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Domingo, 12 de enero de 2014

ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO

PERSONAJES Argentina es un país horoscopero. Por un lado están los fans indeclinables del Horóscopo Chino de Ludovica Squirru –siempre best seller por estos meses–, pero hay un porcentaje que se inclina por la astrología más tradicional, la que durante años popularizaron Horangel y la trágica Lily Süllös. Hoy, la astróloga del momento, que además es tarotista y se considera una verdadera bruja, es Jimena La Torre. Y acá, la interpretadora de los astros habla de sus colegas, de lo que cuesta dedicarse a este oficio y de cómo le irá a la Selección Argentina en el Mundial de Brasil.

 Por Juan Pablo Bertazza

En la historia siempre hubo personas que predijeron el futuro y hasta el más escéptico sintió ganas, alguna vez, de espiar su destino por el ojo de la cerradura. En nuestro país, las predicciones signo por signo son un clásico inoxidable del mes de diciembre, un ritual solitario para intentar seducir al año entrante que se hace mucho más de lo que se reconoce. Desde hace tiempo, el astrólogo oficial de la pantalla de Crónica es Horacio Germán Tirigall, quien se hace llamar Horangel al fundir su nombre con el de su compañera de toda la vida, Angela Groba, que falleció en 2009, y de quien Horangel dijo algo extraño y hermoso: “No tengo otra forma de disfrute verdadero que estar con ella, cosa que se ha vuelto algo obsesivo”. Otro referente de la astrología de los últimos años es Lily Süllös, que nació en Hungría y llegó a nuestro país a los 20 años. En 1976 salió su Libro astrológico del amor, cuyo impresionante éxito le aseguró la casi redundante condición de estrella en el mundo de los astros: fascículos y horóscopos semanales, montones de libros que incluyen una obra de ciencia ficción, Las aventuras de los Lagartogatos (Editorial Beas), y recurrentes participaciones en televisión, desde que sorprendió en el noticiero Realidad 84 de Canal 13, con conducción de Ramón Andino. Su trágica muerte como consecuencia de un pacto suicida junto a su hermano, debido a las secuelas de un ACV, fue una de las noticias más impactantes del año que acaba de terminar.

“Horangel es bueno pero la que sabía era su mujer, ella le escribía los libros”, explica Jimena La Torre, otra astróloga que, a fuerza de anuarios, apariciones en muchos programas de televisión que incluyen su propio programa Jimena a la carta (va a la medianoche por Magazine), se convirtió en algo así como la bruja del momento. “Lily Süllös era una excelente astróloga pero decía cosas algo anticuadas, veía un tránsito de Saturno y te decía nunca vas a poder tener una pareja. Yo me encontré con gente muy angustiada porque Lily le había dicho eso y, efectivamente, nunca lograron tener una pareja. Por lo que me contaron, era una mujer muy determinante, muy buena como astróloga pero durísima, y el riesgo es que quizás hay gente que te cree.”

¿Pero cómo? ¿No es la idea que te crean?

–Pero hoy no se trabaja así, no podés decirle a alguien que no va a tener nunca una pareja, en todo caso le podés decir que le va a costar un poco, que pruebe con otras alternativas y, de última, si no funciona, le recomendás que vaya a un psicólogo.

Una de las alternativas que propone Jimena La Torre son sus hechizos de amor, una de las marcas registradas de esta astróloga joven y aggiornada a los tiempos de hoy que impuso, por ejemplo, los horóscopos por mensaje de texto. En su programa Jimena a la carta, lejos de la quieta solemnidad de otros colegas, baila, gesticula, se ríe, hace chistes y hasta se anima a recomendar pasar fin de año de una forma distinta, hacer algo que rompa con los hábitos y el aburrimiento: “Mis hechizos de amor tienen fecha de vencimiento, y además son con vos, no incluyen a otra persona, el único que es con otra persona dura tres semanas, y si ella o él no aparece en ese tiempo, te tenés que olvidar porque significa que no va el vínculo. Los hechizos son como los cuentos, a las 12 se terminó, el hechizo siempre se termina. Lo que te doy es una herramienta para que tu mente esté entretenida y no se mande cagadas, cuestiones de brujas de cuento, tiene exactamente el mismo sentido”.

EL AMOR BRUJO

Las coincidencias fueron lo que, una vez que cumplió dieciocho años, a La Torre le hicieron creer en la existencia de Dios. Pensamientos simples pero inexplicables como “voy a ir a tal lugar y me voy a encontrar con determinada persona”, y su correlato exacto en la realidad. Poco a poco, los conocidos se fueron enterando y empezaron a consultarle cosas privadas y Jimena, algo aturdida por el hecho de que personas veinticinco años más grandes que ella le pidieran respuestas sobre todo, comenzó a estudiar control mental.

