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Lunes, 24 de junio de 2002

En manos de especialista

 Por Luján Cambariere

El arquitecto Hernán Barbero Sarzábal mostró en la muestra de decoración y paisajismo Estilo Pilar 2000 una home office de última generación, montada en un vagón restaurado. “Los vagones tienen las ventajas de las construcciones industriales en seco”, explica el arquitecto. “Pueden trasladarse totalmente equipadas. Además es una obra ultrarrápida. A la cáscara generalmente sólo hace falta abrirle una puerta o ventana. Y lo que es más importante, con ellos se evitan las fundaciones de tierra, complicadas en ciertos terrenos, y las aislaciones hidrófugas y térmicas”.
Barbero Sarzábal recomienda los vagones especialmente como sitios satélites de una vivienda principal. “El que hicimos para la muestra partía de esta consigna”, explica. “Era la oficina de un experto en internet. Constaba de una zona de escritorios para computadoras, un home theatre donde se proyectaban animaciones en programas Archicad, así como un pequeño baño que es un prototipo experimental, realizado por diseñadores industriales, quienes también desarrollaron una escalera especial de acero inoxidable y vidrio.” Por eso, el vagón ofició además casi de metáfora, aludiendo a un viaje entre dos siglos y también entre dos importantes medios de comunicación.
“La antigua red ferroviaria fue, en efecto, un factor de progreso en los inicios del siglo XX. Mientras que la nueva red informática de comienzos de milenio está teniendo la misma importancia”, suma Barbero. “En este vagón, continúa, la virtualidad de la red de comunicación se expresa en la fuerte presencia del vidrio, que aparece con su inmaterialidad, tanto en paredes como en un sector del piso. Hay un juego de contraste entre las 14 toneladas de hierro original del vagón, que se han expresado con pintura antióxido, y el carácter tecnológico de los materiales actuales, vidrios templados, bloques de vidrio y tensores de acero, placas de melamina. Las ventanas del vagón fueron reconstituidas con una serie de paños de espejo, invirtiendo la relación vacío sobre lleno por vacío sobre vacío. El cielo raso alude a una autopista virtual, donde se aloja el cableado que luego baja con corriente eléctrica, telefonía y datos hacia las computadoras, como sucede con la información que baja de la red.”

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