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Jueves, 24 de noviembre de 2005

TARJA TURUNEN HABLA SOBRE SU EXPULSION DE NIGHTWISH

Sin voz, ni voto

 Por Mario Yannoulas

Complicada y aturdida. Así parece estar Tarja Turunen después de que sus compañeros de Nightwish la echaran de la banda de heavy metal más grande de Finlandia a través de una carta que le entregaron en mano y luego hicieron pública por Internet (ver www.nightwishmaster.com.ar/noticias.htm). Allí, los músicos acusan a Marcelo Cabuli, su marido argentino y representante local del sello Nems, de haber transformado a una chica adorable en una diva caprichosa. Y ella, a su vez, respondió con otra carta que también hizo pública y que se puede leer en la misma página. A un mes de aquel cruce, la soprano habló con el NO y volcó desde sus nórdicos pagos su propia versión de la ruptura.

Nightwish había cerrado una gira en Helsinki con un concierto que fue grabado para la edición de un DVD en vivo titulado End of an Era, o “Fin de una etapa” (no es coincidencia). Cuando se apagaron los equipos y empezaron los abrazos, los músicos le dieron un escrito a Tarja y le sugirieron que lo leyera al día siguiente. La chica hizo caso y, cuando la abrió, se enteró de que ésa había sido su última vez en el heavy gótico y se desató así lo que los medios fineses catalogaron como “catástrofe nacional”.

En la carta, los músicos aseguran, entre otras cosas, que Tarja era la única en pedir más plata en los shows. “No debieron exponer cosas tan personales y de tan mala manera, había otras formas de hacerlo. Incluso en esos días mucha gente me decía: ‘Nos vemos en la fiesta secreta de Nightwish’, y yo no sabía de qué hablaban. Después me di cuenta de que la habían organizado para anunciar que me echaban”, susurra con tristeza. “Desde el 2000, con Wishmaster, tuvimos problemas de comunicación que jamás se resolvieron porque no éramos amigos y no nos juntábamos a hablar.”

La ruptura fue sorpresiva pero, desde hace un año, Tarja planeaba abandonar la banda luego del próximo disco y algunos shows. “Quería decírselo a los fans, pero los chicos prefirieron no hablar del tema con la prensa, no sé por qué ahora hicieron lo contrario”, se pregunta. He aquí otro caso en el que una banda y una relación amorosa parecen ser lo mismo, y así como en un divorcio, la vida de la chica sin Nightwish debe continuar pese al dolor. “Planeo conciertos de ópera para el año que viene, aunque pienso incluir algunas cosas heavy en mi disco solista junto con lo clásico”, avisa, y les desea suerte a sus ex sin despecho aparente: “Con otra voz les puede ir mejor que conmigo”.

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