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Jueves, 25 de agosto de 2005

LOS STRAIGHT EDGE CUENTAN QUIENES SON

Energía positiva y una mente sana

El crimen de Iván Kotelchuk disparó diversas miradas sobre los territorios trashumantes de Buenos Aires. Excepto este diario, la prensa mencionó detrás de esa muerte a bandas skinhead, aunque la pelea incluía skin antinazis, anarquistas o pacifistas. En ese contexto, un "nacional socialista" puso a los straight edge en el grupo de los “antinazis”. Ahora, ellos dicen que no son skin, ni una “tribu” sino parte de una escena vinculada con el vegetarianismo. El descargo.

 Por Alejandra Dandan

La mirada de Guillermina tiene la tenacidad de los cuerpos fuertes, sus ojos son dos rayos de luz abiertos entre las delgadeces de su cara, de su cuerpo flaco sosteniendo a sus dos hijas. El lunes a la noche estuvo dos horas parada en la puerta del diario. Con las dos nenas, mientras corría la lluvia. Venía para pedirle al No que aclarara que su grupo no era uno de los grupos urbanos retratados tras los enfrentamientos de los muchachos de cabezas rapadas, que no eran “una tribu” sino una “escena” formada por adolescentes y jóvenes, la mayor parte de ellos ligados al movimiento del vegetarianismo, surgido en los años ‘80 de la mano del hardcore con el nombre de straight edge. Bien urbanos.

El crimen de Iván Kotelchuk disparó la semana pasada una multiplicidad de miradas sobre los territorios de acampe de los jóvenes y adolescentes que se mueven de día y de noche como trashumantes en Buenos Aires. Excepto este diario, la prensa en general mencionó detrás de esa muerte a las históricas bandas de skinhead de cabezas rapadas, los NS originarios, conocidos como cultores de la raza pura y la xenofobia, detrás de sus banderas nacionalsocialistas. Pero la pelea callejera que terminó con el crimen contenía un detrás de escena distinto: la polución en los últimos cinco años de bandas de skinhead antinazistas, anarquistas o pacifista.

Uno de los viejos skinhead NS se conectó con el No para echar luz parte de ese mundo cerrado. En una especie de cartografía urbana sobre bandas, orígenes y militantes vinculados con la lógica original de los skin, ubicó a los vegetarianistas: “Estos son skins que son vegetarianos, acá podés encontrar de todas las influencias políticas, izquierda, derecha, pero no pinchan ni cortan”, y también explicó que participaban los nazis.

“Esto no es así”, dice ahora Diego, sentado en una mesa de un bar en Callao y Corrientes. Al lado está Guillermina con las dos nenas prendidas a dos copas inmensas de leche. “No somos skinhead, no somos nazis, no tenemos nada que ver”, dice Diego. La escena local de esta banda de jóvenes creció como lo hizo afuera, de la mano del hardcore desde comienzos de la década de los ‘90. “Para esa época en Buenos Aires –dice Diego– estaban los hardcore positivos y los negativos, los positivos no consumían drogas y estaban contra el uso de drogas; los negativos sostenían lo contrario, pero iban (básicamente) contra los ‘positivos’.”

Ellos eran los positivos, poseedores de una serie de atributos que sostienen como estilo de vida que los diferencia del resto de los mundos. Los integrantes de un sitio llamado “poisonfree.com” produjeron una síntesis sobre los puntos esenciales del movimiento, unas tres hojas impresas aportadas por Diego durante la charla: “Con eso podés enterarte de todo”. En los primeros párrafos aparece una explicación sobre aquella conducta que los vuelve más singulares entre los jóvenes. Es una especie de regla sobre lo que significa ser un straight edge. “No consumir alcohol, no consumir tabaco y renunciar a cualquier otro tipo de droga. No ser promiscuo (sexo sin una pareja estable) y como añadido –siguen diciendo los de la web– la mayoría de los SE empezaron a alimentarse vegetarianamente o incluso veganamente. Especialmente en Europa, sólo encontrarás unos pocos que no estén nutriéndose de esta forma.”

Los locales y europeos atan sus comienzos a las escenas de Washington de finales de la década del ‘70, cuando algunos adolescentes empezaron a manifestarse en contra del uso de las drogas y de la idea de “no futuro” en pleno desarrollo del punk. Encontraron que algunas ideas del punk en el hardcore, como aquello del “hazlo tú mismo”, levantaron algunas ideas políticas y el concepto de independencia, “pero todo el cinismo y los elementos destructivos fueron reemplazados por mensajes mucho más positivos”. Uno de las letras de la banda hardcore Minor Threart terminó dándole nombre y filosofía a esta subcultura en 1981. Sus integrantes empeñan su vida diaria en hacer lo posible. “Las razones para hacerse sxe son: obtener autocontrol, tener más consideración de tu entorno, apartarte del modo de vida ‘normal’, gente en tu vida familiar o personal con la que prefieres mantenerte a distancia. Esta lista podría ser tan larga como quieras, la mayoría de los ideales del sxe son realmente deseables. Todo el mundo debería descubrirlo”.

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