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Jueves, 18 de noviembre de 2004

WILLY CROOK Y LOS DEL FUEGO

Perdón amigos perdón

 Por Santiago Rial Ungaro

Willy Crook llega a la hora pactada al bar de Palermo que eligió para dar la entrevista, estaciona su Torino y saluda. Un par de minutos después, se sienta y observa la tapa de Fuego amigo, su nuevo disco. “¡Ahhh, qué bien que quedó!”, exclama con regocijo. No había visto el disco terminado, aunque la foto de tapa lo muestra a él mismo en el campo, a los 13 años y junto a su yegua La Gringa, en la época en que “pensaba que detrás de ese horizonte estaba el mundo”. Siendo hoy Willy Crook un hombre de mundo, un disco como Fuego amigo es, en cierta medida, una vuelta a aquel horizonte y a aquel vacío campestre. Para empezar el disco (su cuarto disco concreto), Willy eligió la voz de Clint Eastwood en Harry el sucio. Allí, en la escena final del film, Harry va a comer, pero ve un asalto y empieza con los disparos. En eso está cuando se queda mano a mano con el último delincuente y le dice: “Ya sé lo que pensás: si ya tiré las 6 balas o si tiré solamente 5. La verdad es que yo también perdí la cuenta, pero mejor preguntate a vos mismo si hoy es tu día de suerte”. Ese es, justamente, el estribillo de la primera canción de un disco que sorprenderá a sus seguidores y que quizá cautive a alguno de los que nunca se dejó seducir por el inglés batatero (pero lírico, eso sí) de Crook. Es que aquí Willy canta en castellano por primera vez. Y quiere la suerte que, a la hora de cantar en su idioma, las canciones que le toca cantar son, probablemente, las más melancólicas de su trayectoria musical. “¿Te parece un disco de canciones de divorciado? En todo caso espero que me pueda pagar el divorcio... (risas). Ahora en serio, No te culpes es una canción-canción: una de los infinitas aristas del arte es la de poder exorcizar un dolor en formato canción. Creo que el artista pasó por distintas etapas: pasó del perdoname al no te culpes con total caradurez, por cierto.”
Luego de Eco (aquel exuberante disco de 1999) pasaron varios años. “Creo que aproveché el último coletazo y llegué justo a tiempo porque después de eso se pateó el tablero. Fue una ultima ocasión de disponer de ese dinero, que incluso me permitió con lo que sobraba hacerle un disco al guitarrista (Valentino), en un caso inédito en la historia.” Después de hablar con Willy, las críticas se desvanecen: él mismo es tan severo con su propia obra que dan ganas de defenderlo de sí mismo. “Fuego amigo ya es un disco antiguo. Pero es como una técnica la de no mirar lo que uno hace. ¡Hasta los perros lo huelen una sola vez!” Grabado en Córdoba, el disco cuenta con una par de invitados muy especiales: uno de ellos es Bang Bang Miranda, el percusionista peruano de La Mona Jiménez, y el otro es... justamente, el gran Carlitos. “La Mona se quedó con nosotros en el estudio grabando todos los días, declinando incluso un premio Konex a la monez... No paró de arengarnos.”
Crook es un tipo especial. Y también dice cosas especiales. “Fuego amigo tiene que ver con los amigos que mueren en la batalla, ya que muchas veces en el fragor de la misma caen por fuego propio. En mi caso se aplica a la gente que quería y lastimé. Todas las guerras tienen un fuego amigo, es algo que tiene que ver con nuestra civilización, en la que matar pasó a ser una obligación y no un delito. En mi caso, el sacrificio que yo hice fue el de sacrificar al marido que hay en mí. Lo he ido inmolando una y otra vez. Pero, bueno, como decía Oscar Wilde: ‘Todas las circunstancias son elementos para el arte’. O como dice el tango: ‘Si para tu bien te fuiste, para mi bien te tengo que perdonar’.”

Willy Crook presenta Fuego amigo mañana viernes a las 21
en el Teatro ND/Ateneo (Paraguay 918).

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