Domingo, 23 de diciembre de 2012 | Hoy
INEVITABLES
El club de comedia es el único formato de comedia stand-up que permite volver todas las semanas y encontrar siempre un show diferente. No sólo presenta a hilarantes cómicos del circuito local, sino que también en cada oportunidad los espectáculos se renuevan, siempre unipersonales y rotativos. Para descubrir distintas facetas de este género que ya se ha instalado definitivamente en la cartelera local. Con Alejandro Angelini, Juan Barraza, Thelma Demarchi, Hugo Fili, Daniel Gianelli, Fernanda Metilli, Fanny Vega.
Viernes a las 22.15, en The Cavern Buenos Aires, Corrientes 1660. Reservas: 15-6819-5248. Entradas desde: $ 50.
Se trata de una producción de danza y teatro internacional con la participación del maestro de bailarines y mítico danzarín de la música ciudadana, Juan Carlos Copes. Un espectáculo en el mejor sentido de término: treinta artistas en escena, orquesta en vivo con doce músicos, ocho parejas de bailarines, dos cantantes, y la presencia del “Amigo Imaginario”, expresión artística que mezcla danza y magia. Juan Carlos Copes baila con su hija Johanna bajo la dirección artística de Dolores De Amo. El espectáculo aborda una historia de amor y pasión que, apoyada en el despliegue escenográfico y de vestuario, recrea la época clásica de esta danza y logra transportar al público en el tiempo.
Todos los días a las 20.30 en Cerrito 570. Desde: $ 160.
Cuenta Eugenia Brusa que cuando descubrió su voz en la escuela primaria, fue como descubrir que tenía un superpoder. Porque su profesor y sus compañeros abrieron bien los ojos al escucharla. Lo mismo que les sucede a quienes la escuchan al frente de los Mentettes o en sus apariciones junto a los Campos Magnéticos. Pero si cantando las traducciones de Merritt es apenas una invitada, y en los Mentettes asegura ser apenas 50 por ciento ella, es ciento por ciento Brusa cantando los boleros y valsecitos que interpreta junto a un cuarteto acústico bautizado como Los Bombones de Murano. Después de tocar intermitentemente en la noche porteña, su repertorio de temas para clavarse puñales –o consumir veneno, de ahí el título del grupo– ha llegado merecidamente al disco. Editado de una forma tan independiente como los discos de los Mentettes o los Campos –con los que también comparte el elegante diseño de Pablo Font–, el debut solista de Brusa es un lujo atípico, lleno de clásicos sin tiempo, desde “Brujería”, de Tite Curet Alonso a “Noche de ronda”, de Agustín Lara.
Ni murguero, ni cantautor, ni indie, Garo Arakelian es un músico uruguayo prácticamente invisible desde este lado del Río de la Plata, incluso en estos tiempos en que Buenos Aires parece mirar cada vez más de frente la producción cultural uruguaya. Durante casi veinte años lideró el grupo La Trampa, al que disolvió en su mejor momento, decidido a escaparles a todas las trampas del rock. Su regreso es una de las sorpresas del año, con un disco que es de lo mejor editado en ambas orillas. Con cuidada producción de Ernesto Tabárez, Garo desgrana apenas ocho canciones meditabundas y narrativas, ocho puñaladas admirables y adultas, que se completan con dos extraordinarias versiones, una de Iron & Wine y la otra de Gastón Ciarlo. Recién editado en Uruguay, es un tesoro musical para traerse de las vacaciones.
Tras un estreno local muy limitado, la última de los hermanos Dardenne (los directores belgas de Rosetta, El hijo y El niño, asordinados retratistas de los descastados de la Europa más privilegiada) llega al dvd. Su protagonista es Cyril (Thomas Doret), un chico de unos once años empeñado en reencontrarse con su padre, que lo ha dejado en manos de los servicios sociales. Historia de iniciación, la del gamin au vélo, el pibe de la bici del título original, es una aventura de aprendizaje –y cómo arreglárselas, de ahora en más, por sus propios medios– antes que la mera búsqueda del padre que se las tomó. La bicicleta, que se recupera y se vuelve a perder varias veces, lo lleva primero a toda velocidad por la ciudad, pero en la segunda mitad del relato cobra protagonismo otro personaje, en el que Cyril encuentra una esperanza: la bella y algo triste peluquera que lo adopta, interpretada por Cécile De France (la “francesa” de El más allá, de Eastwood). Una película sobre la Europa contemporánea narrada con aspereza y crudeza, pero sin miserabilismo ni sensiblería.