Otra marca registrada de Jimena La Torre es la carta de la suerte, que a su vez la ayudó a hacerse un nombre en el mundo de la astrología. Una especie de horóscopo al paso, una lectura de Tarot inmediata e irresistible como las discusiones por Twitter que también protagoniza. La carta de la suerte se remonta a los comienzos de su labor, cuando le daban un espacio en el Paseo La Plaza donde la gente le hacía consultas. Después se iba a bailar con un grupo de amigas a Molière, donde también llevaba el mazo de Tarot, pero lo que comenzó siendo una práctica informal entre amigas se fue expandiendo a todo el público del boliche: “Ahí empecé a decir todo lo que digo ahora en televisión, en Molière conocí a jugadores y cantantes como la Mona Jiménez. No me venían a buscar, yo iba a darles su carta de la suerte, además trabajaba con un mazo muy divertido, muy erótico. Me pasaba mucho que un tipo me venía a buscar la semana siguiente porque yo le había adelantado que iba a conocer a una mujer. En cierta forma, puedo decir que casé a mucha gente”.

¿Para los astrólogos el destino está escrito o es algo que se va haciendo sobre la marcha?

–Hay una especie de guión que si lo sabés seguir está buenísimo. Pero seguirlo, a la vez, puede generar un conflicto grande porque lo que sale quizás no es lo que vos querés hacer. Cuando vi mi carta, supe que había muchas cosas relacionadas con lo paranormal: tengo Luna en casa 12, Júpiter en casa 12, Marte y Venus, mucho don de bruja, cuestiones con el recepcionar, con el inconsciente colectivo, que te puede servir para ser bruja, para ser creativo o para ser publicista.

¿Y alcanza la voluntad para modificar ese guión preescrito?

–Yo atiendo casos como el de un chico que soñaba con ser futbolista, al que le dije que eso era remar en dulce de leche, pero el se conformó, por ejemplo, con jugar en la C. Las personas que no viven en referencia a lo que les toca vivir lo pagan en sacrificios: la gente que es caprichosa y ama la libertad pero tiene en su destino tener hijos, y no quiso, después lo paga. También el caso inverso: la que quiere tenerlos aunque no estén en su destino. Vos podés guiar a una persona para ser feliz dentro de lo que le toca. Yo renegué muchísimo de mi paranormalidad. Me hacía mal como a todas las que empiezan a estudiar esto, te da miedo. Hasta que entendí algo que sólo entendemos los que estamos de este lado: estás acá por un sentido. Por otro lado, hay leyes de brujas que nadie respeta, como no tirarles las cartas a los chicos antes de los veinticinco años, ni hacerles una carta natal completa porque podés condicionarlos.

¿Cuál considerás que fue el peor error de predicción que cometiste?

–Predecir resultados de fútbol, me criticaron mucho por el resultado de la Copa Libertadores que Corinthians le ganó a Boca. El tema es que la carta de Boca fue un as invertido, yo no dije que iba a ganar pero tampoco que iba a perder, vos no podés decir en un país como Argentina que Boca va a perder. Dije que no salía mal la carta porque se trataba de un as, pero que tampoco era una carta buena porque las cartas invertidas no suelen anunciar algo favorable. A partir de eso, ¡nunca más me pregunten nada de fútbol!

El año que viene se juega el Mundial, ¿cómo ves a la Selección?

–La Argentina es de Cáncer, este año es el año de Cáncer, Messi es de Cáncer, el Mundial se juega bajo el signo de Cáncer, así que estaríamos bárbaro. Eso es lo que se ve.

PARTE DE LA RELIGION

Según Jimena La Torre, la asunción de Bergoglio como papa Francisco, además de propiciar tantos cambios, sonrisas, fotos simpáticas y gestos que diariamente advertimos en los medios de comunicación, estableció, en algún punto, otra forma de relación con la astrología por parte del Vaticano: “Cuando asumió el anterior, Benedicto, habló muy mal de los astrólogos, en cambio yo sé que Francisco les escribió cartas a muchos agnósticos pidiendo que recen por él: ‘Bueno, sé que no lo van a hacer, entonces traten de mandarme buenas ondas’, les dijo. El tipo está más allá, eso fue un guiño genial hacia nosotros, y hacia toda la gente que no cree en la religión católica convencional. Antes de eso, yo le decía a la gente, si sos católico no vengas conmigo, porque tu Papa dice que no tenés que hacerlo, y una vez me respondieron que al cura de la iglesia Santiago Apóstol le gustaba hacerse tirar el Tarot. ¡Yo creo que lo hacía para que las viejas se sintieran bien y siguieran yendo!

