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Jueves, 3 de diciembre de 2009

“Intentamos que fuera una película bien fumona”

Eso dice el Mono de Kapanga sobre el film, y es evidente que les salió. “Laburamos desde la mente de un pibe de siete años, en la que todo puede pasar”, dice su co-director Pablo Parés. ¡Andate a dormir vos!

 Por Luis Paz

Los bañeros más recontra-re-locos del mundo. Superojerosos. Super High Me, Master. Cualquiera podría haber sido el nombre de Kapanga Todoterreno. Pero para que así fuera, la película de la banda más festivalera de todas debería haber sido una sátira. Está bien que Farsa Producciones está detrás y que, por consiguiente, los guiños a clásicos del cine clase B, a videojuegos e historias fantásticas estarán presentes. Pero el flamante relato visual que retrata a Kapanga en una secuencia de escenas sin ton, ni son, ni razón es una obra original en sí misma, un acercamiento al loco mundo del sexteto conurbano a partir de una anti-lógica: “Laburamos la película desde la mente de un pibe de siete años, en la que todo puede pasar”, le explica al NO Pablo Parés, co-director del film junto a Paulo Soria y Hernán Sáez, todos de Farsa.

“Tenemos 28 clips en nuestra carrera, pero los clips son canciones, no hay diálogos. Además, los tiempos del cine son muy distintos”, empieza a recordar el Mono. Y aunque parezca que se queja de lleno, en verdad ni siquiera es un reclamo: “Igual nos cagamos de risa y la llevamos bien, nos divertimos mucho”. Hacer una película era “el sueño” de Kapanga: si ellos son “los Beatles de mierda”, como se bautizan en un momento de esta concisa road movie de 74 minutos, merecían su Help! de mierda. “Ponemos la cara en ser la primera banda que hace una película así, porque si la hacía otra iban a bardear, pero a nosotros nos lo permiten. Creo que los únicos que podrían haber hecho algo así son Los Decadentes”, piensa el Mono, que hace casi dos décadas no toma alcohol y hace no tanto tiempo se limpió del resto de lo que no le hacía bien.

Pero los yogures cannábicos quedaron y eso se nota: “Intentamos que fuera una película bien fumona, sin serlo expresamente. No queríamos que quede como apología, ni caer en un re cliché sobre el faso, pero bueno, Kapanga es Kapanga”, admite Parés, que comenzó la relación con ellos en 2005, para los videoclips de Postal y Rock, de Kapangstock. “En ese momento pegamos onda y nos contaron que querían hacer una peli, pero siempre quedó en el delirio, porque hasta la peli más chiquita lleva un esfuerzo muy grande siempre”, destaca Parés, que celebra por estos días que la productora que comparte con Soria, Sáez, Berta y Walter Comás, entre otros, haya estrenado tres largometrajes independientes: 100% Lucha. El ataque de los clones, Kapanga Todoterreno y Nunca más asistas a este tipo de fiestas, de próximo estreno.

Pero el delirio se convirtió en proyecto cuando el Mono, Maikel, Balde, Mariano, Maffia, Memo y su manager Bucky (que hace de sí mismo en el film) convencieron a Pop Art de que era preferible invertir el dinero disponible para los cuatro videoclips promocionales de Todoterreno, su reciente disco, en un film homónimo que los incluyera. La costumbre de Farsa por trabajar con bajo presupuesto llevó a que, con “poquísima plata”, pudieran sumarle una historia de casi una hora donde participan Alejandro Nagy, Sr. Flavio, Pablo Echarri, Pablo Lescano, Gillespi, Viloni y Flavio Pedemonti.