“Cómo pasé mis vacaciones de verano”: así se llamaba originalmente esta película que Mel Gibson no dirigió –la dirigió un amigo suyo, el hijo de argentinos Adrian Grunberg–, pero que claramente le pertenece. Le pertenece porque se trata de un regreso al cine que lo convirtió en una estrella, el de acción; porque tiene piñas y sangre y humor en las dosis esperables, y también porque su suerte en EE.UU., un limitado estreno directo al video online, fue determinada por razones extracinematográficas: básicamente los últimos escándalos de Mad Mel, sus problemas maritales y sus exabruptos públicos. En cuanto al argumento, todo el asunto fue inspirado por la historia de El Pueblito, un lugar increíble pero real en México en el que el tráfico de armas y drogas cobra dimensiones impensadas. Es allí que el actor de Arma Mortal cae preso, escapa y debe rescatar a una chica (Dolores Heredia) y a su hijo, y enfrentar a diversos capos mafiosos (Daniel Jiménez Cacho, de bata, y Peter Stormare).
Llega fin de año y no hay casi nada para ver, así que no hay excusa: es hora de darles una oportunidad a esas películas, más pequeñas, que cada vez tienen menos espacio en la cartelera local. Una, especialmente recomendable, es esta ópera prima peruana de la directora Rosario García Montero ambientada en 1982 en un hogar acomodado en las afueras de Lima. El punto de vista de la narración corresponde exclusivamente a la pequeña Cayetana y es a través de sus ojos, de su ansiedad y su incertidumbre que asistimos a los sacudones que atraviesa el país, el preanuncio de años de caos y mucha violencia. Puesta en manos del personal doméstico de la casa, enfrenta el anuncio del embarazo de su madre casi como una profecía mortuoria. Entre sus fantasías más delirantes –protagonizadas por próceres históricos– y el oscuro vaticinio sobre Perú, toma forma un raro, alucinado y sensible relato de iniciación con algo de film de terror. Sólo queda una oportunidad para verla, esta tarde en el Cosmos: se recomienda hacer doble programa con la proyección que viene después, la de Civilización: un documental sobre León Ferrari, de Rubén Guzmán, un recorrido por la visión del mundo del artista durante más de medio siglo de actividad y polémicas.
Hoy a las 17.15 (Las malas intenciones) y 19.15 (Civilización),en el Cine Cosmos-UBA, Av. Corrientes 2046
No hay nada nuevo que decir sobre la obra del creador de Mullholland Drive, pero siempre es bueno volver a encontrarse con ella en el espacio al que estuvo destinada desde su creación: la sala de cine. Quedan, del ciclo, dos de sus más grandes películas: Carretera perdida (además, una de las más aterradoras, aunque más no sea por la imagen de Robert “Baretta” Blake endemoniado) y Terciopelo Azul (la que empieza con la oreja en el jardín y se pierde por infinitas e imprevisibles derivas, con el gran Dennis Hopper e Isabella Rosselini). Para dos medianoches insuperables.
Carretera perdida, el viernes 28 a las 24; Terciopelo azul,el sábado 29 a las 24, en el Malba, Av. Figueroa Alcorta 3415
Vaya una recomendación contradictoria para este fin de año: si el lector realmente va a estar en condiciones de sentarse frente al televisor a ver estos programas a la hora y en el canal señalado, significa que todo, tal como anticipó la NASA, ha sido en vano. Pero si las profecías mayas del fin del mundo –que, según ese calendario desmentido con tanta insistencia que ya da para desconfiar, habría sido anteayer, viernes 21 de diciembre– son efectivas y se cumplen, bueno, ya nada importa. Por las dudas, vaya la mención de esta serie que cuenta “cómo las diferentes sociedades, grupos y tradiciones creen que el mundo va a terminar”. Los dos episodios que podrán verse si todavía estamos acá son Mensajeros Maya, que indaga el vaticinio de la fatídica alineación galáctica del 21 de diciembre; y Los cuatro jinetes, sobre el mensaje del libro de las revelaciones y el anuncio de un anticristo, la plaga, el hambre y la guerra de Armagedón. Mensajeros Maya va hoy a las 18, ideal para armarse un múltiple programa con las emisiones, a continuación, de El precio de la historia y de la notable miniserie Humanidad, la historia de todos nosotros, que recrea con efectos digitales y una costosa puesta en escena el largo y terrible recorrido de la raza humana (hoy desde las 21).
Mensajeros Maya, hoy a las 18; Los cuatro jinetes, sábado 29 a las 20, por The History Channel
Maestro del lobby, el entusiasta republicano Jack Abramoff llegó al final de su carrera delictiva en 2006, condenado por fraude y conspiración, con una lista de crímenes que incluía casinos indios, espías rusos, talleres clandestinos en China y mafias en Miami. El documentalista Alex Gibney (ganador del Oscar por Taxi to the Dark Side y director de Enron: the Smartest Guys in the Room) cuenta su historia, increíble pero real.
Sábado 29 a las 14.30 por I.Sat
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