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Jueves, 17 de abril de 2014

¿KANYE WEST PLAGIó A TRAVESTI?

Cruz invertida

La irrupción de la tapa del próximo disco del rapero fue violenta: es igual a la de Suicidio latino. Pero mal, eh.

 Por Santiago Rial Ungaro

Son dos cruces iguales. O tres. La del discazo de Travesti, Suicidio latino, de hace ya casi dos años. La de The Rising, próximo disco del célebre rapero Kanye West. Las cruces que ilustran la tapa son iguales entre sí (apenas se ve más desenfocada la de Travesti), pero provienen de una tercera “original”, la “verdadera” cruz. ¿La de Jesús de Nazareth? No, la de Internet. Sí: el diseño hecho por Silvia Canosa (genial diseñadora y colaboradora de Página/12, que no quiso declarar) y su “partenaire” Leo Ramella (Emisor) para el disco del dúo más punk de la electrónica local incluía una foto, levemente torcida, de una cruz encontrada en Internet, sacada directamente sobre la pantalla, efecto de interfase y distorsión que potenció la idea de Floxon de Travesti de “una misa negra criolla”.

Ramella, productor también del disco de Travesti, cuenta que hicieron un casting de más de 1000 cruces. “Elegimos ésta porque como símbolo es aterradora, pero a la vez representa eso desconocido de los pueblos originarios, esa historia oculta pero a la vez luminosa de la que en realidad no sabemos nada. Es una cruz de neón, abyecta y fría. Ni Jesús ni ningún hombre puede ser crucificado en ella.” Parte del encanto de esta cruz “fría como la pantalla de un medio de comunicación” es que está más cerca de una Luz Mala que de una alegoría religiosa, además de que se encuentra en sintonía con la belleza espectral de uno de los discos más originales de una banda local en los últimos tiempos: Suicidio latino.

Ni Ramella ni Floxon se sienten halagados por la conexión con Kanye: “Creo que es un artista de una seriedad insoportable. No tiene la gracia que quizá sí tienen los Daft Punk. Me aburre bastante”, comenta desde su laboratorio alucinatorio Emisor. Su perspectiva sobre esta carambola telepática entre los diseñadores de Kanye, los Travesti y la red de redes es interesante: “Lo curioso es que al disco de Travesti ahora se lo rescata como fetiche. Es una ‘historia’. Es increíble la eficacia de los medios para ningunear, porque el disco es una genialidad y ellos en vivo también. Y ahora se le da bola porque viene un tilingo y resulta que su visión no sólo es parecida, ¡es la misma!”.

Aún más susceptible, el talentoso Fernando Floxon dice que en principio su reacción fue bastante negativa: “Qué venga un hiphopero careta y millonario a tratar de tocarle el culo a una banda under bonaerense es sólo una nueva expresión de cómo funciona el imperialismo. Pero bueno, alguno lo va a escuchar capaz por eso, ¿no?”, dice este músico que, a fin de cuentas y aunque siga tocando con Travesti, ya está en otra. Se puede chequear en el último compilado Geiser, curado por Adrián Dárgelos y Migue Castro, o mejor aún en sus shows: Las Uvas Estroboscópicas (que están grabando justamente con Ramella) la están haciendo.

Pero más allá de cruces, entrecruces y paradojas mediáticas, vale la pena, para los que aún degustan discos, una escucha atenta del Latin Suicide de Travesti y El levantamiento de Kanye West. La cruz, al fin de cuentas, sigue siendo la misma.

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