"La garra que se nos reconoce a los uruguayos no es un invento. Pero hoy el jugador, más en mi puesto, debe ser ordenado para no quedar expuesto. Mi estilo personal se asemeja más al del volante argentino pero no tengan duda que cuando haya que meter lo voy a hacer". Diego Scotti llegó a Ñuls como uno de los refuerzos para el torneo Clausura. Se lo apuntó para actuar en un lugar de la cancha donde sus antecesores fueron hombres importantes. A Zapata y Husaín, los últimos dueños de la cinco, se les podría agregar a Bernardi, Ponzio y hasta el propio Bernardello, para entender lo que significa ser el punto de equilibrio del conjunto rojinegro.

"Cuando apareció la posibilidad de venir a Ñuls no dudé. Además, me gusta mucho el fútbol argentino porque tiene una buena dinámica y mucha repercusión en los países europeos. Acá se vive con mucha pasión y por lo que pude conocer en Rosario está situación se multiplica", contó.

Sobre las diferencias con el fútbol chileno y el de Uruguay, Scotti dijo que una de ellas "puede ser la planificación con la que se maneja cada cuerpo técnico, pero todos son de parecida en cuanto a la intensidad. Hasta ahora hicimos una buena base física y ahora estamos buscando ponernos a tono en lo futbolístico".

El flamante volante leproso sabe que Ñuls deberá sumar para no descender. "Siempre jugué con presiones. A la gente del Ñuls la conozco de las veces que los enfrenté con la camiseta de Gimnasia. Ver la cancha llena te da un plus ante tu rival, y este equipo ya supo sacar provecho de la localía. Me sobran ganas y experiencia. Vengo a sumar desde el lugar que el técnico me otorgue. La entrega por esta camiseta se verá cada fin de semana", sostuvo para después admitir que el de volante central "es el puesto que más jugué. Me siento cómodo ahí pero también pasé por otros sectores del mediocampo. Con Bernardello nos estamos acoplando y vamos a entendernos muy bien".