto, quien cuente con el privilegio, alguna araña de caireles o de hierro aggiornada con velas o lámparas. ¿Otros detalles? Las jaulas de hierro y los antiguos carameleros.

Muebles reciclados
Son los grandes protagonistas de esta tendencia. Generalmente rústicos, de estilo campo en madera o hierro, rejuvenecidos con pátinas blancas. Roperos, mesas, sillas, vajilleros, consolas y camas que toman nueva vida, previo encolado y removedor de pintura mediante, con una o dos manos de pintura blanca al agua. Otros detalles bien shabby: las bañeras antiguas con patas, las viejas hamacas mecedoras, las camas de hierro antiguas con dosel y los sillones estilo Luis XV retapizados. También los azulejos antiguos y las mantas o kilims en azul y blanco.

Blanquería romántica
Las sábanas, fundas, manteles, repasadores, individuales, cortinas, visillos y mantas se imprimen en flores, cuadrillés o rayas en la gama de los azules y celestes que se destacan sobre el blanco reinante de la caja. También valen las versiones rosadas y las más netas en versión pastel en hilo, lino u organza.

(Las imágenes de esta nota pertenecen al libro Seaside Interiors de la Editorial Taschen distribuidos en Argentina por Riverside Agency, México 3080, 4957-2336).

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