Todo entra en el Universo Kapanga. Y Parés, que prácticamente convivió con ellos durante los dos meses que llevó filmar la película, puede dar fe: “Son geniales, se la pasan de joda y cagándose de risa. Cada uno tiene su vida, porque ya son muchachos con familia, pero cuando están juntos es una fiesta, son como nenes de siete años a los que tenés que calmar para poder filmar”. El Mono la disfrutó más aún porque sabe que, teniendo los cuatro clips incluidos en Kapanga Todoterreno, “de acá a dos años” zafó del maquillaje y se puede dedicar a lo que mejor le sale, la música y el asado: “Soy un gran asador. Te aseguro que todos los que hago merecen arriba de 8 puntos. Aparte, son asados con todo, aunque seamos mi mujer, mi hijo y yo. Tengo una parrilla de 1,70 que no sabés la de chorizos, morcillas, mollejas, salchichas parrilleras, vacío, costillitas de cerdo, chinchulines, tira de asado y provoleta que carga”.

Todo bien, entonces, para filmar la escena del campeonato de asados. Pero el resto fue más complicado, asegura Parés: “Fue todo un tema trabajar con ellos, con Pablo Lescano y con Flavio, por ejemplo, que no están acostumbrados a actuar. Pero les encontramos la vuelta por el lado de la frescura, aunque hubiera que resignar en lo cinematográfico”. Lo más complicado, coinciden el músico y el cineasta, fue filmar con Ricardo Iorio (el Dios del Asado). Parece que el perro cristiano llegó al set, vio el escrito que Soria tenía pensado para él, armó un gargajo, lo escupió al piso, levantó la mirada y dijo: “¿Y si aparezco y no digo nada?”. Tras una larga negociación, la nueva oferta de Iorio fue poner una foto de Perón y que él hiciera la voz del General. Pero el interés era tal en tenerlo en cámara que finalmente la producción consiguió una foto de Perón luego de una odisea de una tarde en General Rodríguez. No porque hubiera sólo una, pero Iorio la quería “de un Perón no muy viejo y que no esté vestido de milico”, recuerda Parés.

Ah, pero, ¿de qué trata la película? Tardó en llegar la explicación, pero responde a la escasa linealidad del relato, lo que en absoluto es algo malo. A grandes rasgos: los Kapanga son “los mejores obreros del mundo”, pero están tan podridos del arquitecto para el que trabajan que deciden dejar la construcción y anotarse en un concurso de bandas beat (ver “Cine de cantautor”). De bromear, de eso se trata. De jorobar, como los Beatles en los films de Richard Lester. Como Cheech & Chong en sus películas ultralimadas, pero con homenajes laterales a El exorcista, Laberinto y las de James Bond. Si hasta un dragón-colectivo se trenza con Conan a la mitad del relato. Elementos como para hacer de Kapanga Todoterreno precisamente lo que buscó ser: una película ATP. “A Farsa nos suma público rockero por fuera del mundo más clase B y a Kapanga les suma público de cine no rockero, así que es una muy buena movida para todos y estamos muy contentos”, dice Parés.

La recepción del público fue fenomenal. En Mar del Plata, durante el Festival de Cine, la presentaron a bordo de un trencito de la alegría. En La Trastienda, el inicio de comedia musical con El albañil de fondo arrancó pogo y el final interestelar con El Mono relojero fue un delirio. “Ese tema no es parte de Todoterreno, pero quisimos meterlo porque es el tema más representativo de la banda y de la potencia que tiene en vivo”, explica Parés. Pero para el Mono también hubo otro motivo: “Casi 14 años después de que compusimos el tema, sigue teniendo vigencia con las disposiciones nuevas de Scioli en provincia y de Macri en Capital. En muchos sentidos es nuestro Cambalache.”

* Kapanga Todoterreno será proyectada en el marco del festival In-Edit Cinzano, el viernes 11 a las 19.30 en los cines Atlas Santa Fe y el lunes 14 a las 22 en los cines Atlas Recoleta. Y todos los sábados de diciembre en el Malba, a las 23.55. Mientras que Nunca más asistas a este tipo de fiestas, también de Farsa Producciones, se estrena este viernes en Espacio Urania Giesso, Cochabamba 360. A las 22 y a las 24.

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