¿Tuviste algún indicio que te hiciera predecir la llegada del Papa argentino?

–Al principio del año pasado, yo decía que a los argentinos nos iban a necesitar y, claro, después, cuando salía de los programas, pensaba ¡por Dios!, ¿qué estoy diciendo? ¡Qué loca! ¡Qué soberbia! En todo caso, van a necesitar a Latinoamérica. Por supuesto, cuando anunciaron a Bergoglio como Papa, entendí lo que sucedía.

¿Existe algún límite en tu trabajo con respecto a los temas a tratar?

–El abuso, cuando veo el abuso, se me aparece un límite muy fuerte. Me ha tocado atender a un pedófilo, lo ves, y tenés que cuidarte vos porque el tipo es un psicótico, entonces tenés que saber tratarlos porque son peligrosos, eso me lo enseñaron los psiquiatras. A mí me contratan mucho para animar los congresos de médicos psiquiatras y neurólogos. Es muy loco ver venir a un psiquiatra para preguntarte ¿cuándo me voy a morir?

TODO SOBRE MI MADRE

–El signo en el que recae el planeta Júpiter a comienzo del mes de enero determina cuál será el signo del año. En 2013 fue el turno de Géminis y este 2014 tendrá la marca de Cáncer: “Acabamos de terminar un año de terror, y te das cuenta con un detalle: los chicos leen vampiros y no tienen miedo, hay una serie que se llama Vamperucita negra, eso es oscuridad”, dice Jimena La Torre, a quien le parecía poco pertinente presentar al 2014 en términos del año de Cáncer, y por eso decidió bautizarlo como “el año de las madres”, que es, precisamente, una de las características descollantes del signo. Por eso el nuevo libro de La Torre incorpora un apartado dedicado a los signos y las madres, un original anexo que indaga en las relaciones de cada signo con sus hijos, es decir, en cómo son las mujeres de cada signo como madres, teniendo en cuenta a su vez cada uno de los signos de los hijos, una especie de compatibilidad que, en lugar de referirse a las relaciones de pareja, trata de explicar las relaciones filiales. Por otro lado, la solapa de Predicciones 2014 incluye una insólita presentación: “Jimena La Torre quiso ser madre desde que tiene memoria, como buena canceriana, y la mala relación con su mamá la llevó a pedirle al universo tener hijos varones, y el universo la recompensó”.

¿Por qué es complicada la relación con tu mamá?

–Yo no tengo religión, me educaron sin religión, pero mi papá era súper místico, súper religioso aunque no iba a la iglesia, él me hacía ver de chica películas como Jesús de Nazareth, rey de reyes o Ben Hur, y me daba libros de mitos griegos, o de Asterix el galo. La familia de mi mamá, en cambio, era completamente agnóstica. Ella es muy Virgo, y siempre decía que había que estudiar, pero a mí me costaba bastante leer porque soy disléxica. Eso a ella no le gustaba. De chica, mi mamá me llevó al neurólogo y el médico le dijo: ¿qué diagnóstico querés que ponga, que solamente jode a la madre? Yo era muy nerviosa, nunca dormía y mi hermana, por el contrario, era súper tranquila. Cuando iba a la escuela, me costaban las materias exactas porque siempre me equivocaba en un número por la dislexia, y estaba condenada a sacarme siempre siete. A mi vieja la llamaban mucho del colegio para decirle que yo era especial, que cuando un nene se sentía mal yo me acercaba y enseguida se recuperaba, querían que me llevara al psicólogo porque sólo me vestía de violeta y naranja. Mi vieja nunca le dio importancia a eso.

¿Perdiste mucho por dedicarte a la astrología?

–Sí, por supuesto, me separé de mi primer marido por todo esto, porque él me decía que yo había enloquecido por mi trabajo. Un día me rompió todo el consultorio, todos los diplomas, me gritaba que era una loca. Por esta profesión pagué un karma: con mi mamá mejoró algo la relación pero mi hermana no me habla porque ella no cree en Dios, y dice que yo sí, aunque yo en lo que creo es en el Universo. Mi papá era alcohólico y lo abandonó su madre a los catorce años, yo vi que se moría quince días antes de que eso sucediera, en el 2003, y no hice nada para cambiar las cosas porque para mí la muerte es un paso. Aparte ya no podíamos hacer mucho más. Ser bruja no es sólo ponerse un sombrerito para decirle cosas lindas a la gente, eso es lo que muchos no entienden, lo que significa entrar al mundo esotérico.

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Imagen: Catalina Bartolome
 
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